El presidente estadounidense, Donald Trump, profirió ayer su tercera amenaza de la semana contra el gobierno comunista de Corea del Norte, en una escalada dialéctica que se ha extendido por todo el mundo, con llamados de Rusia, China y Alemania a rebajar la tensión y dejar de lado la salida militar.
“Las soluciones militares están completamente preparadas, listas para el combate, por si Corea del Norte actúa de forma imprudente. Espero que Kim Jong-un encuentre otro camino”, escribió Trump en Twitter.
Pese al tono belicista de sus declaraciones, el mensaje se acerca más a la línea expresada ayer por el Pentágono, cuyo líder, James Mattis, intentó apagar el incendio diciendo que “aunque están listos para actuar” primero deben dejar trabajar a la diplomacia.
Asimismo, la Casa Blanca descartó que haya habido cambios en la postura militar estadounidense, lo que convierte las amenazas de Trump en uno más de sus exabruptos, similares a los del líder norcoreano.
Un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo condición de anonimato con la cadena de noticias CNN explicó que Estados Unidos “tiene planes militares para prácticamente cualquier crisis” que pueda surgir en el mundo. Esos planes, aseguró, “se actualizan continuamente, según se necesita, y proporcionan opciones al presidente. Esto no es nada nuevo”, aseguró en referencia al tuit de Trump.
El mensaje del mandatario en la red social iba acompañado de un tuit publicado por el Comando del Pacífico estadounidense, en el que se muestran fotografías de aviones militares en las cercanías de la península coreana “preparados” para entrar en combate.
En respuesta, el oficial del ejército norcoreano Ri Chol Ui lanzó ayer una contundente amenaza contra cualquier plan estadounidense de lanzar un ataque preventivo contra su territorio.
“Si Estados Unidos muestra incluso la señal más ligera de ‘guerra preventiva’, convertiremos inmediatamente su territorio continental en un campo de guerra nuclear”, afirmó Ri en un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias norcoreana KCNA.
Trump, que está de vacaciones en Nueva Jersey desde el viernes pasado pero no dejó ni un día de comunicarse por Twitter, hizo ayer un paréntesis para hablar con la prensa y mandar otro mensaje a Pyongyang.
“Si hace algo respecto a Guam o a otro lugar que sea territorio estadounidense o contra algún aliado de Estados Unidos, lo lamentará verdaderamente y lo lamentará rápido”, advirtió el neoyorquino desde su club de golf de Bedminster.
Pero en paralelo al ruido de los tuits y los misiles, Estados Unidos y Corea del Norte mantienen abierto un canal de diálogo secreto, según revelaron ayer medios estadounidenses.
La nueva escalada se da luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara el sábado pasado unas duras sanciones económicas contra Corea del Norte por el desarrollo de su programa nuclear y balístico.
La aprobación de las sanciones representa un importante logro de la diplomacia estadounidense, que consiguió el apoyo de Rusia y China, las dos potencias con derecho a veto que suelen ir a contramano de las propuestas occidentales.
Con este renovado respaldo internacional, comenzó una semana de amenazas y contra amenazas que incluyó la advertencia norcoreana de un “ataque envolvente” contra la isla de Guam, un pequeño territorio del Pacífico que alberga dos bases militares estadounidenses y que se encuentra a medio camino entre Corea del Norte y Hawaii.
Pero ayer, las mismas potencias que se aliaron a Estados Unidos para aplicar las sanciones en la ONU, y Alemania, salieron a pedir una rebaja de las tensiones. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que la escalada dialéctica es la “respuesta equivocada”; mientras que el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, consideró “muy alto” el riesgo de un enfrentamiento militar.
Por su parte, el portavoz de la Cancillería china, Geng Shuang, instó a ambos países a “controlar sus palabras y acciones” y abandonar “el viejo método de alardear de su poder”.
“China espera que todas las partes controlen sus palabras y acciones, contribuyan más a la relajación de tensiones para construir confianza mutua” declaró Geng Shuang.
Paralelamente, el diario chino Global Times, ligado al Partido Comunista, editorializó ayer que Beijing debería permanecer neutral si Corea del Norte lanza un ataque que amenace a Estados Unidos, un mensaje que fue entendido como una advertencia a Pyongyang sobre sus planes de lanzar misiles contra la isla de Guam en el Océano Pacífico.
China, es el mayor aliado político y socio comercial de Corea del Norte, pero recientemente votó en la ONU un endurecimiento de las sanciones económicas impuestas al régimen de Kim por continuar su programa balístico y nuclear. Pekin ha expresado frustración con los ensayos nuclear y de misiles, así como con el comportamiento de ambas partes en la escalada de las tensiones. “China puede hacer mucho más”, dijo Trump.
Pekín, que ocho años después del final de la guerra de Corea (1950-1953) cerró “un tratado de amistad” con Pyongyang, propuso en varias ocasiones una solución para salir de la crisis: que Corea del Norte acabe con sus ensayos nucleares y balísticos y que Estados Unidos y Corea del Sur pongan fin a sus ejercicios militares conjuntos.
Las tensiones en la península coreana tienden a agravarse días antes de ejercicios militares conjuntos entre Seúl y Washington, previstos hacia el 21 agosto.