El Tribunal Oral Federal de Paraná rechazó un pedido de probation y envió a juicio oral a Marta Troche, la ex funcionaria de General Campos procesada por el delito de “incitar a la persecución o al odio contra una persona o un grupo de personas a causa de su religión”, luego de la emisión de boletas de servicios con inscripciones antisemitas, en marzo del 2013. “Haga patria, mate un judío”, se había impreso al final de algunas facturas de Rentas.

Luego de cuatro años de investigación y de trabas burocráticas, la causa contra la ex jefa de Rentas de General Campos –un pueblo de tres mil habitantes en la provincia de Entre Ríos– llegará a juicio oral y público. Así lo dispuso el presidente del Tribunal, Roberto López Arango, quien negó el pedido de suspensión de juicio a prueba presentado por los abogados de Troche. El rechazo se basó en los argumentos dados por José Ignacio Candioti, fiscal general de Paraná, quien consideró que a Troche, al ser una empleada municipal en funciones al momento de cometerse el delito, no le correspondía el beneficio de la probation, de acuerdo a la Ley N° 24.316.

Además, Candioti indicó que “el instituto de la suspensión del juicio a prueba se encuentra reservado para supuestos de ilícitos de poca lesividad y el Ministerio Público Fiscal considera que los actos de discriminación por motivos religiosos constituyen ejemplares de suma gravedad”. Aún sin fecha estipulada, Troche deberá ir a juicio oral por el delito de incitación a la discriminación, que prevé una pena de un mes a tres años de prisión. 

En marzo del 2013, los vecinos de General Campos, localidad con más de cien años de historia, recibieron en sus casas, como todos los meses, las boletas de las tasas y los servicios municipales. Pero, aquella vez, la factura fue distinta: “HAGA PATRIA, MATE UN JUDÍO! GRAL CAMPOS CAMINO AL CENTENARIO. PUM!!! ´RAFF´”, apareció impreso en las facturas. De manera instantánea, la agresión antisemita causó revuelo en todo el país: organizaciones judías repudiaron el ataque, el municipio de General Campos salió a pedir disculpas y el intendente de aquella localidad, Pablo Martínez, separó del cargo a la jefa de Rentas. Por su parte, la referencia “PUM!! Raff” en la inscripción también tenía su destinatario. Ignacio Raff, descendiente de familia judía, era secretario del Concejo Deliberante de General Campos.

En su declaración, Troche reconoció haber colocado aquella inscripción antisemita en el software que se utiliza para la emisión de las boletas municipales para hacer “una broma interna”. Luego, según su versión, la consigna no se había borrado del sistema, y por eso “destruyó el material impreso”. Sin embargo, por medio del correo, varias boletas con aquella leyenda llegaron a las casas del pueblo. El mensajero no tuvo la culpa.