Dieciocho años como senador nacional por Río Negro, otros ocho como diputado nacional por la misma provincia, en la que compitió dos veces, y perdió, por la gobernación. Pero Miguel Ángel Pichetto no encabezará la lista diputados nacionales de Horacio Rodríguez Larreta por Río Negro sino por Buenos Aires: nació en Banfield y eso le permite ser candidato por la Provincia. Pero el anuncio clave es otro: el precandidato que enfrentará a Patricia Bullrich dijo que, si llega a la Casa Rosada, Pichetto será el presidente de la Cámara de Diputados. Un puesto clave para la negociación y también para al línea sucesoria después de la vicepresidencia y la presidencia provisional del Senado.
Pichetto al frente de la Cámara es una definición política de Larreta, como en 2019 fue una definición política de Mauricio Macri designarlo candidato a la vicepresidencia en la fórmula de Juntos por el Cambio. Un peronista con experiencia, gestor de decisiones al frente del bloque oficialista del Senado Nacional por más de una década, definido por el ex ministro macrista Rogelio Frigerio como alguien “fundamental” para conseguir la aprobación de muchas leyes, Pichetto es la voz elegida para articular con el actual oficialismo si es que éste pierde y se convierte en la principal oposición. Sería un vínculo directo con los gobernadores para, por ejemplo, tratar los temas alrededor de impuestos, tasas, o financiamiento a matrices productivas provinciales, algunos de los principales objetivos de Larreta de cara a una eventual gestión de Gobierno.
Esa mirada sobre la conducción de la Cámara Baja ya estuvo presente en Juntos por el Cambio durante los cuatro años de Macri como Presidente. Emilio Monzó, oriundo del peronismo bonaerense, comandó Diputados y, en minoría, buscó acuerdos sobre la base de profundizar las diferencias en el bloque peronista.
El Congreso es el hábitat natural de Pichetto, que hoy preside la Auditoría General de la Nación, dependiente del Poder Legislativo. Antes fue diputado nacional con Carlos Menem y estuvo al frente del bloque de senadores oficialistas durante las presidencias de Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Kirchner. “Miguel es un hombre de valores y convicciones profundas”, fue la definición que utilizó Rodríguez Larreta para el lanzamiento del ex legislador. “En caso de que los argentinos me elijan Presidente lo voy a proponer para presidir la Cámara de Diputados”, agregó en su tuit el Jefe de Gobierno de la Ciudad.
“Conozco ese lugar, se cómo funciona ese mundo”, dijo Pichetto ante la prensa al finalizar la presentación. Efectivamente, durante más de 25 años integró el Congreso Nacional, y participó de votaciones históricas como la Resolución 125 y la Ley de Matrimonio Igualitario, en la era kirchnerista, así como colaboró en la reforma jubilatoria que impulsó el macrismo y fue, a fines de 2017, el comienzo de la crisis de ese gobierno.
Un halcón en el palomar
Luego de ser candidato a vicepresidente de Macri, el ex senador por Río Negro tuvo una serie de declaraciones que fueron criticadas por xenófobas y discriminatorias. Durante la campaña a los comicios de 2019, relató una experiencia que observó en la Villa 1-11-14 de la Capital Federal sobre posible narcotráfico, que no sólo condenó de forma despectiva contra el pueblo paraguayo, sino que propuso una salida que definió así: “habría que dinamitar todo, que todo vuele por el aire”.
“Seguimos en el oscuro mundo bolivariano”, lanzó Pichetto en enero del año pasado durante una entrevista en la que negó tener “una mirada xenófoba”. Pero consideró que el conurbano bonaerense es la foto del “ajuste social de Bolivia, Paraguay, Perú y Venezuela”. Tras el anuncio de Rodríguez Larreta, sin embargo, afirmó que puede hacer “un importante aporte a la paz social”.
En febrero de este año, su dedo apuntó a los mapuches. "El pueblo mapuche es un pueblo invasor, no es originario de la Argentina, es originario de Chile". El lonko de la Comunidad mapuche Nahuel Payún, Oscar Farías, oriundo de Junín, le advirtió que "los discursos de odio racial” de Pichetto abren la puerta al "riesgo de agresiones verbales o físicas".
Hasta hace unas horas fue precandidato a Presidente por Encuentro Republicano Federal, que nuclea a peronistas enrolados en el menemismo o en el duhaldismo. Ahora se suma a la campaña de Larreta con una visión que podría considerarse más cercana a Patricia Bullrich, o también a Javier Milei y su admiración por Jair Bolsonaro.
El antiperonismo peronista
El segundo lugar de la lista será para Silvia Lospenatto. De padre “bostero y peronista”, la diputada del PRO ocupa una banca desde 2015. En 2018 adquirió notoriedad política por su discurso al cierre del debate por la legalización del aborto. Votó a favor. En aquel entonces celebró el posicionamiento de Pichetto quien desde el Senado acompañó la iniciativa.
Ahí no está el único punto de encuentro entre ambos. El origen político de Lospenatto, según ella misma manifestó un par de años atrás, estuvo ligado al peronismo. Desde la facultad, fue convocada a las filas de Alfredo Atanasof y participó de la juventud duhaldista. “La defensa más genuina de la defensa de los trabajadores es la que hacen los sindicatos, y a mí no me parece mal eso”, señaló en 2021. Si bien se reconoce como liberal, destacó del peronismo que es “una gran escuela política”.
Politóloga, sus lazos con el PRO comenzaron en 2007. El debate sobre el aborto no fue su única participación de alto perfil. Llegó a ser acusada por el massismo de leer mails privados durante la sesión que destituyó al ex ministro Julio De Vido. “Filibustera”, fue el término con la que la catalogó Graciela Camaño al escuchar que Lospenatto leía durante su discurso en el recinto un correo que habría enviado Sergio Massa a sus legisladores de aquel entonces.
Defensora de la meritocracia, sostiene que el peronismo perdió representatividad por la falta del crecimiento en el empleo formal, lo que esmeriló el rol del sindicalismo y desajustó una de las misiones natural del movimiento obrero que es el ascenso social. “Quiero que todo trabajador pueda ser clase media”, definió en una entrevista.
En el marco de esta jornada de lanzamientos, Rodríguez Larreta anunció que Mónica Frade, de la Coalición Cívica, irá por la renovación de su banca. La diputada comulga con Elisa Carrió desde el 2017. Quilmeña y abogada de profesión, sintetiza en el anuncio uno de los principales cierres políticos que llevó adelante Rodríguez Larreta en las últimas semanas y que le permitió tener a Carrió en sus filas. La líder de la CC tuvo expresiones muy críticas hacia Macri en los últimos días, que por decantación aluden a las políticas públicas que llevaría adelante Patricia Bullrich en caso de ser Presidenta.
Frade fue protagonista de una serie de escándalos durante su período como diputada nacional. En plena pandemia, y cuando las vacunas aún eran sólo ensayos, propuso “probar” el dióxido de cloro. También tuvo que retractarse luego de subir una foto a sus redes sociales acusando a censistas de la provincia de utilizar lápices para llenar las planillas. El INDEC le aclaró que el lápiz es provisto por la entidad y es de un grafito especial para poder ser leído por un escaner y así agilizar el procesamiento de los datos en las planillas manuales.
Ritondo, la carta de Bullrich
Cristian Ritondo no pudo ser el candidato a gobernador que acompañe una boleta presidencia encabezada por María Eugenia Vidal, pero el acuerdo con Bullrich le permitirá encabezar la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires del ala dura de Juntos por el Cambio. Como Pichetto, sería el hombre propuesto para presidir la Cámara Baja en un eventual gobierno de la ex ministra. El segundo lugar sería para la radical Alejandra Lorden, y el tercero para Martín Yeza, intendente vidalista de Pinamar.
“Es la persona indicada”, señaló Vidal sobre Ritondo hace casi dos meses mientras recorría provincia en búsqueda de suceder a Axel Kicillof. Su puja dentro del larretismo para ser el candidato a gobernador chocó contra la solidez numérica que ostenta Diego Santilli en las últimas encuestas, y ya sin posibilidades de que la ex gobernadora tenga un candidato propio, buscó refugio en el ala dura de Juntos por el Cambio. Pero allí Bullrich optó por el intendente de Lanús, Néstor Grindetti.
Con poca luz al final del túnel, y caído el proyecto presidencialista de Vidal, la ex ministra de Seguridad le ofreció encabezar su lista de diputados por la provincia de Buenos Aires. Podrá renovar su banca como legislador nacional y, además, tendría el lugar asegurado como presidente de la Cámara de Diputados de la Nación. De esta forma, Bullrich y Larreta muestran similares estrategias en materia de consensos y acuerdos legislativos: optar por el peronismo.
Ritondo nació en Mataderos y nació en el peronismo. Ocupó cargos partidarios, fue funcionario de Carlos Grosso en la Ciudad de Buenos Aires, también de Carlos Menem a nivel nacional, e inclusos entre 2003 y 2007 fue diputado nacional por el Partido Justicialista. Allí pegó el salto al equipo de Mauricio Macri. Desde el 2009 hasta el 2015 fue legislador por la Ciudad, e incluso alcanzó la vicepresidencia de la Legislatura porteña. Cuando el macrismo gana las elecciones presidenciales, desembarca como ministro de Seguridad de María Eugenia Vidal en la provincia.
Durante su estadía en la gestión bonaerense, Ritondo fue una de las voces representativas del mensaje vidalista alrededor del combate contra las mafias y el narcotráfico. Pero el antecedente más recordado de su rol como ministro fue el extravío de más de 500 kilos de marihuana en la Subdelegación de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de Pilar. Por aquellos días, el distrito era comandado por el cambiemista Nicolás Ducoté. En la causa, efectivos de la bonaerense declararon que la droga fue comida por ratas.
El tema volvió a cobrar notoriedad el año pasado cuando la jueza Sandra Arroyo Salgado contó en televisión que fue apartada “por primera vez” de una causa, en referencia a la investigación sobre el ex fiscal de San Isidro, Claudio Scapolán, acusado como jefe de una presunta asociación ilícita integrada por policías la Delegación San Isidro de Investigaciones Complejas y Tráficos de Drogas Ilícitas. En abril de este año fue destituido por medio de un Jury. La magistrada dijo que la recusaron tras una presentación realizada por Marcelo D’Angelo, ex asesor de Ritondo cuando este fue ministro de Seguridad, y que derivó en fuertes críticas de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. “Tiene comportamientos de barrabrava”, lanzó en su momento Lilita.
"Chiche" con Schiaretti
Entre las candidaturas ya confirmadas se suma la de Hilda “Chiche” Duhalde, que encabezará la boleta de candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires por el espacio del “peronismo racional” o “peronismo de centro”, que conduce el todavía gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, desde el frente electoral Hacemos por Nuestro País.
“Chiche” Duhalde conformó durante décadas uno de los principales matrimonios y sociedades políticas del país, junto con su cónyuge, el ex presidente Eduardo Alberto Duhalde. Transitó junto a él todo el camino que puso a la pareja en el centro de la política argentina y bonaerense. Desde Lomas de Zamora, primero en el Concejo Deliberante, y luego el ejecutivo local; pasando por la gobernación, entre 1991 y 1999, y arribando a la Presidencia luego de la caída del gobierno de Fernando De la Rúa en diciembre de 2001, y la posterior Asamblea Legislativa que lo ungió como interino. Aquel paso por la Casa Rosada terminó con la masacre de Puente Pueyrredón, que truncó las ambiciones de estirar el mandato, y la posterior elección de Néstor Kirchner como su sucesor.
En el medio también fueron protagonsitas de la reforma constitucional de 1994, la campaña presidencial que perdieron con la Alianza a finales del siglo pasado, previa derrota contra Graciela Fernández Meijide en las legisaltivas 1997, en las que "Chiche" igualmente fue electa senadora nacional.
Con el nacimiento del nuevo siglo, en 2005 comenzó el inexorable declive político de ambos. Ese año Néstor Kirchner decidió emanciparse de su benefactor. La arena elegida para la contienda fue la elección legislativa en la provincia de Buenos Aires, donde se enfrentaron las esposas de ambos dirigentes. Allí, "Chiche" enfrentó por primera vez a Cristina Kirchner en un mano a mano. El resultado fue un contundente 44 a 19, que representó un virtual KO, de que la ex senadora busca "revancha". “Voy a colaborar para que el cristinismo y La Cámpora desaparezcan”, afirmó días pasados, en ocasión de su anuncio como cabeza de lista de Hacemos por Nuestro País.
En 2011, los Duhalde volvieron a ir por la Presidencia. El compañero de fórmula de Eduardo era el chubutense Mario Das Neves. Su magro 5,8 por ciento contrastó con el histórico 54 por ciento de su archirrival, la actual vicepresidencia. Lo superaron Hermes Binner (16,8), Ricardo Alfonsín (11,1) y Alberto Rodríguez Saa (8). Fue la última vez que la oposición fue dividida en una elección presidencial.
Chiche es recordada por su ferviente catolicismo, que la ha llevado sistemáticamente a tomar posiciones contrarias a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) y por su dispositivo territorial, las “manzaneras”, que contuvieron el caos social en el conurbano cuando asolaban la desocupación y el hambre y no existían la asignación universal por hijo (AUH) ni los planes Jefes de Familia, implementados por Eduardo Duhalde, en una de sus primeras decisiones como presidente.