El Producto Interno Bruto registró un crecimiento de 1,3 por ciento durante el primer trimestre del año en relación con igual período de 2022, según informó este jueves el Indec. Además, el PIB del primer trimestre marcó un crecimiento del 0,7 por ciento respecto del cuarto trimestre de 2022. La sequía del campo es uno de los elementos que genera cierta desaceleración del nivel de actividad este año, impactando en variables clave como las exportaciones.

En el detalle del informe del Indec, se observó que el componente de formación bruta de capital fijo de la demanda agregada registró en el primer trimestre de este año un descenso del 0,6 por ciento interanual, mientras que el componente de exportaciones de bienes y servicios anotó una reducción del 0,6 por ciento. En contraste, el consumo privado creció 6 por ciento en términos interanuales y el gasto público ascendió 1,6 por ciento.

Además, en términos desestacionalizados, respecto del cuarto trimestre de 2022, las importaciones crecieron 7,6 por ciento, el consumo privado registró un incremento de 2,1 por ciento, el público aumentó 2,7 por ciento y las exportaciones descendieron 13,5 por ciento; mientras que la formación bruta de capital fijo tuvo un aumento de 2,1 por ciento.

En lo que hace a la comparación interanual del primer trimestre, la formación bruta de capital fijo, según estimaciones preliminares, experimentó un descenso de 0,6 por ciento respecto al mismo período del año anterior.

Esta reducción se explica por la caída de 0,8 por ciento de la inversión en construcciones, el aumento de 17,2 por ciento de “otras construcciones”, vinculadas al sector petrolero, como Vaca Muerta, y Minería, el descenso de 6 por ciento en maquinaria y equipo, y el crecimiento de 18,7 por ciento en equipo de transporte. Dentro de maquinaria y equipo, el componente nacional ascendió 7,8 por ciento y el componente importado cayó 12,9.

En equipo de transporte, el componente nacional se incrementó 32,1 por ciento y el importado tuvo un declive de 18,9. Cuando el análisis se hace por rubros, el valor agregado del sector agricultura, y ganadería, descendió 11,9 por ciento en el primer trimestre con respecto a igual lapso del año anterior profundamente afectado por el efecto de la sequía que no sólo afectó la cosecha del trigo en ese primer trimestre, sino también la siembra de la soja y el maíz.

En tanto, el sector pesca exhibió un aumento interanual de 4,5 por ciento y el de explotación de minas y canteras ascendió 11,9 por ciento, con un fuerte componente de las primeras acciones de exploración y explotación de litio.

Por su parte, la industria manufacturera registró una suba en el nivel de actividad de 2,8 por ciento con fuertes diferencias al interior de las 16 ramas que lo componen, ya que la industria alimenticia bajó por la menor molienda de trigo y procesamiento de soja, pero aumentó la siderúrgica, vinculada a todo el desarrollo de Vaca Muerta. “Algunos pensaban en una mayor caída en el nivel de actividad, pero apareció un nuevo tractor, que es Vaca Muerta, que no sólo impacta en Neuquén, sino en toda la cadena de valor”, afirmaron fuentes del Palacio de Hacienda.

El nivel de actividad del sector electricidad, gas y agua aumentó 6,5 por ciento durante el primer trimestre y la construcción 3,2 por ciento, a pesar de los planes de blanqueo de capitales orientados para ese sector.

En cuanto al comercio mayorista, minorista y reparaciones tuvo un incremento de 2,7 por ciento interanual, antes de que el Gobierno lanzara el nuevo plan de “Ahora 12” para incentivar el consumo. El sector hoteles y restaurantes registró un aumento de 8,5 por ciento y el de transporte, almacenamiento y comunicaciones casi no tuvo variantes al registra una suba de 0,3 por ciento.

Además, entre enero y marzo de este año, la actividad de intermediación financiera mostró una caída de 3,4 por ciento interanual, y el de actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler experimentó un incremento de 2,7 por ciento. A su vez, el sector administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria presentó un crecimiento de 2,1 por ciento.

El segmento de enseñanza mostró un aumento de 2,6 por ciento, al tiempo que los servicios sociales y de salud tuvieron un ascenso de 0,9. Finalmente, el sector “otras actividades de servicios comunitarias, sociales y personales” creció 3,7 por ciento, mientras que los servicios a hogares privados con servicio doméstico registró un crecimiento de 8,2 por ciento.