Desde Roma
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que llegó el martes a Italia y el miércoles tuvo una serie de encuentros en Roma, habló con las autoridades sobre la guerra en Ucrania pero también sobre el caso Assange y el cambio climático, además de las relaciones comerciales entre Brasil e Italia, según contó este jueves en una rueda de prensa. Sobre Assange, a quien defendió abiertamente, Lula se declaró “indignado” porque la prensa no habla de él.
En cuanto a la guerra en Ucrania, el presidente brasileño dijo estar de acuerdo con el Papa Francisco -con quien se encontró el miércoles en el Vaticano- sobre el hecho de que “es necesario poner a los actores en una mesa de negociación”, y que es necesario “detener los disparos y comenzar a hablar”.
Ambos, el líder ruso Vladimir Putin y el líder ucraniano Volodimir Zelenski, “piensan que pueden ganar la guerra”. Es necesario ”elegir los actores que pueden ayudar. Si los dos países eligieran a personas con autoridad para encontrar una salida, sería muy útil”, añadió Lula. “No podemos dejar que esta guerra sea infinita. Hay que ponerle fin. Un acuerdo de paz entre los dos países no sería una rendición”, subrayó, proponiéndose como posible mediador. “Un acuerdo de paz es algo que se hace para que los actores implicados puedan ganar algo, puedan vencer algo. La guerra no debía comenzar. Pero hoy el juego es distinto, hay muertos y destrucción”, agregó.
“La primera cosa por hacer es convencer a las partes para que detengan la guerra. Luego hay que sentarse a negociar y las partes deben decir qué quieren y se debe llegar a un compromiso”, dijo Lula explicando claramente, paso por paso, las etapas que debería seguir una mediación que, si bien han intentado varios -incluido el papa Francisco- no ha dado ningún resultado hasta ahora.
“Hoy , para mí, el papa Francisco es la autoridad política más importante del planeta Tierra”, dijo el presidente brasileño que el miércoles comenzó con un muy emotivo abrazo su encuentro con el Papa. “Lo encontré muy sonriente y para nada debilitado -dijo-. Tiene la energía de uno de 30 años”.
Por el obispo Rolando Álvarez
Contó además que el Papa le pidió que hablara con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, para gestionar la libertad de obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión. Lula indicó que hablará con el presidente nicaragüense para interceder y obtener la liberación del obispo de Matagalpa. “Hay que aprender a pedir disculpas. Y no todos tienen el coraje de pronunciar esta palabra. Tendré que convencer a Ortega para que reconozca que se equivocó. Es un trabajo que requiere paciencia. Pero yo la tengo”, enfatizó Lula que tuvo mucha paciencia para aguantar durante años el peso de varios juicios iniciados contra él que finalmente quedaron en la nada.
El tema climático también estuvo entre los puntos que habló con las autoridades que encontró en Roma, contó. En particular el presidente de la República, Sergio Mattarella, la primera ministra Giorgia Meloni y el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, que recientemente visitó Brasil. Amigo de Lula, el mandatario recordó la visita que Gualtieri le hizo cuando él estaba en la cárcel de Curitiba en 2018, esperando que se resolvieran los procesos iniciados en su contra. A Mattarella y Meloni los invitó a visitar Brasil, un país en el que nunca estuvieron. Y dado que en el 2024 Italia será presidente del G7 y Brasil del G20, ambos países podrían “dar una gran contribución” al tema ecológico, subrayó Lula.
La falta de atención por Assange
Lula se declaró molesto por la falta de atención pública sobre el tema de Julian Assange, el periodista y programador australiano y fundador de WikiLeaks, que en 2010 reveló una serie de documentos secretos sobre los crímenes de guerra de Estados Unidos. Arrestado en Gran Bretaña acusado de abusos sexuales, consiguió el asilo político como refugiado en la embajada de Ecuador de Londres, donde vivió de 2012 a 2019. Está detenido en Inglaterra desde 2019 y podría ser extraditado a Estados Unidos que lo quiere procesar por los documentos revelados. La decisión definitiva de la Alta Corte inglesa sobre la extradición podría conocerse en estos días.
“Estoy un poco indignado con las personas que dicen defender la libertad en el mundo. Assange está en la cárcel. Y lo está porque ha denunciado al mundo el espionaje estadounidense. Está en la cárcel en Londres, será condenado a prisión perpetua. Pero no veo ningún diario que lo defienda. Yo a esto lo llamo cobardía. Lo que Assange ha hecho merece el respeto de todos los periodistas de esta Tierra”, subrayó el presidente.
“Es importante que los periodistas hagan algo, pedir que sea liberado, por ejemplo. Preguntarse qué delito ha cometido porque ha denunciado lo que Estados Unidos ha hecho contra otros países del mundo. Estoy indignado por la falta de solidaridad con otro periodista que está en la cárcel”, concluyó.
Lula, que más tarde partió a París para encontrarse con el presidente Emmanuel Macron, dijo que su país no está de acuerdo con la propuesta de acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur y que ellos están elaborando una nueva propuesta que discutirá con Macron pero que enviarán a la Comisión Europea en Bruselas en breve.