Boca Juniors sufrió este jueves una histórica goleada 4-0 ante Godoy Cruz en Mendoza, por la fecha 21 de la Liga Profesional.
En la primera etapa, el arquero Diego Rodríguez de penal y Hernán López Muñoz pusieron arriba al local, que abultó el resultado en el complemento con Nicolás Figal en contra y Tomás Conechny.
A puro color y muchos fuegos artificiales: así de espectacular fue el recibimiento para ambos equipos en el estadio Malvinas Argentinas, acaso como anticipación de lo que será el próximo domingo en La Bombonera la despedida como jugador de Juan Román Riquelme, el actual vicepresidente xeneize. Pero la visita a tierras mendocinas resultó a la postre un verdadero calvario azul y oro.
La primera llegada fue para Boca -que tiene numerosos lesionados y se presentó sin wings- con una gran corrida por derecha de Medina, quien abrió para Weigandt y éste lanzó un centro que Barco no pudo usufructuar. La respuesta local llegó con una habilitación de López Muñoz para Allende que, de frente al arco y apurado por el chico Genez, sacó un remate mordido que Romero pudo desviar.
Hasta que un cabezazo de Salomón Rodríguez fue interceptado en el área por el brazo demasiado abierto de Weigandt. El evidente penal puso cara a cara a los dos arqueros, pero fue el "Ruso" Rodríguez quien salió airoso y consiguió así la apertura y su gol N° 12, todos desde los doce pasos.
Boca trató de reaccionar y elegía atacar por la derecha con Weigandt y Medina como estandartes. Pero Benedetto no entraba en juego y, para colmo, Figal perdió el balón ante el asedio del uruguayo Rodríguez y el Tomba volvía a avisar lo que concretaría poco después.
Godoy Cruz estaba mucho mejor plantado. Y tras un largo pelotazo defensivo de Barrios, Figal volvió perder esta vez ante Allende, cuyo centro rasante dejó pasar Rodríguez, pero no el talentoso López Muñoz, que a la carrera clavó el segundo.
En el complemento, Vázquez ingresó por Benedetto para intentar el descuento visitante. Pero en una contra letal, un disparo de Allende se desvió en Figal -que tuvo una noche para el olvido-, descolocó a "Chiquito" Romero y señaló el tercero.
La pesadilla xeneize no acababa, porque el equipo de Daniel Oldrá volvería a aumentar la cuenta con una habilitación de taco de Roberto Fernández para Conechny que insólitamente Roncaglia dejó pasar para que el recién ingresado eludiera al 1 boquense y sentenciara el histórico 4-0.
Eso terminó por derrumbar a un desteñido Boca, que habrá dejado más que preocupado a su entrenador Jorge Almirón, y desató la alegría de los simpatizantes bodegueros.