La confirmación de la implosión del sumergible estadounidense Titán, de la empresa OceanGate, causó una gran conmoción en gran parte del mundo. Desde el pasado domingo, cuando se anunció que la nave acuática había desaparecido con cinco tripulantes a bordo, se suscitaron varias incógnitas sobre la tecnología y funciones de las naves inmersibles.
Durante muchos años se estudiaron distintos métodos de inmersión en el agua para explorar la inmensidad del océano y realizar distintas actividades. Los submarinos y los sumergibles son el resultado de estudios científicos para investigar las curiosidades de la masa azul, observar restos de naufragios, o realizar operaciones de rescate, entre otros objetivos, pero poseen grandes diferencias. ¿Cómo funcionan y cuáles son sus diferencias?
¿Cómo funcionan los submarinos?
La invención del primer submarino de guerra se atribuye al inventor estadounidense David Bushnell. En 1775 construyó el primer modelo, llamado “Turtle” (Tortuga), con capacidad para una persona. Se trató de una embarcación experimental que fracasó y se hundió poco después de ponerse en operación, pero inspiró a muchos otros científicos a innovar en esa tecnología para proporcionar ventajas a las fuerzas militares marítimas en época de guerra.
En la actualidad, la construcción de los submarinos se realiza en consideración de otros propósitos, más allá del transporte de guerra. Estas grandes naves, con capacidad de transportar a numerosas personas en su interior, son usadas también para explorar las profundidades del océano con fines muy diversos.
Para entender por qué los submarinos flotan y tienen la capacidad de hundirse en el agua hay que comprender el principio de Arquímedes: éste afirma que un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo -el agua, por ejemplo- será empujado hacia arriba con una fuerza igual al peso del volumen de líquido desplazado por dicho objeto.
Para ascender y descender en el agua, los submarinos utilizan un sistema de tanques denominados "lastres": estos se llenan de agua cuando la nave necesita aumentar su densidad para hundirse y, cuando requieren emerger, expulsan el líquido e inyectan aire a presión, consiguiendo así su flotabilidad.
A diferencia de hace unas décadas, los submarinos actuales utilizan combustible y reactores nucleares para generar vapor de agua y mover sus generadores de energía -antes se utilizaban propulsores diésel-eléctricos para hacer mover las hélices y las turbinas, pero de esta manera obligaba al piloto de la embarcación a subir frecuentemente a la superficie para absorber oxígeno y liberar dióxido de carbono-.
¿En qué se diferencia un submarino de un sumergible?
Las posteriores sofisticaciones en las técnicas de inmersión en el agua motivaron la invención de nuevos vehículos sumergibles que tuvieran capacidade similares a los submarinos, pero con otros fines.
Un sumergible acuático es una pequeña nave diseñada para operar bajo el agua. A diferencia del submarino, el sumergible no es totalmente autónomo, ya que no tiene la capacidad de renovar su propia potencia y de adquirir aire y necesita de una nave nodriza para llegar al punto donde desea sumergirse.
Un sumergible como Titán no tiene la capacidad de desplazarse desde un puerto hacia el lugar de inmersión porque su energía es limitada, por este motivo suelen ser trasladados a su zona de operación por barcos o submarinos. Muchos sumergibles funcionan conectados por un “cordón umbilical” a una nave nodriza que les suministra aire y electricidad.
Asimismo, hay varios tipos de sumergibles, incluidas las naves tripuladas y no tripuladas, también conocidas como vehículos operados a distancia o ROV.
Los sumergibles fueron creados con varios propósitos: para realizar investigaciones subacuáticas, exploración y turismo, videografía acuática, o rescates y mantenimientos de equipos, entre otros.