Fernando Martínez, el único campeón mundial del boxeo masculino de la Argentina de la actualidad, defenderá por segunda vez su título mundial supermosca de la Federación Internacional de Boxeo. Lo hará este sábado ante el filipino Jade Bornea en un combate a 12 asaltos que tendrá lugar en el centro de eventos The Armory de Minneápolis (Estados Unidos) y que será transmitido desde las 22 por ESPN.
A los 31 años de edad, con un récord profesional invicto de 15 peleas ganadas (ocho antes del límite) y una campaña promovida por Marcos Maidana, el "Pumita" Martínez se ha transformado en un especialista en peleadores filipinos. En 2022 le ganó la corona y en 2023 la defendió con éxito ante el excampeón de esa nacionalidad Jerwin Ancajas, a quien superó con un estilo agresivo y un ritmo sostenido muy superior a la media de los boxeadores argentinos.
En ambos casos, Martínez dio espectáculo y convenció a los ejecutivos y programadores de Premier Boxing Champions, la empresa promotora que lo tiene contratado y que montará la pelea con Bornea. La categoría supermosca (52,152 kg de límite) es una de las más parejas y competitivas del momento y si Martínez saliera del ring con los brazos levantados, le apuntará a una unificación contra los campeones de las otras versiones: el estadounidense Joshua Franco de la Asociación, el mexicano Juan Francisco Estrada del Consejo y el japonés Junto Nakatani de la Organización. Eso es lo que él pretende.
Bornea también está invicto en 18 salidas con 12 triunfos por fuera de combate, peleó en México durante 2022 y se lo cataloga como un boxeador de estilo intenso pero que puede descuidarse en algunos cruces. En su récord no aparecen nombres importantes y como dato de color, vive en la ciudad de General Santos de donde proviene Manny Pacquiao, el más grande boxeador filipino de la historia. Con esa inspiración, Bornea irá al ring. Pero Martínez subirá muy afilado física y técnicamente. Y a diferencia de sus peleas con Ancajas, lo hará como favorito. Pero cualquier pronóstico dejará de tener validez cuando se apaguen las luces del estadio y suene la primera campanada de la noche.