El estadounidense conocido como el primer paciente en el mundo en ser diagnosticado con autismo murió a los 89 años, anunciaron sus familiares. Donald Triplett, referenciado como "Donald T" dentro en la literatura científica, fue diagnosticado en 1943, cuando tenía 10 años, como portador del trastorno neurocognitivo denominado "autismo".
Como primer caso identificado por la medicina, el estadounidense cumplió un papel clave en la identificación de esta discapacidad, lo que lo llevó a responder a numerosas entrevistas y a ser tema para un documental y un libro.
Cuando era niño, Triplett no respondía a los llamados de sus padres y no se interesaba por otros niños, pero era capaz de retener información y cifras muy precisas sobre diversos temas. Angustiados, sus padres escribieron una carta de 22 páginas a un psiquiatra infantil, en la que detallaron el comportamiento de su hijo.
La misiva se mantuvo como referencia en la documentación de los síntomas del trastorno.
A pesar de su diagnóstico, que para esa época se consideraba causante de una grave discapacidad, Triplett pudo continuar sus estudios y trabajar durante más de 60 años en un banco del pueblo de Forest, Mississippi.