“Musculatura” fue una palabra repetida entre las filas de Maximiliano Abad a lo largo del último semestre para describir el trabajo del titular de la Unión Cívica Radical de la Provincia de Buenos Aires. “Hay que ganar músculo”, decían. Ese desarrollo tuvo su coronación y el legislador marplatense encabezará la lista de senadores nacionales bonaerenses de Patricia Bullrich. El ojo del abadismo también está puesto en la compañera o el compañero de fórmula de Néstor Grindetti. Y la expectativa alrededor de esa musculación está en que que permita hacer una buena carrera de resistencia evitando lo desgarros internos. O no.

Abad es hoy el presidente del bloque de Juntos en la Cámara de Diputados provincial. En el verano fue un posible precandidato a gobernador, y hasta con especulaciones de una fórmula radical pura para competir por el sillón de Dardo Rocha. Por esos días estaba fortalecido su vínculo con el neurólogo Facundo Manes, pero en las últimas semanas se desdibujó por las intenciones de Manes de mantener su precandidatura presidencial. Incluso, ya inscribió su lista. Abad prefirió transitar las instancias de definición más cerca del PRO, poniendo en valor su construcción provincial.

Al tiempo, estuvo inmerso en la discusión sobre la precandidatura a la vicegobernación, y quien había picado en punta para contar con Abad como compañero de fórmula fueron Diego Santilli y el team paloma. A fines de abril compartieron escenario en el congreso del GEN, el partido de Margarita Stolbizer, quien pertenece al mismo bloque que Emilio Monzó en la Cámara de Diputados de la Nación.

¿Por qué mencionar a Monzó? Porque es uno de los principales armadores peronistas de la provincia, hoy alineado con el team halcón de Patricia Bullrich. Desde ese lugar, junto con el miembro fundador de Cambiemos y ausente de la escena público-política, Ernesto Sanz, impulsaron a Abad como vice de Bullrich en la fórmula nacional. Al final, ese objetivo no se alcanzó porque el mendocino Luis Petri se quedó con el lugar y espera reemplazar a Cristina Kirchner al frente del Senado nacional.

De todas maneras, la UCR provincial quedó hablando de lo mismo: músculo. Y eso, evidentemente, le dio resistencia. En caso de vencer en la interna a la lista larretista, Abad cuenta con altas probabilidades de ser senador nacional, sea por la mayoría como por la minoría. Pero su carrera no termina ahí. Porque en el tironeo paloma-halcón alrededor de su apoyo, la cotización del dirigente radical se expandió.

Durante estas horas sigue en discusión si Miguel Fernández, intendente de Trenque Lauquen y presidente del Foro de Intendentes Radicales de la provincia, será quien acompañe a Néstor Grindetti en el binomio que irá por la gobernación. Para ese lugar suena además el nombre de Alejandra Lorden, actual legisladora provincial de Saladillo, titular de la Fundación Poder, quien también podría estar entre los primeros lugares de la lista de diputados nacionales. 

La interna, costumbre radical

Si bien hace unos días el presidente de la UCR Nacional y precandidato a vicepresidente de Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, tuvo un encuentro con más de 70 dirigentes boinablancas de la provincia que aspiran a ocupar intendencias, la agrupación Adelante Buenos Aires que comanda Abad cuenta en sus filas con cerca de 40 jefes comunales. A nivel provincia, su competencia directa fue el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, bancado por Morales y posible compañero de fórmula de Santilli, pero que no aglutina la misma fuerza territorial.

El possismo, cuyo principal referente en la Legislatura provincial es el diputado Walter Caruso, operó con fuerza contra el presidente de la UCR Provincia. Juntó firmas y en marzo las presentó en el partido solicitando que haya internas para elegir el candidato a gobernador por el radicalismo provincial. La iniciativa no prosperó. La figura de Abad quedó fortalecida tras las rispideces dentro del partido, e incluso también solapó cualquier intento por competir de Evolución, el ala radical de Martín Lousteau que durante algunas semanas sostuvo la candidatura de Martín Tetaz a gobernador.

Con el camino allanado, el abadismo siempre veló porque haya un candidato único. No quería PASO de Juntos por el Cambio porque considera que eso “debilita” al espacio. Su deseo no se cumplió y hoy el frente opositor va dividido en materia ideológica, filosófica, metódica, y radical. Si bien entre sus filas el rechazo para con el líder libertario Javier Milei es ecuánime, habrá que ver como transita la convivencia parlamentaria en caso de ser gobierno, dadas las intenciones públicas de Bullrich sobre conformar una alianza legislativa con La Libertad Avanza.

"Esto también lo dijo Maximiliano Abad, presidente de la UCR Provincia: bajo ningún punto de vista estamos dispuestos a que Milei sea parte de este frente político." Con esa contundencia había definido la senadora abadista Flavia Delmonte el posible vínculo con la Libertad Avanza en una entrevista a Buenos Aires/12. El líder libertario supo ser contundente en su definición sobre el ex presidente Raúl Alfonsín: "el fracasado hiperinflacionario de Chascomús que huyó como una rata". 

La idea de evitar internas conflictuó con la posición de Manes. El diputado nacional competirá bajo el sello "Dar el paso", el mismo con el que obtuvo 17 puntos en la provincia en su disputa interna con Diego Santilli en 2021, en la cual fue derrotado. Será un competidor más en las PASO de Juntos por el cambio junto Rodriguez Larreta, Bullrich y, posiblemente, Elisa Carrió. 

Su decisión no comulga con el resto del radicalismo que tejió relaciones con el PRO. Morales y Martín Lousteau quedaron en la órbita larretista, mientras que el mendocino Alfredo Cornejo y el mencionado Abad están en el bullrrichismo. Sin ellos, no se percibe otra fuente de recursos humanos para llevar adelante, entre otras cosas, la fiscalización de una elección nacional.

De Trenque Lauquen a La Plata

Si hay una ciudad que aprendió a conocer de memoria Miguel Fernández, es La Plata. Como intendente de Trenque Lauquen, pero por sobre todo como presidente del Foro de Intendentes Radicales de la provincia, se volvió un interlocutor fluido con el gobierno de Axel Kicillof en lo que respecta a las negociaciones, por ejemplo, de las leyes de presupuesto. Ese reconocimiento llega desde el peronismo, quienes afirman que Fernández es un dirigente de diálogo y consensuador.

Esas características lo llevan a estar en las puertas de ser el compañero de fórmula del intendente de Lanús, Néstor Grindetti. La vicegobernación es un hecho contradictorio en materia de jefatura: no lo sos. La presidencia del Senado de la provincia implica tener que construir los acuerdos con los 46 representantes seccionales del territorio bonaerense, muchos con un peso propio en sus partidos, y que no suelen aceptar que alguien les marque la cancha por fuera de su espacio político. Además, a diferencia de Diputados, es una presidencia que no vota el cuerpo legislativo, por lo cual no es producto de ningún consenso dentro de la Cámara.

Ese desafío debería ser transitado por Fernández en caso de arribar a Calle 51 entre 7 y 8. “Yo le rescato a Kicillof que es un tipo que tiene buena leche, podes discutir y tener visiones diferentes de la economía, dónde tiene un equipo en el que no hay hechos de corrupción, por ejemplo”, dijo a este medio a fines del año pasado. Tiene una lectura acerca de pelear por los fondos de la coparticipación para la provincia, y no cree en la judicialización de la política.

Se define alfonsinista y creyente de los acuerdos. Trabaja fuertemente el desarrollo político de Abad y constituyó un liderazgo que en la provincia es respetado por propios y ajenos. Pero el abadismo no se puede confiar porque las fugas en las filas de la UCR Provincia tuvieron su primer movimiento inesperado. El histórico intendente de Tandil, Miguel Lunghi, quien irá por su sexto mandato, no toleró que Bullrich le plantase un candidato en su territorio y pegó el salto al team paloma. “¡Muchas gracias por tu acompañamiento, querido Miguel Lunghi! Tu visión y experiencia es vital para que defendamos la seguridad, la educación y el trabajo de argentinos y bonaerenses.” Con esas palabras fue recibido por Santilli.

De Ranchos bancando a Chavez

La historicidad política de Abad es relativamente joven. Nacido en la localidad de Ranchos, se recibió de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Mar del Plata. Con 28 años, y estando al frente de la Federación Universitaria Argentina, en 2005 encabezó una marcha a favor de la Cumbre de los Pueblos. “ALCA, al carajo”, pronunció y mistificó el presidente de Venezuela Hugo Chávez en aquella jornada. Militante de Franja Morada, Abad hizo sus primeros pasos en la militancia universitaria.

Fue concejal de General Pueyrredón desde el 2007 al 2015, cuando dio el salto a la Legislatura de la provincia. Fortalecido con el apoyo del entonces vicegobernador de María Eugenia Vidal, Daniel Salvador, construyó su camino en el radicalismo bonaerense, el cual preside desde 2021 cuando le ganó la interna al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, por una diferencia de cuatro puntos: 52 a 48. 

Si hay algo que sostuvo Abad en el transcurso de su camino político, fue el vínculo con el interior provincial. Desde el 2007, última elección donde el peronismo logró cosechar un buen caudal de votos fuera del conurbano, el radicalismo supo construir poder a partir de las heridas que dejó la derrota oficialista en la votación por la Resolución 125. Ese mundo atomizado de la UCR hoy tiene un liderazgo en Abad.

Entre las dirigentes que apuestan a ocupar un lugar de mayor decisión está la diputada provincial de Saladillo, Alejandra Lorden. Médica ginecóloga, es una de las legisladoras más leales al presidente del bloque opositor. Su nombre hoy suena para estar en los primeros lugares de la listad diputados nacionales que encabezará Cristian Ritondo. Pero también como una opción para la vicegobernación, en el caso de que no se concrete el acuerdo con Miguel Fernández.