La designación de la fórmula presidencial de unidad con Sergio Massa y Agustín Rossi impactó en todo el peronismo, pero en Santa Fe dejó a muchos con el paso cambiado y en medio de las elecciones provinciales. “Desperfilamiento” fue la palabra más escuchada entre las primeras repercusiones de los distintos sectores del universo PJ que disputa todos los cargos en Santa Fe. Ni siquiera todo el rossismo pudo considerarse ganador tras la proclamación aunque Rossi pudo poner al primero de la lista de candidatos a diputados nacionales: Germán Martínez que va por la renovación de su banca en el Congreso. Las cosas son distintas para el precandidato a gobernador Leandro Busatto que disputa más que nada el voto kirchnerista más puro al igual que Marcos Cleri y Eduardo Toniolli.

Para el gobernador Omar Perotti la nueva fórmula no impacta demasiado en sus intereses aunque Rossi nunca le haya caído simpático, siempre haya sido su adversario interno y lo corrió de la cancha a la hora de conformar la nómina de candidatos a diputados nacionales. Perotti se sumó un día antes del anuncio al grupo de gobernadores, al que nunca registró demasiado, pidiendo un último esfuerzo por la unidad cuando parecía que el mar se abría hacia un abismo entre Wado De Pedro y Daniel Scioli. Algo sabía, le avisaron o intuía y eso le permitió no quedar en offside aunque De Pedro lo había incluido como símbolo federal en el video que hizo para su fallido lanzamiento presidencial. “Falta mucho todavía”, le dijo el gobernador el viernes por la mañana a los periodistas que lo consultaron por el cierre de listas nacionales cuando a la tardecita de ese mismo día se dio a conocer la buena nueva.

A Marcelo Lewandowski no le cambia la estrategia. Por el contrario, sin ser un hombre del massismo sabe que el ministro de Economía y su par de Transporte Diego Giuliano fueron clave en la trabajosa negociación con Perotti que lo llevó a ser precandidato a gobernador de Avancemos Juntos. Desde el principio, el senador nacional se encargó de marcar sus amplios límites y su independencia de cualquier línea nacional a la hora de representar los intereses justicialistas en Santa Fe.

Las decisiones que terminaron con la fumata blanca en Unión por la Patria fueron parecidas a las que determinaron la postulación de Lewandowski en Santa Fe. La necesidad de ponerse competitivos frente a un adversario que pulió sus alianzas, fue determinante.

Si bien Giuliano es El hombre de Massa en Santa Fe, los precandidatos a diputados provinciales Oscar “Cachi” Martínez y Luis Rubeo, sienten que ahora están sentados en los autos de la escudería oficial y con más posibilidades de alcanzar sus asientos en la Legislatura santafesina. Tras el estupor, los cálculos comenzaron a acelerarse respecto a cómo estos nombres de la fórmula presidencial nacional podrían impactar en los comicios provinciales.

Y después está la militancia, ese círculo cada vez más chico que expresa más claramente las opciones ideológicas y a veces, hasta pierde de vista su responsabilidad dirigencial. Las redes ardieron tras el lanzamiento de Massa-Rossi cuando ya muchos de ellos habían subido su foto con Wado De Pedro, un candidato mucho más “cómodo” para el discurso y la épica de “los hijos de la generación diezmada” como dijo Cristina Kirchner a fines de mayo en la televisión y en la plaza. Claro, muchos no escucharon la otra parte, la de los elogios al ministro de Economía que “agarró una papa caliente”. Ese mismo que pulió una relación de años con Máximo Kirchner.

“Ahora hay que ganar sí o sí”, dijo una fuente cercana al sector de La Corriente de la Militancia en Santa Fe. Porque “si bien con Wado podíamos perder, nos quedábamos con el discurso, Ahora si perdemos, no nos quedamos con nada”, señalaron pesimistas y aún afectados por el encumbramiento del hombre que creó el Frente Renovador y abandonó hace tiempo aquella “ancha avenida del medio”.

El extremo del impacto se reflejó en los twits de la concejala rosarina de La Cámpora Marina Magnani que va por su reelección. “Che, Massa si es presidente, va a reconocer a alguien que se autoperciba como presidente, como hizo con (Juan) Guaidó? Capaz que ahí es nuestra oportunidad de poner a un presidente posta”. Escribió en referencia a cuando el ministro de Economía reconoció al títere que alentaba Estados Unidos para oponerle a Nicolás Maduro en Venezuela. También la emprendió contra la esposa de Massa, Malena Galmarini que publicó una foto del candidato a presidente durmiendo bajo el título “el reposo del guerrero”. Magnani se preguntó “¿reposo del guerrero? Guerrero es el laburante que trata de sobrevivir desde hace ocho años con dos presidentes que ayudó a poner tu marido, y la deuda en dólares que le ayudó a conseguir a Macri”. Más duro es difícil de conseguir. La bronca es grande y notoria.

En otro rol, Cleri optó por seguir en foco con la campaña provincial y destacar la unidad que se alcanzó también para la lista de candidatos a diputados nacionales. Cercano a Máximo y dirigente gravitante de La Cámpora no ignora cómo se dieron estos procesos de unidad y sabe que tiene otras responsabilidades que cumplir de cara a la militancia en Santa Fe.

El Movimiento Evita busca también en el esquema, los elementos que puedan ser positivos. “A nosotros se nos ordena la cuestión en provincia de Buenos Aires donde se habilitaron internas por todos lados y tenemos mucha presencia territorial y candidatos con posibilidades”, confesó un dirigente del sector. Pero en Santa Fe y detrás la candidatura de Toniolli hay un acuerdo con Ciudad Futura que acusó el golpe de la designación de Massa aunque no públicamente por el momento. “Habrá que acomodar el cuerpo y el discurso, esta vez no es diferente al 2015 cuando desde Ciudad Futura lo militaron a Scioli frente lo que se venía con Macri”, recordó uno del Evita. 

Al final, siempre hay frases del peronismo a mano para analizar el momento: “Con el andar, una vez más, los melones se acomodan en el carro”, cerró otra fuente del sector.