El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, firmó el decreto a través del cual unifica la fecha de las elecciones generales con la presidencial del 22 de octubre. Tal como estaba estipulado, el mandatario le corrió el velo al misterio que desde hace meses venía ocupando uno de los principales debates en el mundillo político bonaerense, principalmente de la oposición que aseguraba que Kicillof “especulaba” con la convocatoria.

En una edición extraordinaria del Boletín Oficial, el gobernador convocó a elecciones para el 22 de octubre de 2023 “para los cargos de Gobernador y Vice; 23 senadores provinciales titulares y 16 suplentes; 46 diputados provinciales y 28 suplentes; 135 intendentes; 1097 concejales; 401 consejeros escolares". El decreto establece la simultaneidad de las elecciones generales "con las de Presidente/a y Vicepresidente/a de la Nación, Parlamentarios/as del Mercosur, Senadores/as Nacionales y Diputados/as Nacionales".

 

De esta manera, después de un frenético fin de semana marcado por la oficialización de las listas que participarán en las primarias del próximo 13 de agosto, el decreto 1052/23 no sólo fija la fecha de la contienda electoral sino que corporiza la coincidencia política del peronismo bonaerense con la estrategia nacional que llevará a Sergio Massa como candidato a la Presidencia y a Agustín Rossi como aspirante a vice. 

Desde que el gobernador convocó a las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, que por ley deben realizarse el mismo día que las nacionales, las versiones en torno a la estrategia para la fecha de la contienda general se empezaron a suceder de modo vertiginoso. La oposición advertía sobre “la manipulación” de la información al respecto y metía el dedo en la llaga sobre la interna en el oficialismo, a la que señalaban como la razón principal por la que Kicillof demoraba la fecha.

En la mesa chica del kicil¡ofismo no descartaban ningún escenario. “Es potestad del gobernador”, aseguraban cada vez que se les preguntaba al respecto, y advertían que la decisión se iba a tomar “en su momento”. Ese momento, siempre se dijo, llegaría después de la oficialización de listas que tenía como plazo máximo el 24 de junio. Luego del frenesí vivido en torno al armado de todos los espacios políticos que terminaron de definirse el sábado, la decisión estaba al caer. El acuerdo general de unidad al que arribó Unión por la Patria y el cambio de clima que el oficialismo comenzó a respirar luego de que se confirmaron las candidaturas de Massa y Rossi insulfaron una dosis de expectativa que terminó de confirmar el acuerdo general sobre la estrategia.

Las negociaciones a contrarreloj también confirmaron que Kicillof iría por su reelección, tal como era su intención inicial, y que la compañera de fórmula sería Verónica Magario, aquélla que lo acompañó para que el peronismo retomara el poder en 2019, luego de cuatro años de macrismo en la Provincia.

"En 2019 comenzamos el camino para reconstruir la provincia de Buenos Aires, recuperar los derechos arrebatados y transformar la vida de las y los bonaerenses. Con prioridades claras y cerca de nuestro pueblo. Pero aún quedan muchas cosas por resolver. Los invito a que sigamos construyendo un futuro con más derechos, con más oportunidades y bienestar, a seguir avanzando", escirbió el mandatario provincial en Twitter al momento de dar a conocer el spot de campaña que da comienzo de modo oficial a su camino hacia la reelección. 

En el spot, Kicillof pondera a la política "como un instrumento de transformación" y sostiene que sus "banderas y prioridades no las íbamos a abandonar por más que nos trataran de desprestigiar, que nos persiguieran mediática, judicialmente. Era en la calle, era en las plazas y la política entendida como un instrumento de transformación que viene desde abajo hacia arriba; así es como entendemos nosotros la política".

La estrategia simultánea

 

Con ese primer spot de campaña ya lanzado, el oficialismo irá con una propuesta unificada en la Provincia de Buenos Aires y con un horizonte anclado en la misma fecha. Allí, los bonaerenses encontrarán una boleta de diez tramos que, en el caso del oficialismo, llevará los nombres de Massa y Kicillof, acompañados por las boletas al Congreso nacional que lideran Eduardo “Wado” De Pedro y Máximo Kirchner. Esa situación hace presagiar una campaña cruzada en la que, como siempre se señaló, la realidad nacional se discutirá desde la provincia y la realidad provincial se planteará inserta en un escenario nacional que la performa. 

La situación también termina siendo favorable a los deseos de los intendentes del oficialismo, que venían reclamando por un espacio único de representación que les permitiese afrontar una campaña con mayores posibilidades de triunfo. En la previa de la confirmación de los armados y las estrategias, el intendente de Ensenada, Mario Secco, había advertido que un triunfo de Kicillof "garantiza que los 71 intendentes del oficialismo sean reelectos". También pedía aunar esfuerzos para pensar en un horizonte en el que el peronismo bonaerense pudiera comenzar a contar con "más intendentes, más senadores, diputados y concejales". "No cabe duda de que Kicillof genera eso en la provincia y es por eso que el 90% de los intendentes lo apoyamos", agregaba uno de los principales impulsores de la candidatura del gobernador, que también siempre pidió por una lista de unidad a nivel nacional. 

Al definir la simultaneidad, la coincidencia con el escenario nacional no se limita solo a la fecha sino que establece que la Provincia aplica la normativa nacional en lo relativo a:

  • La conformación de padrones, sin perjuicio de la utilización del padrón de electores extranjeros para las categorías provinciales y municipales.
  • Los modelos de boletas.
  • El color de boletas.
  • La designación de autoridades de mesa.
  • Los lugares de votación.
  • El escrutinio.
  • Y todo aquello compatible con el régimen de simultaneidad.

Con esa decisión, entonces, el gobernador no sólo avanza en la definición estratégica que alcanza al espacio propio sino que también unifica las campañas del resto de las fuerzas políticas que, para llegar a octubre, deberán pasar el filtro de las PASO el próximo 13 de agosto. 

Kicillof y Magario ya saben que integrarán la fórmula de Unión por la Patria, y esperan que sus principales rivales surjan de la interna de Juntos por el Cambio que se diputan las fórmulas encabezadas por Diego Santilli y Néstor Grindetti. Carolina Píparo será la candidata de La Libertad Avanza y Luis D'Elía buscará suerte desde el espacio conducido por Guillermo Moreno, Principios y Valores. 

El Frente de Izquierda definirá a su candidato entre Rubén "El Pollo" Sobrero y Alejandro Bodart, mientras el Nuevo MAS llevará a Soledad Yapura a la cabeza de la fórmula bonaerense. Otro espacio de izquierda, Política Obrera, busca alcanzar la candidatura de Pablo Busch; y Libres del Sur busca llegar hasta octubre con la candidatura de Silvia Saravia.

Todas esas fuerzas políticas deberán superar el piso del 1,5 por ciento de los votos válidos emitidos, con una lista o la sumatoria de ellas, para poder participar de la elección general a la que el Gobierno provincial convocó con el decreto que lleva las firmas de Kicillof, la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, y el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde.