Especialistas del Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología y el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, ambos dependientes de la Universidad Nacional de Córdoba y del Conicet, hallaron una planta que es capaz de bloquear células que tienen mutado un gen específico (denominado BRAC2) y son responsables en la aparición de distintos tipos de cáncer asociados al colon, mama, ovarios y próstata. Gracias a este descubrimiento se podrán crear nuevos fármacos y terapias para tratar tumores resistentes a los tratamientos actuales.
La planta, conocida por su toxicidad como ‘revienta caballos’, está presente en gran parte del país pero es popular en las sierras cordobesas, donde crece a la sombra y se la puede ver cerca de los corrales de las vacas.
Las científicas hallaron que contiene una sustancia llamada solanocapsina y puede aislar a las células con el gen mutado. Gracias a los buenos resultados iniciales, identificaron que es necesario bloquear una enzima denominada Desoxicitidina Quinasa (dCK) para matar de forma selectiva las células cancerosas.
A partir de la solanocapsina, las investigadoras desarrollaron una molécula en el laboratorio que es más activa, más selectiva y menos tóxica. De esta manera, proponen una alternativa para los pacientes oncológicos que tienen el gen BRAC2 mutado y no tienen éxito con las terapias disponibles en la actualidad.
Gracias a este descubrimiento podrían elaborarse nuevas drogas y terapias para abordar tumores que aparecen cuando muta el gen BRAC2. Aunque ya existe un tratamiento (llamado ‘inhibidores de PARP’) para combatir estas mutaciones, se registraron casos de resistencia al compuesto. Además, la alternativa que proponen las investigadoras cordobesas tiene menos efectos secundarios en las personas.
Las pruebas realizadas en distintos tipos de mutaciones fueron exitosas y todo indica que ‘revienta caballos’ puede convertirse en una buena alternativa. Aunque cada tumor es único, las científicas desarrollaron un mecanismo para matar a las células mutadas que escapan de los fármacos que se emplean hasta el momento.
La solanocapsina fue elegida por los investigadores entre más de 60 compuestos que se probaron para células mutadas. Otra buena noticia es que, según revelaron los estudios, no solo es útil para el tratamiento del cáncer, sino que también funciona como antibacteriano e inhibe una enzima relacionada con el Alzheimer.