Tras haberse graduado con honores en el Drama Centre de Londres en 2005, la actriz Gwendoline Christie hizo su debut profesional en una producción de Grandes Esperanzas de la Royal Shakespeare Company. Era una elección adecuada, y es apropiado también decir que desde entonces Christie ha cubierto largamente sus propias grandes esperanzas. En 2011, la actriz fue catapultada desde un relativo anonimato al estrellato mundial, al ser elegida para encarnar a la implacable y aparentemente invencible guerrera Brienne de Tarth en Game of Thrones, la fantasía de HBO que conquistó al planeta. De hecho, Christie se tomó ese casting muy seriamente. George R. R. Martin el autor de las novelas originales y a la vez productor ejecutivo y coescritor de la serie, recuerda que le pareció que la actriz parecía mandada a hacer para el rol desde que apareció en la audición con el traje y maquillaje completos de Brienne.
Desde entonces el personaje de armadura se convirtió en una favorita de los fanáticos. Los críticos televisivos han elodiado su “elocuente y físicamente económica performance”, y su trabajo ganó el Empire Hero Award de 2015. También inspiró la creación de numerosos sitios dedicados a ella, con nombres tan explícitos como “La Gloriosa Gwendoline Christie”. Su cuenta de Twitter (@lovegwendoline) tiene más de medio millón de seguidores. Y además, a eso le siguieron papeles tan destacados y recordados como Captain Phasma en Star Wars: El despertar de la fuerza y la Comandante Lyme en Los juegos del Hambre: Sinsajo Parte 2. Ahora, Christie se prepara para asumir uno de los roles protagónicos en la esperada adaptación a la gran pantalla de Mentes poderosas, la trilogía distópica de Alexandra Bracken con categoría de best seller.
En solo seis años, esta mujer nacida hace 38 años en Worthing (West Sussex, Inglaterra) se convirtió en una de las actrices más requeridas de este universo y el próximo. Christie, que también conoció el éxito como modelo, ciertamente llama la atención cuando entra a la habitación donde se realiza la entrevista, con un vestido de flores doradas que hacen juego con sus zapatos dorados de taco alto y su pelo platinado. Es una presencia irresistible, una mujer que queda al mando del lugar: es imposible mirar hacia otro lado.
La actriz, que mide un metro noventa, empieza celebrando el hecho de haber tenido la oportunidad de ponerse la piel de tantos personajes interesantes y poco ortodoxos. “Siempre quise interpretar roles por fuera de las normas convencionales. Por eso me pareció tan brillante que se me diera la oportunidad de ser Brienne en Game of Thrones”, dice. “Disfruto darle voz a una sección de la sociedad que no la está teniendo. Yo no interpreto mujeres convencionales. He sido enormemente afortunada de que en el mundo del entretenimiento hayan empezado a aparecer estos personajes. Realmente espero que pueda seguir representando a mujeres poco convencionales”. Christie también está encantada de que estos personajes marginados a menudo tocan una cuerda en el público. “Mi interés reside en los márgenes de la sociedad, como alguien que siente que allí es donde perteneció. Nunca espero resultados. Pero si una sola persona se siente mejor o se siente más fuerte como resultado de ver lo que hago, entonces siento que he hecho mi trabajo”.
Una vez más, en su más reciente trabajo la actriz tiene la oportunidad de encarnar a una outsider intrigante. En Top of the Lake: China Girl, continuación del celebrado drama detectivesco realizado por Jane Campion en 2013, Christie es una detective de Sydney llamada Miranda. Cuando el cuerpo de una joven mujer en traje de baño aparece en Bondi Beach, Miranda, la investigadora local, hace equipo con Robin (Elisabeth Moss, de Mad Men), la problemática técnica de la primera miniserie. Su investigación pronto las lleva al corazón de la oscura industria sexual de Sydney.
Christie revela que consiguió el papel del modo característicamente inusual. Como fanática acérrima del trabajo de Campion, le escribió una carta a la directora tras ver Top of the Lake. La actriz confiesa que “durante 18 meses no tuve el valor de enviarla”. Finalmente, se la hizo llegar a través de un amiga en común. “Recibí una hermosa carta de respuesta”, recuerda. Cuatro meses después, de pronto, la actriz recibió una nueva misiva de la realizadora que simplemente decía: “Soñé con vos. Te escribí un personaje”. Christie se sintió particularmente satisfecha de asumir el rol, dado que Miranda es muy diferente a los personajes que la hicieron famosa. “He sido muy afortunada de tener la oportunidad de interpretar mujeres fuertes, que superan los obstáculos y usan lo que las diferencia para ayudar. Se ríen en la cara de las convenciones”, reflexiona. “Miranda, de todos modos, es lo opuesto. No consigue que las cosas funcionen para ella. Realmente pelea para que su vida funcione. No tiene muchos amigos y está buscando la oportunidad de una amistad”, dice. “Miranda es lo opuesto a aquello por lo que me hice conocida. Es un desafío importante y valioso para mí. Por más doloroso que sea explorar un personaje que ha fracasado, es muy real. Es importante descubrir qué es lo que nos hace humanos y darle a eso una voz”, continúa la actriz.
Moss no tuvo absolutamente ninguna duda en volver a Top of the Lake, que fue coescrita por Campion y Gerard Lee. Sentada junto a Christie, la actriz de 35 años dice que una vez más no pudo resistirse al llamado. “Cubre tantos temas diferentes y despierta tantas preguntas... eso es la marca de un gran trabajo. Mucho después de haberla visto, te seguís cuestionando ideas. Pero a la vez es muy entretenida”. El tema principal de Top of the Lake: China Girl –que produce la BBC– es la maternidad. Según Christie, “hay un tema siempre latente, que es qué significa ser una madre. Esta serie investiga diferentes formas de ello, de maneras que no es usual ver en un show de televisión”. Coprotagonizada por Nicoles Kidman Alice Englert –hija de la directora–, la serie también ofrece un retrato fascinante de la amistad femenina. “Es una investigación muy completa de la dinámica de una relación femenina”, señala Christie. “Empieza en un lugar de desbalance, y luego se lanza de lleno en qué significa ser amiga de alguien. Examina todas sus complejidades. Explorar eso a través de una óptica femenina es lo realmente fresco e interesante de esta serie”.
Moss, que también protagonizó la celebrada adaptación a la pantalla de El cuento de la criada –basada en la novela de Margaret Atwood–, apunta que “meterme en la relación entre Miranda y Robin fue mi parte favorita de esta temporada. Es muy raro que se explore ese vínculo en las películas o en TV. Las dos son mujeres inteligentes, fuertes pero con fallas. Las dos están en los márgenes, y las dos de pronto deben estar juntas. Te pasás toda la serie preguntándote cómo es que funciona esa relación. ¡Hay que descubrirlo!”, explica. “Hay muchas complicaciones en su relación. Estas dos mujeres son enfrentadas una a otra. Tienen secretos y cada una esconde cosas a la otra. Y esta serie examina cómo todo eso cae. El modo en que empieza es muy diferente a cómo termina. Nunca hice algo así, y fue fascinante hacerlo”. Moss analiza también los puntos de comparación entre Ronin y su personaje más célebre, Peggy en Mad Men: “Robin está mucho más dañada, pero yo no las comparo. Las veo como individuos. De hecho, Robin y Miranda son mucho más parecidas, y eso es lo que lo hace tan difícil para Robin. Ve mucho de ella misma en Miranda”.
Con el notable trabajo que han hecho en años recientes, tanto Christie como Moss han probado ser excelentes modelos de trabajo, y Top of the Lake: China Girl sirve para reafirmarlo. Moss concluye que “yo soy feminista; el feminismo es tan importante para mí como dormir o respirar. Las mujeres son increíblemente complejas, fuertes, vulnerables, Inteligentes. Siempre trato de interpretar a seres humanos en los que me pueda ver reflejada. El hecho de que las mujeres se sientan empoderadas por lo que hecho es muy importante para mí. Pero es solo un subproducto de lo que hago. No es que a los seis años dije ‘¡Voy a ser un icono feminista!’. Pero es maravilloso pensar que podría serlo”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.