La directora Lucrecia Martel, quien en 2018 reveló que había estado entre las realizadoras convocadas por Marvel para hacerse cargo de Viuda Negra, reveló algunos detalles de ese encuentro y criticó duramente los productos de ese universo cinematográfico del género de superhéroes.
Según replicó el sitio especializado Variety, la autora de Zama (2017) dijo en diálogo con The Film Stage que si bien nunca vio el resultado final de la película protagonizada por Scarlett Johansson -que tuvo a Cate Shortland al mando-, sí vio otras entregas de la franquicia que no la convencieron por su propuesta a nivel técnico, en relación al audio y a lo visual.
"Resulta que algunas de ellas están disponibles en los aviones. El sonido me resultó absolutamente de mal gusto, los efectos visuales y los de sonido... Es la selección de sonidos que conectan con los efectos lo que es en verdad muy feo. Y la manera en que se utiliza la música es realmente horrible", sentenció Martel. Al respecto, la directora explicó que desde Marvel "contactaron a un gran número de cineastas mujeres", y que aunque nunca se hubiera imaginado ser parte de una propuesta como esa, le hubiera "encantado hacer una película con ellos", pero que debía tratarse de una en la que pudiera aportar algo que le gustaría "ver en ese mundo".
En ese entonces, luego de reunirse en 2018 en el marco del 10º aniversario de los estudios, Martel había comentado que "Marvel y otras casas productoras están intentando involucrar a más realizadoras", y que le dijeron que "necesitaban a una directora mujer porque buscaban a alguien que estuviera preocupada especialmente por el desarrollo del personaje de Scarlett Johansson".
"También me dijeron 'no te preocupes por las escenas de acción, nosotros nos vamos a ocupar de eso'. Y yo pensaba 'bueno, me encantaría conocer a Scarlett, pero también me encantaría encargarme de las escenas de acción'", puntualizó.
El estreno de Viuda Negra sufrió varias demoras durante la pandemia de Covid-19, antes de que los estudios decidieran lanzarla simultáneamente en cines y en la plataforma Disney+ en julio de 2021, tras lo cual recaudó cerca de 379 millones de dólares a nivel mundial.
Poco tiempo después, Johansson presentó una demanda contra Disney por un presunto incumplimiento de contrato debido a la modalidad de estreno del film, al sostener que el conglomerado obtuvo ganancias que no serían parte de su compensación salarial -principalmente basada en la venta de entradas en salas-, producto de los accesos premium para ver la película en streaming.
En un comunicado, Disney respondió que habían cumplido completamente con su contrato y que la denuncia era "especialmente triste y angustiante en su cruel indiferencia a los efectos horribles, prolongados y globales de la pandemia del coronavirus", y que su presencia en la plataforma había "ampliado significativamente su capacidad de ganar por un adicional por encima de los 20 millones de dólares" que la actriz neoyorquina había recibido hasta esa fecha. En septiembre, ambas partes alcanzaron un acuerdo que resolvió la disputa, por el cual la casa del ratón Mickey desembolsó 40 millones de dólares para Johansson, que compartió elenco con Florence Pugh, Rachel Weisz y David Harbour.