Entre las 78 fotos de oficiales de la ESMA que el sobreviviente Víctor Basterra logró sacar del campo de concentración en el que estuvo secuestrado y fue obligado a realizar trabajo esclavo para sus represores hay una que está identificada como “(Raúl) Armada”. "Capitán de Corbeta. N.G. Raúl. Sosías: Encina Carlos Alberto. Foto 1983. Actuó en inteligencia desde principios de 1982 hasta mediados de 1983. En la foto viste uniforme de la Policía Federal", escribió Basterra al lado de una de las tantas pruebas fundamentales en la causa que investiga los crímenes de lesa humanidad de la Armada en su principal centro clandestino. “Raúl” es, en realidad, Jorge Luis Guarrochena y será juzgado a partir de este miércoles como coautor de cientos de casos de secuestros y torturas, casi 90 homicidios y la sustracción, retención u ocultación de 45 niñes.
Guarrochena es el único represor que integró el procesamiento dictado por el juez Sergio Torres en noviembre de 2018, cuando todavía estaba a cargo del Juzgado de Instrucción federal número 12, que llega con vida a éste, el séptimo juicio oral y público que se lleva a cabo por los crímenes de lesa humanidad que tuvieron como escenario al Casino de Oficiales y otras dependencias de la Escuela de Mecánica de la Armada y al grupo de tareas 3.3.2 de la fuerza como patota operativa.
"Raúl" compartió aquel, su primer procesamiento con prisión preventiva, con Carlos Alberto Bengoechea, el “Vasco”; Juan Lombardo y Gerardo Enrique Ferrer. Torres halló probada en su investigación que los cuatro integraron los grupos operativos que salían a cazar víctimas para encerrarlas en la ESMA y allí torturarlas. En septiembre de 2019, esta parte de la megacausa fue elevada a juicio. En el camino desde entonces hasta el juicio que va a inaugurar este miércoles el Tribunal Oral Federal número 5 de la Ciudad de Buenos Aires, el “Vasco”, Ferrer y Lombardo fallecieron; éste último era el único que contaba con condenas previas por violaciones a los derechos humanos de la última dictadura.
Así, el integrante del Servicio de Inteligencia Naval será el único acusado en lo que será el séptimo debate oral y público que se lleva a cabo sobre los crímenes de ese campo de concentración desde que se reanudó el proceso de juzgamiento a genocidas, que ya acumula más de 50 represores condenados entre los cuatro primeros juicios por secuestros, torturas y asesinados, el proceso que se centró en delitos sexuales y el juicio contra "Churasco" Sandoval. Se espera que en octubre próximo comience otro, que también tendrá un solo acusado: Horacio Ferrari.
A partir de las 9 del miércoles, Fernando Canero presidirá el debate contra Guarrochena. Lo acompañarán les magistrados Adriana Palliotti y Daniel Obligado. La Fiscalía estará a cargo de Félix Crous y Marcela Obetko. La acusación, representada por la Secretaría de Derechos Humanos, el Centro de Estudios Legales y Sociales y KAOS. El medio comunitario La Retaguardia solicitó la transmisión del debate, cosa que aún el TOF no ha confirmado.
Guarrochena tiene 74 años. Era un treintañero cuando se desempeñaba en el Servicio de Inteligencia Naval y en la Jefatura de Inteligencia Naval del Estado Mayor General de la Armada. Según su procesamiento, desde su desempeño como agente de Inteligencia estuvo vinculado con el grupo de tareas 3.3.2 entre marzo de 1977 y febrero de 1978; entre abril de 1979 y febrero de 191 y desde diciembre de aquel año hasta el fin de la dictadura.
Fueron varios sobrevivientes de la ESMA que mencionaron a un tal “Raúl” como integrante del cuerpo represivo del campo de concentración. Pero el aporte de Basterra, que logró hacerse de documentación y de fotos de víctimas y de oficiales que él mismo sacó en el sótano del Casino de Oficiales en ejercicio de las tareas que la patota le encomendó como trabajo esclavo, completó la identificación de Guarrochena.
En el marco de su testimonio, Basterra que permaneció cautivo en la ESMA entre agosto de 1979 y diciembre de 1983, aseguró que conoció a una persona que “le decían ‘Raúl’”, cuyo “sosías era ‘Carlos Alberto Encina’", que “estuvo en el año 1981, 1982 y 1983”, que lo vió “en el sótano, en el COY y en el lugar llamado ‘los Jorges’, donde estaban las jerarquías del grupo de tareas”. Torres rescató del testimonio del sobreviviente, además, que Guarrochena “es un hombre que provenía de Acosta, Vildoza y Perren" en referencia a genocidas de altos mandos dentro de la ESMA. Por último, el juez puntualizó en el procesamiento que Basterra dijo que El acusado “había estado vinculado con el secuestro de Ricardo Haydar, militante de Montoneros que sobrevivió a la Masacre de Trelew y fue capturado en 1982, desde cuando permanece desaparecido.