Por primera vez, Horacio Rodríguez Larreta se permitió contestarle a Patricia Bullrich. Fue en el primer acto que compartió con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Tras haber sido cuestionado por intentar una alianza con Juan Schiaretti, Larreta le advirtió a los dirigentes que lo escuchaban: "No nos enganchemos con las críticas. Nosotros defendemos la unidad hagan lo que hagan los otros... las otras". Fue aplaudido por la alusión a su adversaria. El jefe de Gobierno ensayó su discurso de polarización con el kirchnerismo y repitió un latiguillo: "Vamos a terminar con el kirchnerismo para siempre", amenazó.
Fue un acto en el que ambos candidatos mencionaron la prisión de Milagro Sala en Jujuy y la reivindicaron. "Eso es lo que representamos", llegó a decir Larreta, quien defendió toda la gestión de Morales, desde ese encarcelamiento hasta la actual represión en la provincia que gobierna. "Se la bancó cuando metió presa a Milagro Sala y a la Tupac Amaru", afirmó el jefe de Gobierno sobre su compañero de fórmula.
El escenario fue en el club en Tres de Febrero, donde el intendente PRO Diego Valenzuela se alineó con Larreta en la interna. También mostró en las gradas el marco de alianzas: estaba José Luis Espert, estaba "Toty" Flores (representando a Elisa Carrió), estaba Cynthia Hotton, Florencia Arietto, entre otros. Y por supuesto el candidato a gobernador Diego Santilli.
"No sólo buscamos un cambio de gobierno. Obviamente buscamos terminar con el kirchnerismo para siempre. Para eso vamos a impulsar un cambio profundo", afirmó contra la acusación de "tibio" que le suele dedicar Bullrich. De hecho, Larreta lanzó en redes una serie de spots para contestarle a su adversaria en el que muestra medidas contra el Gobierno nacional que hizo como jefe de Gobierno y termina irónicamente diciendo: "Ah, pero me tiembla el pulso".
Macri, el mal ejemplo
Larreta defendió su línea acuerdista y puso como ejemplo de lo que pasa cuando no se tiene un marco de alianzas suficiente al gobierno de Mauricio Macri: "Ya tuvimos una experiencia donde iniciamos un proceso de cambio en la buena dirección y no lo pudimos sostener. Eso no nos va a volver a pasar. Ya nos pasó una vez, no lo vamos a volver a repetir”, remarcó sobre lo que fue la derrota de Macri.
También planteó su propuesta para una reforma laboral (ya hace años que habla de eliminar las indemnizaciones por despido). "Vamos a modernizar el sistema laboral. Terminar con la industria del juicio que es una catástrofe. Y cambiar el sistema de planes sociales que atenta contra el trabajo", remarcó.
Luego se metió con la educación, área que reduce su participación en el presupuesto de la Ciudad año tras año. "Hoy los chicos en la Argentina, en tercer o cuarto grado, no saben leer y escribir. Esto es el kirchnerismo, lo que nos dejan. Se van, les queda poco”, bramó. Puso como ejemplo lo que hace Morales en educación, sin mencionar que tiene un paro docente y marchas de los maestros todos los días, desde hace semanas.
Larreta aseguró que seguirá haciendo una propuesta por día por los próximos 45 días.
Milagro Sala como medalla
El jefe de Gobierno porteño aseguró que va a encarar su eventual presidencia "con la misma firmeza Gerardo liberó a todos los jujeños del yugo de la Tupac Amarú que controlaba la provincia”. Y respaldó cada tentativa represiva de su compañero de fórmula: "Esta semana vimos todos como se la bancó con temple, firmeza y diálogo. También se la bancó cuando metió presa a Milagro Sala y la Tupac Amaru, que tenía un gobierno paralelo en Jujuy. Eso es lo que representamos”.
Morales sacó pecho al mencionar cómo metió presa a su principal opositora cuando protestó en una plaza (y sigue presa desde entonces). También dijo que las protestas en Jujuy las resolvió "con autoridad". Pero se diferenció de lo que propone Bullrich: "Lo que necesita la República Argentina es liderazgo, carácter, experiencia de gestión, que no es andar a los gritos ni hacerse el bravo, sino experiencia, logros y decisiones”.
Sobre las alianzas con Schiaretti y otros que propusieron junto con Larreta, Morales también tuvo algo para decir: “No tomamos el atajo, el camino de achicarse y de convertirnos en una secta, sino de sumar voluntades que quieren lo mejor para el pueblo argentino", aseguró.
Fue un acto cargado de mensajes internos de una pelea en las PASO que recién está arrancando, donde Larreta buscará a la vez robarle el lugar de dura a Bullrich y polarizar con el peronismo.