Saudade gastronómica
Ahí nomás del cruce de las avenidas Córdoba y Callao, el Mercado de San Nicolás suma aires de barrio con un mercado que tiene dietética, pescadería, rotisería, almacén de delicatessen y algunos locales de comida. Entre ellos, el de Robertinho Food, un defensor de la cocina brasileña en la ciudad porteña.
Roberto Menezes Mathias nació en Sobadinho, Brasilia. Vino a la Argentina en 2009 para estudiar ingeniería. Con saudade por su país empezó a elaborar coxinhas siguiendo recetas de sus tías. Arrancó vendiendo a amigos, hasta que tomó la decisión de ir por más: dejó la carrera y empezó a trabajar en restaurantes. Durante la pandemia muchos comenzaron a pedirle comida a domicilio: así nació y creció Robertinho Food, que en 2021 estrenó local dentro del mercado.
Las coxinhas son un emblema de la cocina callejera de Brasil: entre una empanada y una croqueta, están rellenas de pollo deshebrado, todo envuelto en una masa de caldo de pollo, manteca y harina, empanizada y frita. Roberto suma además otros sabores: matambre, bondiola, espinaca, queso (todas, $600) y camarón ($700). El combo de cuatro con un jugo natural, por ejemplo de maracuyá, sale $3000.
Ahora, en otoño, vale la pena pedir platos contundentes, como la feijoada con arroz, farofa y naranja ($3200 completa), el strogonoff de pollo y champiñón con papas pay ($3000), el bife con feijao, arroz, cebolla caramelizada y farofa ($3200). También algunos días preparan especiales como bobó de camarones, strogonoff de langostinos o la moqueca de peixe y camarones ($3900), entre otros. Para noches más festivas hay caipirinha de maracuyá o de lima ($2000) y cervezas en lata ($600/700). Y de postre salen obligados brigadeiros de chocolate amargo y beijinhos de coco (6 unidades a $900).
Abierto en horario de mercado, hay desayunos tardíos y meriendas con açai, frutas, granola, miel y leche condensada ($1500), ideal para acompañar con un jugo ($1500) o un café del puesto de al lado.
Platos abundantes, sabrosos, nutritivos. Y reales: un viaje al sabor del Brasil hogareño.
Robertinho Food queda en Av. Córdoba 1750 (Mercado de San Nicolás). Horario de atención: lunes a sábados de 11 a 24. Instagram: @robertinhofood.
Maíz, mandioca y queso
Más allá de la numerosa comunidad paraguaya que vive y trabaja en Buenos Aires (casi un tercio de la población extranjera en la ciudad proviene de aquel país), su gastronomía tiene todavía pocos representantes porteños. Por suerte, hay excepciones: una de ellas es Karu, en el barrio de San Cristóbal, un local modesto con pocas pero amplias mesas, donde la colectividad se junta para comer sabores conocidos mientras una televisión pasa canales de Paraguay.
Apenas se entra, se percibe la amabilidad propia de los dueños, embajadores de la calidez de su tierra natal. En guaraní, Karu significa comer: y acá se come bien y abundante. Hay sopa paraguaya (como un pastel de harina de maíz y queso, $750); chipa guazú (pastel de choclo, $750); mbejú (una tortilla de almidón de maíz y mandioca, queso, grasa y leche, $700); chipa so’o (con relleno de carne picada, $600); asadito de vaca o cerdo en forma de brochette ($500); butifarra ($450); y pajagua mascada, una especie de hamburguesa pequeña de carne picada, mandioca, huevo y verdeo ($400). También ofrecen empanadas y croquetas de mandioca ($480) y algunos platos más locales como milanesas y hamburguesas ($1800). Las promos para compartir traen varias opciones como la Caja Box San Juan, que incluye tres empanadas de mandioca, tres pajagua mascada, tres croquetas, dos mbejú, dos chipa so’o y una sopa paraguaya ó chipa guazú, cuatro asaditos y dos butifarra, todo por $9000.
La estrella de la casa es el bori bori, un caldo con bolitas de maíz y huevo, que solamente preparan los viernes al mediodía, y que sale con guarnición de mandioca ($1200). Los clientes frecuentes la esperan con ansias: es ideal reservar la porción o ir temprano para poder probarlo.
Los habitués suelen ser familias y amigos inmigrantes paraguayos de primera, segunda o tercera generación que se acercan para probar platos auténticos de su lugar en el mundo. La mejor garantía de que la cocina de Karu es respetuosa de su origen, para felicidad de la gran colectividad paraguaya que hay en la ciudad.
Karu queda en Constitución 2733. Horario de atención: lunes a sábados de 12 a 15 y de 19 a 23:30. Instagram: @karu_pybsas.
Cruzando los Andes
Hace ya varios años que Checho, un chileno radicado en Buenos Aires, empezó a vender las empanadas típicas de Chile a la salida del show de La Bomba del Tiempo, en la puerta del Konex. Le iba bien: los clientes ya avisados corrían detrás de estas empanadas de tamaño extra large, ideales para culminar una noche de baile furioso al ritmo de los tambores.
Después vino la pandemia, con los consabidos cierres y aislamientos. Checho pensó qué hacer y decidió seguir ofreciendo estas mismas empanadas, ahora por delivery y en sus versiones de hongo de pino y de mariscos ($700). De a poco comenzó a sumar otros clásicos callejeros chilenos, como las sopas de vacuno o marisco ($1000), los churrascos italianos, chacareros o los barros luco (unos sándwiches de carne mechada y jugosa, $1800), el pastel de choclo (como un pastel de papa pero con choclo por encima, $2200), y, por supuesto, los completos, esos panchos chilenos que llevan palta, tomate y chucrut ($900 el común; $1000 el vegetariano). Una comida completa debería sumar un “terremoto”, un cóctel a base de vino patero, helado de ananá, granadina y fernet ($1200), un más clásico piscola ($1200) o una michelada, una cerveza servida en un vaso con sal y picante al borde ($700).
Hoy en día Checho abrió un espacio en el living de su casa, donde prepara la comida para delivery y donde también suele realizar eventos pop up, recibiendo amigos a través de un efectivo boca a boca. Escribir al WhatsApp es una buena opción para decisiones de último momento: probablemente haya algo sucediendo en ese mismo instante.
Gracias a una cocina honesta y sabrosa, en este último tiempo Checho se convirtió en uno de los pocos referentes de la cultura gastronómica chilena en Buenos Aires, apuntando tanto a inmigrantes en búsqueda de los sabores de su patria; como a locales ansiosos, con ganas de conocer una cocina distinta y desconocida.
Una opción al alcance de la mano para viajar por un ratito al otro lado de la cordillera.
Lo de Checho queda en Alberti 768. Delivery: 11-5492-2637. Horario de atención: miércoles y jueves de 18 a 22, viernes a domingo de 15 a 24. @lodechechoempanadas.