"Queremos que reconozcan nuestros derechos", reclamó ayer el colectivo LGTBIQ+ frente al Palacio Legislativo en la ciudad de Salta durante la marcha del orgullo. "Queremos que se derogue la ley antipiquetes", exigieron sobre la ley denominada de "convivencia y conciliación ciudadana" que fue vetada parcialmente el 10 de junio pasado. "Basta de violencia simbólica", manifestaron frente a la Central de Policía. "Queremos la separación entre Iglesia y Estado", corearon frente a la Catedral Basílica que había sido vallada más temprano, tanto por el acceso de la calle Mitre como por la peatonal que separa al edificio histórico de una banca privada. También permaneció con vallado perimetral todo el frente y una fuerte custodia policial observó atentamente a les marchantes.
Les salteñes del colectivo de diversidades sexuales se manifestaron ayer
por las calles céntricas de la capital de la provincia para recordar una fecha importante. Cada 28 de junio se memoran en Occidente los disturbios que ocurrieron en 1969 en un bar llamado Stonewall Inn, dentro de un barrio de Nueva York conocido como Greenwich Village. Entre esa fecha de finales de junio y principios de julio de aquella década, ocurrieron manifestaciones espontáneas debido a una redada policial que había ocurrido en el interior del bar del barrio neoyorquino. El hito fue clave y se recuerda en la actualidad como el "Día del orgullo", porque permitió generar cohesión dentro del movimiento de diversidades sexuales tal como se lo conoce hoy en día en Occidente.
Les marchantes del colectivo salteño se congregaron durante la tarde de ayer en el sector simbólicamente más democrático de la plaza principal de la ciudad de Salta: frente al Cabildo Histórico. "Hace 3 años que se realiza esta marcha en junio. Decidimos salir a reivindicar esta fecha como se hace en todo el mundo, porque antes realizábamos un acto simbólico", dijo Nelson López Díaz, fundador de Orgullo LGBTIQ+ Salta.
Todas las diversidades sexuales se encuentran representadas dentro de la comisión que organizó la manifestación de ayer. "No binaries, transexuales, bisexuales, pansexuales, demisexuales", enumeró López Díaz. "Estamos pidiendo la derogación del artículo 114", continuó en alusión al Código Contravencional de Salta, "porque al existir una Ley de Identidad de Género por si sólo debería caer", aclaró. Se trata de un artículo que prohíbe y pena con multa la oferta sexual en espacios públicos. Por otro lado, durante la entrevista con Salta/12, López Díaz no dudó en criticar la implementación del cupo travesti y trans: "Deja mucho que desear. Reclamamos que el cupo sean pleno y real", dijo.
Las organizaciones del colectivo LGTBIQ reclamaron también la adhesión provincial a la ley nacional 27675 sancionada en 2022. Se trata de un instrumento legal que garantiza de manera integral y con perspectiva de género el acceso gratuito a diagnóstico, tratamiento y medicamentos relativos al VIH, hepatitis virales, tuberculosis y otras infecciones de transmisión sexual. "Como el promedio de vida es de 30 años, también reclamamos una ley de reparación histórica para las personas trans", recordó una de las voces de la organización que tomó la posta en el micrófono y continuó leyendo el pliego de demandas cuando les marchantes caminaban por el microcentro salteño.
"Frente al avasallamiento de nuestros derechos, respondemos con orgullo y con ternura", proclamaba un pasacalle que portaron les miembres del movimiento salteño. Otra de las demandas planteadas fue la verdadera implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas públicas provinciales, y la derogación del Registro de Obstructores de Lazos Familiares en el ámbito del Poder Judicial de la Provincia. Por último, pidieron una ley de adopción que contemple las crianzas huérfanas que integran el colectivo.
Ya frente a la Legislatura salteña, el colectivo recordó la existencia de muchas otras diversidades no reconocidas, como "Indias Lesbianas". "Hoy marchamos porque nuestra existencia continúa siendo perseguida, hostigada y discriminada. Nuestras elecciones de vida saben de dictaduras sobre nuestros cuerpos", leyó una representante del colectivo ARPIAS. "No nos referimos a las miradas sobre el colectivo que provienen de Estados Unidos o Europa", leyó. "Son las tortas, las marimachas, lesbianas, maricas, trabas, putas y putes que somos indias, indies, negras, negros afrodescendientes. Indígenas que marchamos con el orgullo de nuestra sangre, de nuestras costumbres, y de nuestro color".
Señalaron que la pelea por los derechos de les hermanes jujeñes indica hoy el camino a seguir. "Estos gobiernos colonialistas, tanto provinciales como nacional, están usurpando territorios ancestrales. El extractivismo está matando a nuestres hermanes y contaminando el agua y la Pacha. Marchamos también", continuaron, "porque el colectivo LGBTIQ+ y feminista sigue enfrentando al racismo". Luego preguntaron a la multitud reunida frente al Palacio Legislativo: "¿Dónde está Tehuel?", por Tehuel de la Torre desaparecido en 2021. "Nadie lo busca", reclamaron. Recordaron que nunca se reconoció su verdadera identidad a Santiago Cancinos, que desapareció en 2017 y fue hallado colgado de un árbol en 2021.
Antes de continuar caminando por la calle Mitre rumbo a la Central de Policía de Salta, recordaron el proceso de defensa de
derechos que atraviesa el pueblo jujeño. "Salimos con la wiphala y la
bandera del orgullo para que flamee por las calles de esta Salta racista
y clasista. Marchamos diciendo: Pachamama o muerte", afirmaron, en una frase que generó aplausos.
La marcha continuó su recorrido por la avenida Belgrano, la calle Zuviría y luego España para concluir nuevamente en la plaza 9 de Julio. Sin embargo, faltaba una parada final: la Catedral de Salta. Allí reclamaron que Estado e Iglesia deben permanecer separados. Reclamaron a la feligresía católica que debe cesar la violencia simbólica. "Es hora de respetar a todas las diversidades", dijeron frente al templo más importante de la Iglesia Católica en Salta.
Hubo miradas inquisidoras desde los cafés céntricos, y también aplausos de comerciantes y empleados que saludaron a les marchantes. La Marcha del Orgullo concluyó en paz. Congregó durante hora y media de recorrido a buena parte del colectivo LGBTIQ+ que habita en Salta capital.