Tras cumplirse dos años de la denuncia radicada en contra de un concejal de Juntos por el Cambio, la ex funcionaria del municipio de la capital riojana decidió salir a contar en primera persona el calvario que viene padeciendo.
Sofía Batalla es tesista de la Licenciatura en Ciencias Políticas de la UNLaR, empezó a militar hace 6 años en la Franja Morada y de ahí pasó a formar parte de la Juventud Radical, donde conoció a su presunto agresor. Cuando Inés Brizuela y Doria asumió la intendencia de capital hace 4 años, Sofía fue designada como Directora de Articulación e Innovación Digital en el Municipio, en aquel entonces Enrique Balmaceda era el principal referente del espacio político. Hace dos años su vida cambió porque optó por denunciar a Balmaceda tras una agresión sexual.
"Yo sufrí un intento de violación y lo sobreviví", relata Sofía, quien explica que se demoró en radicar la denuncia porque lo primero que intentó fue resolver la situación sin recurrir a la Justicia Antes de denunciar pidió ayuda a la gente de su espacio para no tener que ir a trabajar estando su agresor en el lugar.
Según el relato de Sofía, su espacio pretendía que ella se sentara a "arreglar sus diferencias" con su presunto agresor sexual, por lo que en junio de 2021 radicó la denuncia penal contra Enrique Balmaceda. El caso en la actualidad sigue en instrucción, el concejal sigue en funciones y Sofía fue despedida sin mediar ninguna explicación.
En mayo de 2022 hubo un juicio político en el que el concejal fue apoyado por los colegas de su espacio que desmintieron en conjunto los hechos denunciados ante la justicia. Los discursos revictimizantes parecían ser una premisa muy consensuada por el bloque de Juntos por La Rioja y en votación nominal al peronismo no le alcanzó para destituir al concejal porque necesitaba las dos terceras partes del cuerpo. Sobre 15 votos, necesitaban 10 y contaron con 9. Los 6 votos restantes que correspondían a Juntos por La Rioja votaron por la absolución, incluido el mismo imputado.
En ese mes Balmaceda fue procesado, pero su defensa apeló la desición y el caso volvió a instrucción sosteniendo que “juzgar con perspectiva de género no es lo mismo que adherir a una postura feminista". La jueza que atendió la apelación argumentó que de la declaración de la víctima se desprenden testigos que no fueron indagados, y desde entonces la causa quedó parada en instrucción.
Actualmente Sofía se fue de la provincia para alejarse de su agresor y su entorno. Ella dice que se siente más segura "en las calles de Buenos Aires a las 5 de la mañana que en caminar por La Rioja a las 11 de la mañana". Desde allá twitea lejos de su familia y sus amigos de toda la vida, sintiendo que "todo funciona en un mecanismo constante de acusación hacia nosotras, y no hay opciones, o te alienas o te vas".