Benji Gregory fue uno de esos "niños estrella" que dejó la TV de los 80. Su personaje, el menor de la familia Tanner, era el amigo y cómplice de ALF, el extraterrestre peludo que vino de Melmac para poner patas arriba a una familia típica norteamericana.
En una entrevista realizada hace cuatro años, el actor ahora retirado contó cómo fue la experiencia de trabajar en el set de una de las series más queridas y también los sinsabores que le dejó esa fama fugaz.
"Al principio fue magnífico, tenían todo armado y me voló la cabeza", reveló Gregory al periodista argentino Fede Carestía sobre su primer día en el set de filmación de ALF. No obstante, afirmó que "al principio fue complicado" mirar al titiritero que manejaba al querido alien peludo, pero que "después de un tiempo" se terminó acostumbrando y la marioneta y "se hicieron amigos".
Por qué Benji Gregory dejó la actuación
El exactor señaló que después de ALF "se cansó de todo". "Terminó siendo una molestia, porque trabajaba muchas horas. Todos los días me levantaba a las cinco de la mañana y no volvía a casa hasta las siete u ocho de la noche", recordó.
Y agregó: "Para mí, siendo tan chico, se volvió irritante tener que hacer eso todos los días, por eso dejé la actuación".
Sin embargo, también influyó en su decisión "querer ser un chico normal" ya que varios niños de su edad, en la escuela, por "envidia" terminaban haciéndole bullying.
En este sentido, sostuvo que no fue una revelación que tuvo "de la noche a la mañana", sino que se fue dando "de a poco".
Su relación con las adicciones
En otro tramo de la entrevista, Gregory relató los momentos que compartió con Max Wright, quien hacía de su padre en la ficción y tuvo un final trágico luego de que la prensa amarillista revelara que consumía crack y había tenido relaciones sexuales con vagabundos.
"Me mantuve en contacto por un tiempo porque los dos estuvimos juntos en Alcohólicos Anónimos", expresó.
Y volvió a recordar que consumió drogas "por cinco años" y, luego de haber asistido a varias reuniones de Alcohólicos y Narcóticos Anónimos, se lo cruzó en una de ellas.
Luego manifestó que tuvo un accidente de tránsito y un juez lo envió a rehabilitarse, por lo que, al momento de la entrevista, estaba 10 años sobrio. "Eso me ayudó a dejar las drogas", aseguró.
Por último, Gregory afirmó que le gustaría volver a ser actor. "Pero ya es tarde, ¿no?", se lamentó.
Por un tiempo, el exniño actor se enlistó en la Marina estadounidense pero hoy vive cómodamente gracias a que -por consejo de su padre- invirtió sus ganancias de la sit-com en la bolsa de valores.