El aspartamo es uno de los endulzantes no azucarados más utilizados en la industria de los alimentos ultraprocesados a nivel global. Descubierto en 1965 por la multinacional farmacéutica G. D. Searle and Company, se estima que es de 150 a 200 veces más dulce que el azúcar.
Este año, sin embargo, podría ser declarado como “posible carcinógeno en humanos” por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que semanas atrás desaconsejó el uso edulcorantes no azucarados para controlar el peso corporal o reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT), como enfermedades cardiovasculares, algunos cánceres y la diabetes.
El aspartamo es un polvo blanco, cristalino, sin olor, que deriva de dos aminoácidos: el ácido aspártico y la fenilalanina. Su nombre químico es L-alfa-aspartil-L-fenilalanina metil éster y su fórmula química es C14H18N2O5. Cuando es consumido, el aspartamo se metaboliza en sus aminoácidos originales y tiene un bajo contenido energético.
La capacidad de endulzar de este elemento fue descubierta en 1965 por James M. Schlatter, cuando estaba trabajando sobre una droga contra las úlceras y se derramó por accidente un poco de este polvo sobre su mano. Contra toda norma de seguridad, el hombre se lamió la mano y se dio cuenta que tenía un sabor dulce.
El aspartamo suele usarse como edulcorante de mesa y se comercializa bajo varias marcas como Natreen, Canderel y NutraSweet. También está presente en populares bebidas dietéticas saborizadas, caramelos, yogures, té helados, cacao en polvo, chicles, condimentos de mesa como kétchup y hasta cereales o barritas nutritivas, entre una casi interminable lista.
Cuánto aspartamo se puede consumir por día
Desde 1981, el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la OMS y la Organización para la Agricultura y la Alimentación viene afirmando que su uso es seguro dentro de los límites diarios aceptados: 40 miligramos por kilogramo de peso corporal. Un adulto que pesa 60 kilos, por ejemplo, tendría que beber entre 12 y 36 latas de bebida dietética, dependiendo de la cantidad de aspartamo en la bebida, todos los días para estar en riesgo.
El aspartamo también fue declarado seguro para consumo humano por las agencias de más de noventa países, incluida la FDA, que lo describe como uno de los aditivos más estudiados de la historia.
En 2005, Morando Soffritti, de la Fundación Ramazzini, realizó un estudio con 1800 ratas durante ocho años en la ciudad italiana de Bolonia y concluyó que el aspartamo podría tener efectos cancerígenos. Sin embargo, esa investigación fue evaluada por la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) y por la FDA y fue desechada por sus numerosos errores metodológicos.
Este año, por primera vez desde su creación en 1965, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), la rama de investigación del cáncer de la OMS, podría incluir este producto en la lista de elementos "posiblemente cancerígenos". La decisión se conocerá el próximo 14 de julio. La inclusión en ese listado, de concretarse, podría generar preocupación entre los consumidores, dando lugar a demandas y presiones para que los fabricantes cambien recetas y busquen nuevas alternativas.