Después de muchas promesas de reapertura frustradas, y tras cumplir sus 80 años de vida, finalmente “el Teatro Alvear reabrirá sus puertas”, confirmó el ministro de cultura porteño Enrique Avogadro. "Queremos que vuelva a brillar y sea una referencia en la calle Corrientes. El Teatro Alvear se está preparando para que muy pronto podamos volver a disfrutarlo", dijo.

Pasaron nueve años desde que el teatro cerró sus puertas, un tiempo considerable durante el que distintos sectores de la comunidad teatral y cultural reclamaron por su reapertura. Esta vez, la fecha en la que se dijo está previsto se levante el telón, es la tercera semana de julio, pocos días antes de que se desarrollen las PASO en Capital.

La primera obra que se podrá ver en escena será Edmond, del dramaturgo francés Alexis Michalik. Acá, la versión local será interpretada por Miguel Ángel Rodríguez, Felipe Colombo y Vanesa González.

Una de las características del Alvear es que es el segundo más grande del Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA), después del San Martín, y tiene una capacidad de alrededor de 800 espectadores, distribuidos en la platea, un sector de pullman, una tertulia y un sector de palcos. Por su escenario pasaron un centenar de espectáculos y figuras representativas de la escena artística como Tita Merello, Mariano Mores, la orquesta de Anibal Troilo, Roberto Goyeneche, Hugo Midón, y Roberto Carnaghi, entre muchos otros.

El emblemático teatro fue inaugurado el 22 de abril de 1942 de la mano de su fundador, Pascual Carcavallo, un empresario teatral de la época. Durante un cuarto de siglo lo administraron los descendientes de su creador, hasta que pasó a depender de la Secretaría de Cultura de la Ciudad. Sin embargo, el 24 de mayo del 2014 como producto de una crisis generalizada del CTBA, que agrupa a ese y otros cinco teatros públicos de la Ciudad, el Alvear tuvo su última función. Su cierre se justificó bajo la promesa de una obra de "reacondicionamiento de cubiertas e instalaciones" que tenía como plazo de ejecución ocho meses, pero hasta el día de hoy no volvió a abrir.

A lo largo de estos años las diferentes autoridades que se sucedieron prometieron fechas de puesta a punto del teatro que nunca se concretaron. Al menos fueron cuatro: mayo de 2016, fines de 2017, mayo de 2018 y mayo de 2019. A esa situación se sumó un incendio que sufrió el espacio cultural en agosto de 2018, que afectó parte del frente, la marquesina y el techo, provocando tristeza y alarma en el sector.

Sobre la demora en la reapertura, Avogadro argumenta que hubo que establecer prioridades, y que las obras no se hicieron “por la restricción de recursos que sufrió la ciudad a raíz de la quita de la coparticipación”. A eso, agrega, se sumó el contexto de salida de pandemia, por lo que definieron reabrir en el 2021 el cine teatro El Plata en Mataderos, “un barrio que no tenía salas en funcionamiento, con mucho menor acceso a la cultura que la calle Corrientes”.

Desde el gobierno de la Ciudad aseguran que en 2018 ya se había iniciado de puesta en valor del teatro, en la cual se buscó restituir aquello que había sido dañado tras el incendio y contempló, principalmente, la restitución de la fachada, el hall de la planta baja y el primer nivel, los vestuarios, boleterías y sanitarios. En agosto de 2022, empezó la segunda etapa de la puesta en valor del teatro, que incluyó la mejora integral de la sala principal, el escenario y los camarines. La parte estética de la restauración arquitectónica teatral, y el diseño de renovación de la caja escénica, recuperando los materiales tales como bronces, madera y colores originales de pintura, quedaron a cargo de la artista y escenógrafa Julieta Ascar.

“Tuvimos el desafío de recuperar su arquitectura y ponerla en diálogo con la actualidad; de modernizar sus condiciones escénicas y al mismo tiempo recuperar los antiguos sistemas necesarios para su funcionamiento”, sostiene la directora del Complejo Teatral de Buenos Aires, Gabriela Ricardes.

Según confirman desde la página web el gobierno de la ciudad, “todo el trabajo estuvo diseñado por un equipo interdisciplinario de técnicos, ingenieros y una diseñadora escénica, que buscó potenciar los recursos escenotécnicos preexistentes incluyendo nuevas tecnologías”.

Aunque casi una década después las obras no se terminaron, y todavía se esperan los trabajos finales, la reapertura de un histórico espacio para la cultura será, después de tantas promesas, un hecho.