Expresamos nuestro posicionamiento sobre las declaraciones de, según el Presidente de la Nación Mauricio Macri, "el mejor Ministro de Educación de los últimos 50 años". Lo hacemos tal como sus declaraciones, despojados de todo cuidado y respeto por alguien que dice claramente: "El camino que hemos emprendido todos los días tiene un metro más de asfalto, una sala más, un pibe más que está preso". Declaraciones que realiza mientras permanece desaparecido el joven Santiago Maldonado.
Decimos que Bullrich es una basura. No tenemos problema de fundamentar esta definición. Bullrich no sólo ha sido impulsor y artífice de los discursos más retrógrados en torno a los derechos humanos y la educación pública, ahora también pone como estandarte el hecho de apresar pibes.
Su discurso no tiene estadísticas ni bemoles. No tiene fundamentos ni humanidad. Quien ha estado a cargo de la cartera educativa en lo que va del macrismo tiene la pública definición de equiparar la delincuencia punible con "los pibes". No dijo "narcos", "corruptos", "lavadores de dinero", "pedófilos", ni siquiera "asaltantes". Dijo pibes.
Los pibes, jóvenes pobres de barrios periféricos son los enemigos a eliminar. No importa qué hacen, hicieron y qué lugar en las estadísticas del delito tienen. Nadie habla de eso porque hablar de eso es exponer que los enemigos públicos estereotipados con gorrita o capucha, no son quienes mayores daños generan a la vida en el marco de la renombrada "inseguridad".
Desde esta Central insistimos que los pibes son pibes, que no son peligrosos, sino que están en peligro. Y lo están por todos los actores que Bullrich no nombró al catalogar al delincuente tipo, y porque Bullrich tiene responsabilidad pública y los tiene como blanco de su política que, vistas estas declaraciones, ya no deja resquicios para no ser catalogada lisa y llanamente de fascista. Como dice el querido Osvaldo Bayer, Hitler hizo gran cantidad de autopistas en la Alemania nazi y hay quienes eligen valorarlo por ello.
