Habitar el mundo de Frank Zappa es tan complejo como atractivo, pero hay que animarse. Así lo hicieron Leonardo Piantino y sus Ratas Calientes, cuando en 2013 coincidieron en un proyecto al que no pueden ni quieren resistirse. Por eso, luego de cinco años, las Ratas Calientes de Piantino regresan y con show doble: La música de Frank Zappa se presentará hoy y mañana a las 20.30 en La Usina Social (Jujuy 2844).

“Luego de una gran ausencia de los escenarios, éste es el regreso. Entre nosotros había una especie de pedido, porque aun cuando quien tuvo la idea original y hace los arreglos soy yo, el grupo tenía muchas ganas de volver a tocar. Si bien sabemos que económicamente no es lo más rendidor -a la hora de dividir la recaudación, un octeto no es lo mismo que un dúo o un cuarteto-, todos los integrantes pedían por la vuelta. En nuestro grupo de WhatsApp aparecía la pregunta: ‘Che, ¿cuándo vuelven las Ratas?’, y también la respuesta: ‘Lo que pasa es que Leonardo no se pone las pilas’ (risas). Así fue durante bastante tiempo, hasta este año, cuando dije que volvíamos y el entusiasmo fue buenísimo”, comenta Leonardo Piantino a Rosario/12.

La formación de las Ratas Calientes no puede ser mejor, todos talentosos: Leonardo Piantino (saxos alto y soprano, flauta, arreglos), Julio Kobryn (saxo tenor, clarinetes bajo y soprano), Bruno Lazzarini (trompeta y flugelhorn), Franco Espíndola (trombón), Mariano Ruggieri (teclados), Cristian Loza (guitarra eléctrica), Tutu Rufus (bajo eléctrico), Sebastián Mamet (batería). Por si fuera poco, la función de hoy contará con la presencia de Rocío Giménez López en reemplazo de Mariano Ruggieri, que estará mañana.

“Cuando el grupo se originó, surgió de la necesidad de hacer algo distinto, y acá podíamos combinar un montón de cosas. Es una música muy complicada de tocar, pero es bonita para cualquier persona que la escuche, sea que conozca a Zappa como también no; combinada además con la potencia de un grupo grande, de un octeto. Por un lado, está la posibilidad de entretenernos, tocando la música, que ya de por sí es desafiante; y con la posibilidad que ofrecen los arreglos, que es donde yo metí más la mano. En la primera época de Zappa hay solos de distintos instrumentos, pero luego llega un momento donde son solos suyos, de guitarra, con los demás músicos que acompañan. Yo traté de diversificar un poco, en relación a cuál tema pensar para que haya un solo de saxo tenor y otro de trompeta o de guitarra. El grupo tiene espacio para el lucimiento individual de cada uno, así que hay un balance entretenido, tanto para el músico como para el público, al ver a un octeto”, continúa Piantino.

-De acuerdo con tu recorrido, ¿qué es lo que te aporta o provoca la música de Zappa?

-La música de Zappa no es jazz, pero al tocarla se pueden usar muchas cosas que tienen que ver con mi bagaje, tanto a la hora de hacer los arreglos como al tocar solos improvisados. Hay mucho del jazz moderno, que si bien no es exactamente lo mismo, permite que sea compatible con el vocabulario de Zappa, como para meter nuestro bagaje como improvisadores sobre estas estructuras que él ideó en su momento, y que estuvieron un poco adelantadas a su época. Por todo eso es que me resulta atractivo tocar su música.

-Si te pregunto qué te enseñó esta música, de forma distintiva, ¿en qué pensás?

-El grupo solo toca música de Zappa, pero tengo ganas de hacer alguna vez un tema propio, que pueda sonar con un estilo similar, y hacerle creer al público que es suyo. En su música destaca la composición, lo épico, cómo el tipo mete melodías, ritmos, armonía, con un sentido compositivo muy serio, donde cada nota está justificada, y todo lo que pasa en la canción, por extraño o alocado que parezca, tiene una relación temática con lo que fue presentado al principio de esa canción. Hay mucho ahí para aprender, sobre cómo él trabajaba sus materiales.

Desde el debut en 2013, Leonardo Piantino y sus Ratas Calientes contaron siempre con una respuesta activa por parte del público, y fueron convocados por distintos festivales de jazz, como los de Santa Fe, Venado Tuerto y La Cumbre. El regreso a los escenarios responde también al interés de quienes escucharon al grupo: “Mucha gente quiere volver a vernos o escucharnos por primera vez. Hace unos días, una alumna de saxo me decía: ‘Te iba a ver con las Ratas Calientes con mi viejo, cuando era chica’”. Por si fuera poco, el despliegue de músicos que ofrece es por lo menos admirable; como el saxofonista dice: “Cada uno de ellos es un baluarte de la ciudad en su instrumento, están los que vienen del lenguaje del jazz como los que no, son todos excelentísimos músicos, que por suerte están conmigo en este proyecto. La presencia de Rocío Giménez López el sábado, en lugar de Marino Ruggieri, permite sumar aún más buenos músicos a la formación”.