El 60 por ciento de los hogares rosarinos tiene un perro o gato por una cuestión esencialmente afectiva y para compañía. Debido a esto la ciudad se perfila como un territorio con alta presencia de animales, una característica que la diferencia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde 6 de cada 10 casas no cuentan con mascotas. Los datos surgen de un trabajo conjunto entre la Usina de Datos UNR y las cátedras Salud Pública y Epidemiología de la carrera de Medicina Veterinaria que diseñaron el módulo de tenencia de animales presente en la Encuesta de Hogares Rosario.
La relevancia de esta información yace en “la posibilidad de formular estrategias y políticas públicas de mejoramiento del estado sanitario y bienestar animal, así como a prevenir y controlar las enfermedades habituales en estos animales, evitar enfermedades zoonóticas y mordeduras a personas en la ciudad y la región”, expresa el informe.
La encuesta arroja que existen aproximadamente 41 perros y gatos cada 100 personas, pero la distribución de estos animales no es homogénea en el territorio rosarino. En los distritos oeste, noroeste, sudoeste y norte existe una presencia que supera en más del doble al distrito centro, y es el sudoeste el que posee mayor cantidad, con 16 perros y/o gatos cada 10 casas.
La mayoría de los hogares de Rosario (el 59,1%) tiene, al menos, un perro y/o gato propio. De este valor, el 34% tiene perros solamente, el 12% solo gatos y el 13% ambas especies. Se estima en promedio dos animales por unidad de convivencia.
De las mascotas presentes en los hogares, aproximadamente 7 de cada 10 son perros. “Los perros expresan una mayor predisposición a relacionarse con las personas, inclusive pueden llegar a ser dependientes de éstas. En este sentido, es una especie que desarrolla su vida en función de un grupo social de pertenencia. Por su parte, los gatos muestran mayor adaptación a vivir en grupos sociales o de manera solitaria, según el contexto y las condiciones que provean las personas”, afirman los investigadores.
Quienes son propietarios de su vivienda eligen alrededor de un 70 % la tenencia de perros, mientras que los que alquilan poseen caninos en un 54,6% y felinos en un 45,4 %. “La condición de inquilino se vincula con la posibilidad de convivir con mascotas en función de que el propietario o el consorcio lo admitan. Entre los motivos de la no admisión se encuentran los potenciales daños o deterioros que puedan causar a la propiedad, la aversión por las excreciones, el rechazo a los ruidos producidos con los ladridos o maullidos y la simple negación a la convivencia con animales. En general, estos motivos se exhiben más ante la especie canina que la felina”, expresa la investigación.
Considerando el tipo de vivienda, más del 80% de las mascotas viven en casas, mientras que alrededor de un 15-17% en departamentos. Y en cuanto a los tipos de hogares, se observa que alrededor de un 40% de los perros y gatos se encuentran en aquellos conformados por parejas con hijos. “Esta preferencia podría basarse en el vínculo emocional que se genera entre perros y humanos, de reciprocidad, apoyado en características como la sociabilidad o la tendencia de los caninos a acercarse e interactuar con personas, la docilidad como plasticidad de adaptar su conducta en función del entorno, la tolerancia a restricciones impuestas por seres humanos y la capacidad de sincronización con las personas como respuesta adaptativa que propicia la cohesión de grupo”, analiza el estudio.
El 46,7% de los hogares rosarinos tiene a un perro como integrante, a razón de 28 canes cada 100 personas. Al describir los atributos de esta población, se observa que tanto machos como hembras representan alrededor de un 50% cada uno, es decir que no existen preferencias por sexo.
Según edad, se constata que poco más de la mitad de los perros tiene entre 1 y 7 años cumplidos, es decir que pueden ser considerados como adultos jóvenes. Por su parte, un 30,4% tiene 8 años o más, lo que permite caracterizarlos como animales gerontes. Esta estructura poblacional muestra una distribución etaria con tendencia a la longevidad.
“La etapa de adultez de los perros se caracteriza por expresar al máximo su interacción con congéneres y con otras especies, incluyendo a los seres humanos. Las interacciones se basan en conductas afiliativas, de juego, de agresividad, de dominancia o sumisión, que resultan en una convivencia social con humanos y otros animales. La etapa geriátrica se caracteriza por expresar más problemas de salud. Una estructura poblacional más longeva es reflejo de las buenas estrategias de cuidados por parte de las personas”, reconoce el informe.
Respecto a atributos fenotípicos se relevaron tamaño y raza de los perros. Se destaca, en primer lugar, la presencia de animales de tamaño mediano (43,2%), en segundo lugar, los de tamaño pequeño (36,6%) y, por último, los perros grandes (20%). A su vez 6 de cada 10 perros no pueden identificarse con una raza determinada, lo que muestra una preferencia de convivencia más allá de caracteres raciales y una mayor presencia de perros de menor porte y mestizos.
Si se pone la lupa en el sexo de estos animales, existe una tendencia clara de las hembras sobre los machos. Una posible hipótesis de esta preferencia está vinculada a la característica territorial de los felinos machos: “Estos realizan marcajes con orina acarreando dificultades en la convivencia del hogar”. Al hacer foco en la raza de la población felina, la imposibilidad de precisar una en particular es mayor que en perros. Los resultados muestran que 9 de cada 10 gatos no se corresponden con una raza específica.
Sobre la talla de esta población, el escenario es similar al de los perros: priman los ejemplares de tamaño mediano, seguido por aquellos de tamaño pequeño. Los ejemplares caracterizados como grandes apenas superan el 5%.
Un aspecto central en cuanto a la convivencia de animales con personas, lo constituye la atención médica veterinaria. En este sentido, el 77% de los animales en hogares rosarinos acudieron a una consulta veterinaria en los últimos doce meses.
En cuanto a la vacunación contra la rabia, el 76,8% recibieron la dosis anual para ser inmunizados contra esta zoonosis, un porcentaje de cobertura que se aproxima a lo recomendado por el Ministerio de Salud de la Nación en la “Guía para la prevención, vigilancia y control de la rabia en Argentina”
Por lo que se refiere a la esterilización de ambas poblaciones, los datos revelan que aproximadamente 7 de cada 10 gatos y 5 de cada 10 perros fueron esterilizados por decisión de sus tutores. “La esterilización alcanza una masividad en la población de estos animales. Esta situación está vinculada a la persistencia de políticas públicas que facilitan el acceso e implementación de esta práctica”, sostienen los investigadores.
Cabe destacar, respecto al hábitat de cada especie, que un 94% de los caninos viven dentro del hogar, siendo un porcentaje menor en los felinos (82,4%). Por último, no existen grandes diferencias entre perros y gatos respecto al motivo de tenencia que expresaron sus tutores: los escogieron principalmente como compañía. La convivencia se reconoce como una relación afectiva absolutamente auténtica que puede desdibujar la frontera entre especies.
El Informe “Las poblaciones de perros y gatos en los hogares de la ciudad de Rosario. Un análisis estadístico de sus características” puede verse completo en: https://unr.edu.ar/datos-e-informes/