Los fiscales que investigan varios de los hechos de más alto impacto público en la ciudad, ofrecieron ayer una rueda de prensa en el Centro de Justicia Penal, en un alto de la extensa audiencia imputativa, en la que explicaron que todo se debió a una disputa interna dentro de la banda de Los Monos, en la que dos sectores se disputan poder y negocios. Específicamente responsabilizaron a Pablo Nicolás Camino como jefe de una asociación ilícita que ordenó desde la balacera al supermercado propiedad de los suegros de Lio Messi, el brutal crimen del artista callejero Jimi Altamirano, hasta el asesinato del dueño del carrito Milton de Pellegrini 3200, asi como balaceras e intimidaciones varias con el objetivo de ganar el manejo de negocios que gerencia la barra de Newell's, cuyos líderes quedaron retratados en una bandera que se extendió en la tribuna el día del partido despedida de Maxi Rodríguez.
"Los negocios ilícitos disputados por esta asociación ilícita son el negocio de la venta ambulante en proximidades del estadio de Newell's, el dinero obtenido a partir del estacionamiento público de vehículos en las inmediaciones del estadio, la organización de seguridad en eventos y espectáculos públicos del club, traslado de hinchas a otras provincias, etc" según afirma la acusación.
El trabajo coordinado de tres unidades fiscales, llevo a al conclusión que ayer se terminó de volcar una audiencia imputativa: el grupo fue señalado como responsable de 18 balaceras y cinco homicidios entre noviembre del año pasado y marzo, en el marco de la interna violenta en la organización del clan Cantero. Por un lado se ubican Camino, Leandro Vilches presos en el pena de Rawson, y por el otro "Toro" Escobar y "Pollo" Vinardi, presos en Ezeiza, a quienes les reclamaban una deuda de 60 mil dólares. El poder y el dinero fueron los motores de esta guerra.
El titular de la Agencia de Criminalidad Organizada Luis Schiappa Pietra aseguró que la mayoría de los acusados planificó los delitos desde prisión y en ese marco contó que en las escuchas telefónicas expuestas en la audiencia quedó en claro que algunos de los investigados “hablaban horas desde el lugar de alojamiento”. “Esto ya excede al derecho a la comunicación de los reclusos, es una alusión clara a cómo se administra el Servicio Penitenciario. Esto, en su mayoría, pasó en cárceles federales”, amplió.
A su lado el fiscal Matías Edery remarcó que esta facción de Los Monos, liderada por el preso de Rawson Pablo Nicolás Camino “usaba instituciones públicas para dejar carteles”. “Sabían así que iba a haber repercusión y lo iba a conocer la organización antagónica. Casi que se hablaban en la pública por los carteles, y esto después repercutía en balaceras donde había homicidios o heridos”, agregó. Y en esa línea agregó solo por los homicidios, los acusados podrían ser condenados a penas de prisión perpetua.
Como caso resonante, Edery mencionó que Altamirano fue “agarrado de los pelos” en 27 de Febrero e Iriondo y obligado a subirse a un auto. “Lo mataron frente a quienes hoy manejan la barra brava de Newell’s. Dos días antes de ese homicidio habían baleado al chofer de uno de los cabecillas”, afirmó y explicó que está prófugo el autor material del homicidio de músico callejero.
Por su parte el fiscal Franco Carbone explicó que “el ataque (al Supermercado Único) buscaba un alto impacto mediático, generar conmoción pública. Fue la primera hipótesis que manejamos. La familia Roccuzzo no tenía nada que ver con el ataque, buscaban visibilidad. El objetivo era perjudicar los negocios formales e informales de los líderes de la barra brava de Newell’s”, aseguró.
Adrián Spelta, jefe de la unidad fiscal de Homicidios Dolosos, también apuntó que entre los crímenes imputados está el de Benjamín Echevarría, quien formaba parte de la organización. “Como mensaje, lo llevaron y lo ejecutaron en la puerta de otro domicilio para mostrar rivalidad. Al día siguiente, con un auto robado dos meses antes, mataron a Wilson Silveira (dueño del carrito de comidas Milton) con la misma modalidad”, comentó.
El grupo de pesquisas destacó en varios tramos de la charla con la prensa el hecho de que quienes ordenaban estos hechos violentos estaban detenidos bajo responsabilidad del Servicio Penitenciario.
La imputación más pesada es hacia el jefe de la asociación ilícita Pablo Camino, los delitos de amenazas coactivas calificadas por el uso de armas en carácter de instigador, y en grado de consumado por la balacera a la subcomisaría 26 de Villa Gobernadro Gálvez. Además del homicidio calificado de Lorenzo Altamirano, el de Jorge Maturano, y el de Pablo Latorre, quien acompañaba en el velatorio de Teniente Agnetta al 1700 al hijo de Maturano, posible blanco del ataque.
Jorge Gustavo Maturano fue acribillado en la madrugada del lunes 20 de febrero en barrio Santa Lucía, en la zona Oeste de Rosario De acuerdo a la reconstrucción del homicidio hecha por la Policía, Maturano abrió la puerta de su casa después de escuchar golpes y sicarios le dieron ocho tiros con una pistola calibre 9 milímetros, según las vainas halladas en la escena.
Los fiscales revelaron que la organización está activa al menos desde noviembre del 2022 cuando Camino, condenado por el crimen en la cárcel de Coronda de Rubén “Tubi” Segovia- a quien mató a puñaladas lo que le valió el apodo de 'Carnicero'- toma distancia del grupo de Agustín “Tato” Leguizamón, Toro Escobar y Pollo Vinardi hasta marzo de 2023, cuando fue detenida una de las organizadoras, la Gorda Anto (pareja de Olguín, alias Gordo Elim y preso en Coronda desde donde operaba y hacía cumplir las órdenes que Camino impartía desde Rawson, la mayoría a través de comunicaciones telefónicas).
El grupo además estaba integrado por Axel César, sindicado tiratiros, William Axel Martínez, quien seguía las directivas de Camino en pos de recuperar inmuebles, ejecutar hechos delictivos puntuales y recaudar dinero. La tarea de proveer insumos al grupo la fiscalía se la endilgó a Tais Natividad Frettes, Lucas Martín Castillo e Ignacio Axel Nahuel Núñez se ocupaban de cumplir las órdenes impartidas por el mandamás, contaron.