La expectativa es enorme. Mariana Enriquez, la autora de Nuestra parte de noche, la escritora que despierta pasión en adolescentes, jóvenes, adultos, evita toda pose. "Es largo, prepárense que son como dos horas", avisa casi al final de la entrevista sobre No traigan flores, la performance en la que lee algunos de sus textos -y a veces, textos de otros-, con música de Horacio "Mono" Hurtado, en contrabajo y el arte visual efímero con arena de Alejandro Bustos. Ella es hipnótica, tanto al escribir como al hablar, así que más bien se esperan dos horas de pura tensión narrativa y disfrute. "Me divierte, me parece que la gente se divierta también, es una forma de poner la lectura en otro lugar menos solemne", dice Mariana sobre la experiencia escéncia que llegará el miércoles 12 de julio al teatro El Círculo.
La propuesta se la hicieron Paula Niccolini y Martín Giménez, productores del espectáculo. "Cuando los chicos me lo ofrecieron yo pensé, por qué no, si hay gente que lo quiera ver, por qué no probar. El primero que hicimos nos preguntamos qué iba a pasar y después, ya supimos que funciona", sigue el relato de Mariana, que gusta de responder con calma y detalle. "Es algo que yo no llego a entender. Yo creo que uno nunca llega a entender el mecanismo por el cual hay un montón de gente que se copa tanto con lo que uno hace, porque lo que vos hacés es tu mundo. Entonces, es raro decir qué les gusta tanto. Pero ocurre y me parece que está bueno compartirlo de otra manera, que no se quede siempre en los lugares muy convencionales", se explaya sobre la experiencia que permite a sus lectores y lectoras acercarse en presencia al tenebroso y fascinante mundo de Mariana Enriquez.
También le entusiasma que "es un espectáculo, con una entrada y qué sé yo, porque hay otros artistas, a los que hay que pagarles, iluminadores, gente que labura". "Y eso también me gusta, porque a partir de una persona que lee sus textos, con algún comentario y algún cambio de ropa como para jugar y un poco de estética, eso de una forma muy extraña se convierte en una mini compañía de laburo y está bueno, porque la literatura es muy estática", relata su entusiasmo.
Mariana responde con atención y mejora en sus respuestas cada preguntas. Todo lo contrario de un menú predigerido. Una de las pocas palabras que repite tiene que ver con la diversión: "para que me divierta", "que sea divertido". Es una persona atenta al otro, amante del intercambio. Así se la ve en la única red social en la que hoy está, Instagram, donde responde a quienes le escriben, publica fotos con imperdibles comentarios sobre músicos, actores, películas y también republica el fan art que le hacen llegar sus tantos seguidores. También eso se verá en El Círculo, en una pantalla, durante los intervalos. Son, en general, dibujos y recreaciones plásticas de sus personajes, sobre todo de Nuestra Parte de Noche, pero también de sus libros de cuentos como Las cosas que perdimos en el fuego.
Desde Bajar es lo peor, publicada en 1995, su prestigio fue creciendo. Lo que pasó después de su última novela, Premio Herralde en 2019, fue otra cosa: una marea de amor y fanatismo. "Cambió mucho la relación con el público a partir de esa novela y sobre todo creo por haberla compartido, entre comillas, estando todos encerrados", dice a Rosario/12 pocos días antes de llegar a la ciudad con su performance. Sus intereses siempre pueden convocarse. En una entrevista por streaming con Juan Nemirovsky, además, toma nota de las sugerencias del actor, que le cuenta sobre las catacumbas del Teatro El Círculo ("Nadie me había contado sobre lo realmente importantes de la ciudad", se queja la escritora, jocosa) y de otros espacios para explorar en la ciudad.
Ya tiene prevista una visita guiada al cementerio El Salvador, una experiencia que -de la mano del secretario de Cultura municipal, Dante Taparelli- irá en la línea de otro de sus libros Alguien camina sobre tu tumba: mis viajes a cementerios.
El mundo de los intereses de Mariana es tan vasto que parece inabarcable. Quienes leen sus notas lo saben: cualquier cosa que capture su atención se convierte en objeto de estudio, y reluce a través de su mirada. De todo eso habrá en El Círculo. "Es una combinación entre ficción y no ficción. Hay textos periodísticos en general, columnas de género íntimo, en los que hablo de mí misma para tratar de hablar de algo más grande", adelanta. Entre los tantísimos que tiene para elegir, hay un texto sobre su decisión de no ser madre. "Es sobre mí, es sobre lo que a mí me pasa, pero ese texto es como una especie de intervención: contar el amplio rango de posibilidades que tiene una mujer que no tiene ese deseo y decir 'estamos bien y basta de torturarnos con esto'. O sea, no es solamente yo y mis circunstancias, trato de que tenga cierta amplitud", describe. Los textos de no ficción varian más porque Mariana los glosa con comentarios, algo del contexto o las circunstancias de la escritura, y no quiere aburrirse.
Sus textos de ficción son la estrella y en esa elección talla la cuestión de la brevedad. Lo que más le interesa es "ir cambiando". "Sobre todo, para sorprenderme a mí misma, para no contar siempre lo mismo, para no decir siempre los mismos chistes, porque no es un espectáculo que tenga un guion fijo ni una dramaturgia. Son lecturas, es una performance. "Entonces, si caigo en repetir el mismo chascarrillo o el mismo comentario, se vuelve muy duro para mí, me empieza a aburrir y me parece que no tiene que ver con lo que quiero hacer: compartir la lectura", relata sobre el proceso de seleccióndel inmenso universo de sus textos.
Sabe que no pueden faltar uno o dos fragmentos de Nuestra parte de Noche, la apasionante y arrolladora novela que comienza con el viaje de Juan y su hijo, Gaspar, y lleva durante casi 700 páginas a sus lectores de las pestañas entre Misiones, Buenos Aires, Londres, mundos subterráneos y otros evidentes, amores inconmensurables y violencias latentes. Cuando se publicó la novela, no imaginó que la convertiría en una rock star de la literatura. "No, para nada, por muchos motivos. El más elemental fue cuando salió. La novela ganó el Premio Herralde, que se da en octubre o noviembre, después tenés un tiempo antes de publicarla. Entonces, salió a fines de 2019. En España pude hacer un poco de promo, porque era el invierno allá, pero viene el verano acá y después llegó el covid", relata sobre la oportunidad de su librazo. En ese momento, pensó que era una lástima. "No me lamenté tanto, porque era muchísimo más grande el drama que estaba pasando alrededor. Yo misma estaba asustada, como todo el mundo. Pero en un punto pensé que era una lástima porque no lo iba a leer nadie", dice.
Pero pasó algo completamente distinto. "La gente leyó mucho durante la pandemia, ese libro lo leyeron muchos durante la pandemia. No sé del todo bien por qué, lo que la gente me dice cuando pregunto es que los ayudaba a estar en otro mundo, que necesitaban un libro fantástico. Algunos me dicen que tenían ganas de leer sobre un mundo que no tuviese relación con el de afuera, que no sabían si volvería a ser igual, que necesitaban una especie de dispersión, cosa que yo no entendía al principio, sobre todo por lo dark que es ese mundo", relata algo de lo que empezó a pasar entonces, y nunca paró. Las entradas para No traigan flores están a la venta en Ticketek y en la boletería del teatro.