La primera semana después del cierre de listas dejó los puentes en ruinas entre las facciones de Juntos por el Cambio que compiten en las PASO. La andanada de insultos que le dedicó Patricia Bullrich a Horacio Rodríguez Larreta, luego de que él dijera que el modelo de ella y el de Mauricio Macri ya fracasó no dejó mucho lugar para reconciliaciones. En el larretismo ponen en duda que Bullrich acompañe a Juntos por el Cambio si pierde. Sospechan que podría terminar en los brazos de Javier Milei. En el entorno de Bullrich sospechan que Larreta cambió de estrategia porque el efecto de la candidatura de Sergio Massa, que le puede comer votos.
Fue una semana de ataques internos y fuego amigo. Larreta explicó que el modelo polarizante de Bullrich fue el mismo que intentó Macri y fracasó. Bullrich le contestó que es un "ventajero", "oportunista" y que "hace cualquier cosa por un voto". Del otro lado, le retrucaron que pare con las "bravuconadas". Un clima hermoso se vive en la coalición opositora.
Ventajita y ventajero
"Ventajita" le decía Macri a Sergio Massa (no en la cara, sino frente a sus funcionarios). "Ventajero", le dijo Bullrich a Larreta. Para ella, los dos son lo mismo. Y hasta podrían acordar, suele decir a los propios, gobierne quién gobierne. De hecho, hay quienes creen que la irrupción de Massa podría explicar el ataque de Larreta a la dupla de Bullrich-Macri. Concretamente, consideran que Massa lo perjudica a Larreta dado que le come votos de centro que quizás "Wado" De Pedro no hubiera convocado.
Otros del entorno de Bullrich, en cambio, no encuentran explicación al comportamiento de Larreta. "No sirve una campaña así. Esperemos que se tranquilicen", afirman. No obstante, como detalló este diálogo, hay cero diálogo entre las partes: Larreta y Bullrich en este momento no mantienen ni siquiera un canal a través de segundas líneas para poder dirimir estas cuestiones. En su momento, la mesa nacional del PRO había designado en esos roles a Juan Pablo Arenaza (por Bullrich) y a Fernando Straface (por Larreta). La realidad es que, más allá de algunos contactos formales, ese canal nunca funcionó. Y ahora tampoco.
¿Bullrich acompaña?
En el larretismo, lamentan que la oposición esté dando una imagen de pelea permanente mientras el oficialismo se va ordenando. Contrastan las chicanas a cielo abierto con la imagen de Massa abrazado a Daniel Scioli. "No importa si es una hipocresía como la de esos dos. ¡Tendríamos que estar haciendo algo parecido!", braman cerca de Larreta.
El nivel de furia con Bullrich es indisimulable, especialmente porque lo trató a Larreta de "oportunista": "Bullrich no puede hablar de oportunismo: en su trayectoria política dio más saltos que un canguro. Fue montonera, estaba con Ibarra cuando él compitió Macri, después en la Coalición Cívica. Viene con la furia de los conversos", dicen. No obstante, destacan la disciplina de la tropa propia que no salió a responder, aunque -como puede verse- ganas no faltaban.
En el medio, hubo algunos llamados y algunos reproches. Por ejemplo, un armador de Larreta lo llamó al presidente del PRO Federico Angelini para levantarlo en peso porque Carolina Losada dijo que si pierde, no acompaña a su adversario en Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Angelini -que la acompaña en la fórmula- respondió con evasivas.
Y en el larretismo extrapolan la pregunta a lo nacional: ¿Bullrich va a acompañar si pierde o se va con Milei? "Nosotros tenemos una historia de internas: cuando Macri compitió con Ernesto Sanz y Elisa Carrió, luego fueron todos a ganar la elección, lo mismo en la interna porteña entre Horacio y Gabriela Michetti. Acá parece que Bullrich parece apostar a construir una enemistad sin retorno", dicen.
Con las manos en la Massa
Sobre el Efecto Massa, en el larretismo hacen una lectura distinta que la del entorno de Bullrich: consideran que la jugada de ella es intentar pegarlo a Larreta al candidato oficialista por su amistad. Por eso, Larreta se esforzó toda la semana por explicar que están distanciados como amigos y que se encuentran en lugares políticos opuestos. El archivo no siempre lo ayuda...
El análisis del larretismo es que hay que reaccionar a lo que implica la candidatura de Massa: "El kirchnerismo se corrió al centro y Pato cree que le gana llamando solo a los extremistas". Por eso, Larreta buscará recuperar votos de centro. Y sentencian cerca del jefe de Gobierno: "Lo mejor que le puede pasar a Massa es que gane Bullrich la interna".
¿Cómo sigue la interna? En el larretismo no alberga ninguna esperanza de que Bullrich vaya a cambiar y que no vaya a utilizar todo para atacar a su adversario interno. En el bullrichismo, consideran que Larreta usará cada pequeña ventaja que encuentre. En ese clima de desconfianza total interna, hay poco terreno para bajar los decibeles, aunque de ambos sectores aseguran que eso sería lo mejor. Nadie está dispuesto a dar el primer paso.