En medio de la tensión después de cuatro días de movilizaciones y saqueos por la muerte de Nahel M., de 17 años, su funeral se realizó en medio de la más estricta intimidad, a petición de su familia, para no exacerbar todavía más el densoclima que se respira en Francia.
Las exequias comenzaron a las 11 de la mañana en la funeraria de Mont-Valérienm en la ciudad de Rueil-Malmaison, siguiendo el rito musulmán. Según los testigos de Le Monde, muchos vecinos de Nanterre se acercaron a la funeraria, a una prudente distancia, para mostrar sus respetos. Es más, la familia dispuso una comitiva de seguridad formada por amigos y allegados que marcaron un cordón para alejar a los medios y a los desconocidos. Los restos mortales de Nahel fueron trasladados a la mezquita de Ibn Badis de Nanterre, donde se pronunció el salât janaza, la oración fúnebre y luego fueron enterrados en la sección musulmana del cementerio de Mont-Valérien.
Tensión en las calles
En un comunicado remitido en las últimas horas a los medios franceses, la familia del adolescente reiteró sus peticiones de intimidad y llamó a la calma ante la enorme tensión que se respira en el país. Previo al funeral, hubo 1.311 detenidos durante la madrugada, incluidos 406 en París y alrededores, a los que se suman 79 policías y gendarmes heridos, según el último balance del Ministerio del Interior.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció que mantendrá la movilización de 45.000 policías y gendarmes: "Hemos puesto muchos recursos en Lyon y Marsella sin dejar desprotegido al resto", apuntó el ministro durante una visita a la comisaría de Dreux. "Va a ganar la república, no los alborotadores", añadió, al tiempo que reconoció que si bien la violencia en París disminuyó durante las últimas horas, la situación en Marsella y Lyon continúa siendo "inaceptable". Debido a esta situación, la ciudad francesa de Marsella suspendió la realización de eventos públicos previstos para este sábado, entre ellos la marcha del Orgullo. Además, la policía local emitió una orden general que estipulaba la interrupción de la circulación de vehículos a partir de las 19.00 horas.
A la vista de la gravedad de los disturbios, el presidente francés, Emmanuel Macron, postergó la visita de Estado a Alemania que tenía programada entre este domingo y el próximo martes, a pesar de tratarse de un viaje de gran importancia estratégica. "El presidente (Frank Walter Steinmeier) lamenta la cancelación, pero comprende la razón de la misma, en vista de la situación en el país vecino. El presidente federal sigue los acontecimientos con gran atención", expresó la Oficina de la Presidencia de Alemania en Berlín en un comunicado.
Por su parte, en un intento de apaciguar las aguas, la Selección francesa de fútbol también publicó un comunicado, en el que señaló que la violencia debe parar y que debe darse lugar a maneras pacíficas y constructivas de expresarse. "Desde este trágico suceso, asistimos a la expresión de una cólera popular que comprendemos en el fondo, pero no podemos aceptar en la forma", escribieron los futbolistas, según consignó el diario Le Monde.