El debut como directora de Judith Davis en la película francesa Tout ce qu'il me reste de la révolution (Todo lo que me queda de la revolución) sigue a la desafiante Angèle, interpretada por la propia Davis, una activista comprometida con la lucha por el cambio. Desde que tenía 8 años, cuando se abrió el primer McDonald's en Berlín oriental, ha estado luchando contra la maldición de su generación: haber nacido "demasiado tarde", en el momento de la depresión política mundial. Enojada y decidida, Angela se dedica tanto a intentar cambiar el mundo como a huir de las encuentros amorosos.  (Disponible en la plataforma Mubi)