El voto rosarino no desentonó con el del resto de la provincia de Santa Fe que en su mayoría respaldó a la gestión de Cambiemos. Entre Roy López Molina y Ana Laura Martínez, que se enfrentaron en la principal interna para concejales en la ciudad, casi duplicaban a los postulantes mejor posicionados de las otras fuerzas. Como lo indicaban casi todas las encuestas de los últimos días, López Molina empezó a crecer vertiginosamente hasta superar a Anita. También los sondeos acertaron con la performance del peronista Roberto Sukerman, que fue el candidato más votado de la segunda fuerza electoral en Rosario y le seguía Pablo Javkin, representante del oficialismo municipal en la lista que impulsaban el gobernador Miguel Lifschitz y la intendenta Mónica Fein.

En el resto de la grilla, en orden descendente, aparecían Eduardo Trasante de Ciudad Futura, Daniela León del Frente Renovador, Carlos Cossia de Alianza Espacio Grande, Majo Geréz del Frente Social y Popular y Virginia Grisolía del Frente de Izquierda y los Trabajadores. A la hora de buscar candidatos que no estuvieron a la altura de las expectativas que tenían, aparece Martín Rosúa que fue cabeza de una lista puramente radical; su primo Fernando Rosúa por el Movimiento Evita, Sebastián Chale del radicalismo que enfrentó en la interna a Javkin y Sebastián Artola. Capítulo aparte era para la candidatura del ex jugador de Newell`s Ariel "La Chancha" Cozzoni que pasó en la interna del peronismo a varios candidatos experimentados.

 

 

Si bien estas PASO son la primera etapa de un proceso eleccionario que culminará el 22 de octubre, la tendencia que empezó a marcarse ayer parece irreversible. Primero porque la elección tuvo en Rosario como en el resto de la provincia una concurrencia atípica: Votó más del 70 por ciento del electorado, cuando en las anteriores primarias de 2013 y 2015 lo había hecho apenas un 65 por ciento de los electores. Después, en las generales, casi siempre se está por encima del 80 por ciento. Y segundo, porque son muchos los puntos descontados por la primera fuerza.

Con todo, hay antecedentes de las elecciones pasadas donde la intentada Fein había sido derrotada en todas las seccionales y en las generales pudo recuperarse con el aporte que le hicieron Javkin y María Eugenia Schmuck.

El triunfo de Roy sobre Anita puede ser un agravante para el resto de los aspirantes a la intendencia dentro dos años. Porque eso es lo que se jugaba en esta potente interna del PRO. Ya Fein pudo imponerse en 2015 porque Anita no era una figura como para confiarle la gestión de la ciudad. Roy es más serio para ese cargo, más candidato porque es un cuadro político y no sólo una cara joven con un discurso light bien al estilo PRO. Anita parece más una candidata de los primeros tiempos del macrismo, sin perfiles muy definidos. López Molina tiene aspiraciones y además una formación política diferente.

Con todo, cualquiera de los dos dependerá excesivamente de la performance que tenga el gobierno nacional de acá a dos años. Si en esta elección el tema económico y social pareció no pesar demasiado, es evidente que la situación puede cambiar totalmente para el 2019.

Al cierre de esta edición los candidatos a concejales más rezagados estaban contando voto por voto para ver si llegaban a los 11 mil necesarios requeridos para pasar a la vuelta electoral de octubre.