Un nuevo peritaje determinó que en una jeringa secuestrada en el departamento del empresario Francisco Sáenz Valiente, procesado por el homicidio culposo de Emmily Rodrigues, había ketamina, por lo que la querella cree que la modelo brasileña también fue inyectada con esta droga antes de caer del sexto piso y analiza pedir una imputación más grave para el acusado.
En tanto, la jueza de la causa, María Fabiana Galletti, actualmente a cargo del juzgado en lo Criminal y Correccional 31, se declaró incompetente para seguir investigando el caso ya que, entre los delitos que se le imputan al empresario está el suministro de estupefacientes, que tiene competencia en el fuero federal.
El informe pericial fue realizado por la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Gendarmería Nacional que realizó un análisis químico cualitativo de psicotrópicos y estupefacientes en una serie de muestras levantadas de distintos objetos secuestrados en el departamento de Sáenz Valiente (52). “La muestra analizada e identificada como ‘M8J’ contiene ketamina como principio activo”, señala una de las conclusiones del reporte, al referirse a un líquido incoloro que fue hallado en el interior de una jeringa de plástico de 20 mililitros. El mismo informe descarta la presencia de ésta y otras drogas en el resto de los elementos estudiados.
La ketamina fue una de las sustancias que, junto a MDMA (éxtasis), cocaína, marihuana y alcohol, los estudios toxicológicos habían detectado en la sangre y en la orina de la modelo brasileña.
Al describir los efectos de esta droga, los peritos señalaron que la ketamina “es un anestésico disociativo que tiene efectos alucinógenos”, que “puede inducir un estado de sedación, inmovilidad y amnesia, además de aliviar el dolor”, que en su forma líquida “se inyecta o se mezcla en bebidas” y que “también se ha utilizado para facilitar la agresión sexual”.
“Con esta nueva evidencia, estamos convencidos de que Emmily la inyectaron con ketamina. Hay que recordar el audio de la segunda llamada al 911 donde mientras pide ayuda, se la escucha decir a ella claramente la frase ‘¡me pincharon!’”, dijo el abogado querellante Ignacio Trimarco.