“La convocatoria este año fue muy buena. Estamos muy felices, todas las funciones tuvieron público. Desde que comenzamos a hacerlo, eso fue algo que nunca nos preocupó. La gente nos acompaña año tras año, por eso lo seguimos haciendo. Además, en el festival sucede algo muy importante que no pasa en las salas comerciales que es que se genera un espacio de diálogo luego de todas las proyección” afirmó Lía Gomez, directora junto a Federico Ambrosi del Festival de Cine Latinoamericano de La Plata (FESAALP). Ambos fundaron el festival en el año 2006, luego de finalizar la carrera de cine de la Universidad de La Plata, con el objetivo de construir un espacio de intercambio que ponga en valor la historia cinematográfica de esta ciudad y su importancia dentro de latinoamérica. Este año finalizaron una nueva edición colmada de público, premios, cine de toda la región, música y propuestas editoriales.

Hace más de dieciocho años que el festival platense cumple un rol fundamental aportando exhibición gratuita a cinematografías regionales que no encuentran un circuito de distribución en los espacios tradicionales. Esta búsqueda es uno de los pilares que acompañan al festival desde su fundación. “El diagnóstico compartido desde 2006 hasta hoy es la falta de políticas de distribución para el cine latinoamericano. La exhibición es el gran problema de nuestro cine. Desde el festival, buscamos aportar una solución a este problema” afirmó Lía Gomez.

En su proyecto de dar pantalla a cine relegado de los circuitos, la ciudad de La Plata ocupa un lugar privilegiado. Desde su primera edición, la sección La Plata Filma funciona como primera competencia para gran parte del cine universitario y comunitario realizado en la capital bonaerense, aportándoles a estas producciones visibilidad e impacto nacional. “Para nosotros La Plata es muy importante. La carrera de cine de la Universidad de La Plata es la primera de su tipo en toda América Latina. Esto que tenemos como historia en la ciudad no siempre es visible. Al estar tan cerca de Capital, parece estar opacado. Entonces, desde un festival que es latinomaericano, buscamos potenciar el rol que tuvo y tiene nuestra ciudad en la historia del cine” explicó la directora. “Nuestro público es de La Plata. Queremos recuperar la mirada platense sobre el cine y las problemáticas sociales.”

El contenido social y la narración de problemáticas latinoamericanas es uno de los focos atendidos por el FESAALP que este año ofreció una programación de más de cien títulos en los que pudo observarse la potencia cinematográfica para pensar nuestro mundo. “En todas las ediciones empiezan a aparecer las temáticas culturales y sociales que vemos día a día. Historias que tienen que ver con las identidades históricas de los pueblos. Este año aparecieron películas sobre violencia de género, empezaron a ser visibles problemas territoriales y ambientales, el lugar del arte y su vínculo con los ciudadanos y, muy fuertemente, los conflictos de fronteras.” afirmó la directora sobre la programación del Festival.

La heterogeneidad temática y estética de la programación del festival se vió reflejada, a su vez, en los cortometrajes y largometrajes premiados provenientes de toda la región. La gran ganadora del festival, en la categoría Competencia Latinoamericana de Largometrajes, fue “Saudade, fez morada aquí dentro” del director brasileño Horoldo Borges. Esta película de ficción trata la historia de crecimiento de un joven del interior de Brasil diagnosticado con una enfermedad degenerativa que, poco a poco, lo va dejando ciego. De esta película, los directores del festival destacaron “la delicada descripción de la vida de un adolescente, la mirada poética de su mundo, la contemporaneidad que lo atraviesa y la emoción que trasmite la historia”. Este premio estuvo seguido por el Mejor Largometraje de La Plata, entregado a Umbral de Raquel Ruíz, un documental que narra colectivamente la temática usualmente relegada al silencio de la menopausia. Por último, los ganadores La Plata Filma Cortos fueron Habitantes de Agustín Detzel y Lo que hay en una lágrima callada de Paloma Agustí.

Además de los premios entregados por el propio festival al cine latinoamericano y platense, la plataforma argentina Cine.ar, la plataforma latinoamericana Guayaba, la agencia cinematográfica Noche Americana, la Red de Asociación de Festivales y la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina repartieron sus propios premios. Así, la noche de premiación fue una fiesta que fue seguida por un show en vivo a cargo del dúo de boleros platense compuesto por Manu Pita y Ramiro Villar Sánchez.

La función de clausura finalizó con la proyección seleccionada de siete de los cortometrajes ganadores. Pudieron verse nuevamente el videoclip Desconcierto de Luisa Roig Vibart, el documental Un corazón contundente de Martín Benchimol, la comedia Ángel y Perla de Jenni Merla y Denise Anzarut, el cortometraje de terror Los ausentados de Ludmila Fontana, el drama onírico Lo que hay en una lágrima callada de Paloma Agustí, la videodanza Habitantes de Agustín Detzel y la película de animación La Mecha de Nicholas Hooper.