Uruguay entró en la etapa más grave de la sequía que lo sacude desde hace semanas: sus reservas de agua potable para la zona metropolitana podrían acabarse dentro de 10 días. Así lo reconoció el gobierno que, como medida sanitaria preventiva, llamó a la población a consumir preferentemente agua embotellada debido a los altos niveles de sodio en la que comenzó a distribuirse por las redes domiciliarias.
Según el último reporte oficial, en la represa de Paso Severino, la principal fuente de agua dulce de la zona metropolitana, hay 1,1 millones de centímetros cúbicos de agua, de los cuales se utilizan 80 mil al día.
Esto indica que las reservas generales están al 1,8 por ciento y que el abastecimiento en todo el país podría durar menos de dos semanas, si no llueve. Ya lo había dicho el fin de semana pasado el presidente Luis Lacalle Pou, “la solución de fondo es que llueva”.
Sin embargo, el Instituto de Meteorología de Uruguay (Inumet) anticipó que no se pronostican lluvias para la zona en el corto plazo. "Tenemos anomalías de lluvias positivas en la primavera. Esto sugeriría que las lluvias fuertes y recurrentes comenzarán en septiembre", indicó el director climático Mario Bidegain.
No beber agua de red
Lo que se prevé es recurrir a las aguas del Río de La Plata, un paso que requerirá un largo proceso de potabilización. Por el momento, el Ministerio de Salud Pública sostuvo que “el posible escenario” es que el consumo quede restringido al agua embotellada.
Los niveles de cloruro y sodio en el agua que distribuye la red de Obras Sanitarias del Estado (OSE) es alto y, para que pueda utilizarse para aseo y lavado, será necesario aumentarlos. Así lo informó la titular de esa cartera, Karina Rando: “Ha habido un aumento del sodio por determinada situación que se presentó”, explicó.
Luego advirtió que si esa medida deja de ser transitoria y se vuelve permanente “vamos a tener que cambiar las condiciones y dar nuevas recomendaciones” para el consumo. “No sabemos si todavía el agua va a ser segura o si ya vamos a pasar a un escenario en el que tengamos que recomendar no beber agua de OSE”, lamentó.
Lacalle Pou se excusa
Durante una conferencia improvisada, Lacalle Pou había advertido que se avecinaba un período en el que el agua no se podría beber y que una de las soluciones también podría ser que se terminen unas obras hídricas que se están realizando en Paso Belastiquí para llevar agua dulce desde el Río San José hasta el Santa Lucía.
"Me hago responsable y el Gobierno se hace responsable de lo que le toca. La sequía es la más grande de los últimos 70 años y hemos hecho lo posible para estirar la cantidad de agua bebible", añadió el mandatario.
Lo cierto es que ahora, el plan inmediato que se analiza es recurrir al Río de la Plata para abastecerse, a pesar de los elevados porcentajes de sal que contiene. Al menos servirá para nutrir por un período de tiempo el caudal de agua de OSE.
Obras pendientes
En tanto, los trabajos en Paso Belastiquí se vienen realizando según los tiempos esperados. Según informó la prensa local, la reciente llegada de 500 metros de caños provenientes de Brasil y otros 500 más son clave para terminar el trabajo.
En tanto, la represa Campanario, que está en construcción, consiste en un dique sobre el río San José que va a tener la finalidad de embalsar la mayor cantidad de agua dulce de su cauce.
También se está avanzando en la obra para la captación y el trasvase desde el río San José al río Santa Lucía. El gobierno estima que la obra estará finalizada dentro de un mes.
Luego de declarar emergencia hídrica en el área metropolitana de Montevideo, donde vive más de la mitad de la población, el gobierno anunció el mes pasado la creación de un Fondo de Emergencia Hídrica para "garantizar a los ciudadanos con todos los recursos necesarios" para enfrentar la sequía.