A casi dos meses de su coronación, Carlos III tuvo un impacto mínimo en la cotidianidad del Reino Unido. O al menos eso es lo que parece. Por supuesto, siempre en comparación con su madre, la Reina Isabel II. Sin embargo, a Baxter Dury poco le importa el flamante rey. Y mucho menos le interesan todos estos siglos de monarquía. “Esta perpetuación me parece horrible”, dice el artista desde su hogar en Londres. “No soy antimonárquico, pero realmente odio a esa gente”. Si algo conoce en profundidad el cantante y compositor de 51 años es el delicado arte de lidiar con el linaje. Su padre era nada menos que Ian Dury, pionero del punk y de la new wave inglesa. Es más: fue una de las figuras más teatrales de la escena musical de ese país surgidas en la segunda mitad de los años setenta. Hasta que en 2000 un cáncer lo mató, no sin antes legar varios temas icónicos. Como ese funk cabaretero (con dejo a himno redentor) titulado “Sex & Drugs & Rock and Roll”.

Pese a la sombra paterna que pende sobre él, Baxter hilvanó una carrera musical propia y por sobre todo idiosincrática. De eso último puede dar constancia su más reciente disco, I Thought I Was Better Than You ("Pensé que era mejor que vos"), publicado el 2 de junio y en el que le saca brillo a su narrativa. Si bien desde el inicio de su obra solista se tornó en uno de sus identikits, en el séptimo álbum de estudio de este crooner de la urbe ese estilo tan próximo al spoken word alcanzó su estelaridad. Son una decena de historias contadas con esa sazón y esa métrica tan propia del paladín de la incomodidad: Serge Gainsbourg. Aunque en este caso apela por la superficie rugosa del punk, del pop, del funk y del hip hop, géneros musicales que curte desde su infancia. Justamente en esa etapa de su vida está inspirado este repertorio, por lo que la catarsis se encuentra a flor de piel. Saldando así una deuda consigo mismo.

“Oye, mamá. Hola, papi. ¿Quién soy? ¿Quién soy, mami? ¿Quién soy yo?”, exhala, con piano y trompeta de fondo, el tema que abre el disco: “So Much Money”. Se trata de un cancionero con más preguntas que respuestas. “No sé hacer otra cosa”, justifica Baxter. “Este disco es un viaje pretencioso hacia el mundo del dolor interno. No pretendía nada más porque no viví una vida dramática. Volví al origen para apropiarme de mi camino. Tuve una infancia interesante, y me pareció que estaba bueno escribir acerca de eso. Digamos que mitifiqué mi vida”. I Thought I Was Better Than You es un cóctel explosivo cuyo contexto es la educación bohemia del artista, al igual que su temprana introducción en el estilo de vida del rock. Este trabajo es un apéndice del libro Chaise Lounge (2021), donde el hijo de Ian revela de forma fascinante cómo su padre lo dejó al cuidado de su plomo (ex adicto al LSD) para poder rodar sus películas. Lo que desencadenó todo tipo de aventuras.

-¿Este disco es una especie de terapia sobre tu relación con tu padre?

-No se centra en ese tema. En estas canciones, en general, no sólo hablo de él, sino de todo lo que me pasó en esa época. Los tópicos son más simples. A veces me siento atrapado en un lugar incómodo entre quien creo que soy y el éxito de otra persona. Esto no es una terapia ni un documental. Es una pequeña síntesis de mi vida. Algunos de los eventos sobre los que canto fueron reales, y les di forma con algo de música. Soy una especie de artista del hip hop que crea conceptos sobre su vida, pero me sale bastante mal.

-En lo que sin duda no te parecés a tu papá es en tu manera de interpretar las canciones. No cantás, narrás.

-Si pudiera cantar, lo haría. Entendí que mi única manera de acercarme a la canción era así.

La primera vez que Baxter Dury actuó en un escenario fue en el funeral de su padre. Después de que varias estrellas de la música le rindieran tributo revisitando algunos de sus clásicos, le tocó el turno al vástago de Ian. Para la ocasión eligió el tema más obvio, aunque al final de cuentas era el que la lógica imponía: “My Old Man”. Curiosamente, dos años más tarde, en 2002, esta figura inglesa del indie inició su trayectoria musical, a partir de la salida del álbum: Len Parrot’s Memorial Lift. “Tal vez evité el tema o no estaba listo. Hacés lo que tenés que hacer. No lo sé bien”, reflexiona Baxter. “Lo que sí puedo decir es que se habían agotado las posibilidades de seguir dándole largas a algo que sabía que tarde o temprano iba a suceder”. La colaboración artística más próxima que tuvieron padre e hijo fue cuando ambos posaron para la foto de la tapa del álbum debut de Ian Dury, New Boots and Panties!! (1977).

-Nunca llegaste a componer un tema con tu padre, pero le diste la posibilidad a tu hijo Kosmo de hacerlo con vos en este disco. ¿Así es la justicia poética?

-Fue algo más bien inocente. Como estábamos encerrados por la pandemia, comenzamos a componer juntos. Por ahora, Kosmo (su bisabuelo materno es el director húngaro de cine Zoltan Korda) no hizo carrera en la música. Creo que decidió ir en una dirección artística diferente.

El hip hop no sólo es una constante en los discos del artista, sino que también representa buena parte de su esencia como persona. “De chico, fui bastante independiente y ésa era mi banda de sonido”, evoca. “Con mis amigos, andábamos por la calle fumando porro y pintando grafitis. Mientras escuchábamos a Afrika Bambaataa en esas viejas radios portátiles grandes”. Para hacer I Thought I Was Better Than You, su autor se sumergió en el hip hop de esta época, puntualmente en la propuesta de raperos como Frank Ocean y Tyler, the Creator. “Quise ir en una dirección diferente. Aunque no tenía ganas de robar ideas ni nada por el estilo, tomé prestada la energía del hip hop moderno. Especialmente esas libertades que usan. Y luego las mezclé con otras cosas”, revela. “A veces encontrás la motivación en la música que estás consumiendo en ese momento. De lo contrario, todo sería muy predecible”.

-Tu espectro musical es moderno y suele apuntar a la electrónica. Para muestra está la invitación que te hizo Fred Again, actual enfant terrible de la música dance británica, para cantar en su trilogía Actual Life.

-Es cierto que estoy atento a lo que pasa musicalmente en esta época. También es verdad que me interesa mucho la música dance. Pero que Fred y otra gente más joven me invite a sumarme a sus proyectos, habla más de su integridad artística que de la amplitud de mi espectro. A veces esos cruces funcionan bastante bien.

-¿Pensás que tu nuevo disco tiene la suficiente potencia como para posicionarte entre el público argentino?

-La última vez que estuve allá (fue parte de la grilla del Festival BUE, en 2017) sólo pude quedarme dos días, cuando lo ideal hubiera sido estar una semana para conocer a la gente, a la ciudad y para hacer el trabajo debido. Ahora soy un artista más maduro, sin duda. Así que estoy listo para probar de vuelta. Pero antes hay que ver si al público argentino le gustan estas canciones. Espero que sí. Y si no le gustan, bueno… Ya veremos.