La Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió hoy a los gobiernos que anticipen las consecuencias del fenómeno meteorológico de El Niño, asociado a un aumento de las temperaturas mundiales, "para salvar vidas y medios de subsistencia". "El Niño acaba de empezar y continuará todo el año con una intensidad que debería ser por lo menos moderada", señaló la ONU al anunciar el inicio del episodio.
La Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) ya anunció el 8 de junio el inicio oficial de El Niño, y advirtió que "podría generar nuevos récords de temperaturas" en ciertas regiones.
En algunas zonas del sur de América Latina, del sur de Estados Unidos, en el Cuerno de África y en Asia central, El Niño está relacionado con un aumento de precipitaciones, mientras que puede provocar sequías en Australia, Indonesia y en sectores del Sudeste Asiático y en Centroamérica, informó la agencia AFP.
En tanto, las aguas calientes pueden alimentar huracanes en el centro y este del océano Pacífico, y pueden frenar las formaciones de estos ciclones en el Atlántico. Los efectos en las temperaturas mundiales suelen notarse al año siguiente del desarrollo del fenómeno.
"La llegada de El Niño aumentará de forma considerable la probabilidad de batir récords de temperatura y de activar un calor más extremo en numerosas regiones del mundo y en los océanos", alertó Petteri Taalas, secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Este anuncio del episodio de El Niño "es una señal para los gobiernos del mundo para que se preparen a limitar los efectos en nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías", añadió el responsable de esta agencia especializada de la ONU.
El Niño se produce cada dos a siete años, y suele durar entre nueve y doce meses. Se trata de un fenómeno climático natural asociado al calentamiento de las temperaturas de superficie del océano, en el centro y el este del Pacífico tropical.
El episodio actual "se inscribe sin embargo en el contexto de un clima modificado por las actividades humanas", precisó la OMM. Con la perspectiva de este fenómeno, la organización pronosticó en mayo pasado que al menos uno de los próximos cinco años, y el lustro entre 2023 y 2027 en su conjunto, serían los más calurosos jamás registrados.
También estimó en un 66% la probabilidad de que la temperatura promedio anual de la superficie de la Tierra supere en 1,5 °C los niveles preindustriales durante al menos uno de esos cinco años.
Por otro lado, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) declaró hoy oficialmente el fenómeno de El Niño tras confirmar que por primera vez en siete años se han detectado en el océano Pacífico tropical las condiciones que, muy probablemente, causarán un aumento de las temperaturas y alteraciones meteorológicas este año.
La subida de las temperaturas se dará sobre todo en los próximos tres meses y persistirá hasta el final de 2023, con una intensidad que "será al menos moderada", pero no se descarta que pueda ser un fenómeno severo.
El meteorólogo y especialista en El Niño en la OMM, Wilfran Moufouma, indicó que entre las alteraciones que se pronostican figuran condiciones de sequía de Australia, América y, concretamente, de Sudamérica.
La OMM recordó que esta es la primera vez desde el periodo 2015-2016 en que la comunidad científica está de acuerdo en que el mundo está ante un fenómeno de El Niño y que esta declaración es "la señal para que los gobiernos de todo el mundo pongan en marcha los preparativos para frenar las consecuencias de este fenómeno en nuestra salud, ecosistemas y economías".
El Niño de ese periodo coincidió con que 2016 fuese el año más caliente globalmente que se haya jamás registrado.
Las condiciones del fenómeno de El Niño observadas entre 2018-2019 no reunieron todas las características que se esperan de este evento climático a nivel global y los científicos no llegaron a un acuerdo para declarar que se trataba de El Niño, explicó Moufouma en una rueda de prensa en Ginebra
Frente a esta situación, la OMM ha recalcado la importancia del buen funcionamiento de los sistemas de alerta temprana, los que pueden "salvar vidas y los medios de subsistencia".
"Esta es otra llamada de atención o una alerta temprana de que todavía no vamos en la dirección correcta para limitar el calentamiento conforme a los objetivos finales establecidos en 2015, en el Acuerdo de París con el fin de reducir los impactos del cambio climático", señaló el organismo, que funciona como el brazo científico de la ONU.
El patrón climático de El Niño ocurre típicamente cada dos a siete años y suele durar de nueve a doce meses, durante los cuales se produce un calentamiento gradual del océano Pacífico que provoca intensas lluvias en ciertas regiones del mundo y sequías en otras.
Entre febrero y mayo de 2023, la superficie en el centro y el este del océano Pacífico ecuatorial experimentó una subida significativa de sus temperaturas, pasando de -0.44 a +0.47 grados Celsius.
Los Servicios Meteorológicos e Hidráulicos Nacionales se han comprometido con la OMM a seguir de cerca la evolución de las condiciones de El Niño y las consecuencias que puedan derivar de este.