El juez penal de primera instancia Héctor Núñez Cartelle dictó ayer la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para once miembros de una organización liderada por Pablo Nicolás Camino, preso en el penal de Rawson. Los integrantes de esta banda fueron imputados por 18 balaceras y cinco homicidios. En tanto, tres personas están prófugas en esta investigación.
La audiencia había empezado el jueves pasado, cuando fiscales que integran las unidades de Homicidios Dolosos, Balaceras y la Agencia de Criminalidad Organizada acusaron a Camino y a su estructura delictiva por los asesinatos del músico callejero Lorenzo “Jimi” Altamirano, el de Jorge Gustavo Maturano, el de Pablo Sebastián Latorre, -ocurrido en el velatorio de Maturano- el de Benjamín Echavarría y el de Wilson Daniel Perdomo Silveira, ligado al carrito Milton de avenida Pellegrini al 3200.
Además, se les atribuyó balaceras entre las que se encuentra la perpetrada contra la subcomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez y contra el supermercado Único de la familia de Antonela Roccuzzo.
La saga de violencia, según explicaron los fiscales, se inició a partir de una “escisión interna” en la sociedad de negocios ilícitos que regentea la primera línea de Los Monos con Ariel Máximo “Guille” Cantero a la cabeza y que podría tener que ver con una deuda de 60 mil dólares entre ambas facciones.
Pablo Camino es uno de los referentes de un grupo actualmente alojado en la cárcel de Rawson. En noviembre empezó el “diálogo” de atentados con cartelería y homicidios entre su facción contra la encabezada por Leandro “Pollo” Vinardi y Damián “Toro” Escobar, reclusos de la cárcel federal de Ezeiza y, a su vez, referentes de la barra brava de Newell’s.
En su carácter de presunto jefe de un grupo de gatilleros al mejor postor, a Camino -que está detenido desde 2015- lo imputaron de instigar tres de los cinco asesinatos atribuidos a su banda.
Como “organizadores” de su gavilla, en tanto, aparecen Carlos Alberto Olguín, alojado en la cárcel de Coronda tras ser detenido en su casa de barrio Tablada por robo de autopartes, y Antonela Victoria “Gorda Anto” Fernández, quien fue arrestada en marzo tras una balacera (con mensaje incluido) en Dorrego y Presidente Quintana. En la audiencia se supo que una parte importante de la evidencia surgió del celular secuestrado a la sospechosa.
A Camino, Fernández y Olguín se suman en la imputación por asociación ilícita el presunto sicario Lucas Martín Castillo, Ignacio Núñez, Lorena Rodríguez, William Martínez, Virgina Dure, Axel César, Tais Fretes y Leonel Broin.
Puntualmente en el asesinato de Altamirano, se le imputó a Pablo Nicolás Camino haber instigado a distintas personas para que cometan el homicidio, impartiendo órdenes a personas de su organización para que provean de un vehículo automotor a los fines de llevar a cabo un hecho delictivo, que tuviera por objetivo enviar un mensaje a referentes de la facción opuesta, con quienes se encuentran en disputa.
En cumplimiento de la orden impartida, el 30 de enero de 2023 distintas personas sustraen, portando armas, en inmediaciones de calle Cochabamba y Chacabuco de Rosario, el vehículo automotor marca Renault modelo Sandero de color negro. El vehículo fue utilizado para buscar a una persona de forma azarosa en las inmediaciones de calle 27 de Febrero e Iriondo, el 1° de Febrero de 2023, a las 21:19. En ese momento, al menos dos personas descienden del vehículo y hacen subir por la fuerza al automóvil Sandero a Lorenzo Altamirano. Minutos después, a las 22:45, lo hicieron bajar y le dispararon frente a la entrada principal del Estadio de Newell's Old Boys. Los autores materiales -en cumplimiento de lo ordenado por Camino- dejaron en el bolsillo del pantalón de la víctima un trozo de papel con referencia a la facción con la que se encuentra en disputa. Luego se retiraron del lugar del hecho en el vehículo mencionado".
En cuanto a los autores materiales del asesinato de Jimi Altamirano, aún no están identificados, aunque las sospechas se ciernen sobre Daniel Mateo B., un joven de 21 años que en la noche del 4 de febrero –es decir, tres días después del crimen– fue emboscado y baleado en Iriondo y Dean funes, a unos 150 metros de su casa, segun publicó el periodista Bruno Bettiol en el portal Rosario3.
Rosario/12 pudo confirmar estas sospechas de los pesquisas, que están convencidos de que el joven participó del robo del Sandero y sospechan aún más, porque había recibido llamadas en esos días desde Rawson, en cuyo penal está alojado Camino.
Es que además sospechan por la cercanía de su vivienda con el sector donde fue secuestrado Jimi –27 de Febrero e Iriondo– y de la cuadra donde fue abandonado el auto que usaron los homicidas –Latzina al 2800–, así como por sus propias declaraciones al ser entrevistado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), en las que dijo que hacía "trabajos" para Camino. Todos estos datos llevaron a los fiscales a concluir que podría estar vinculado con el caso Jimi.
Además, el 17 de febrero, una detective de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) entregó un informe a partir de tareas de calle en los barrios San Francisquito, Parque Casado y Bella Vista. Allí, informantes anónimos aseguraron que uno de los asesinos de Jimi resultó baleado días después del crimen al voleo del músico punk.
Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra supieron que dos días después de ser atacado a tiros, Daniel declaró en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y ventiló varias internas de la mafia. Sin embargo, luego se esfumó de Rosario. Además, su vivienda fue atacada más de una vez. El 24 de mayo recibió nada menos que 17 disparos.