"Tenemos gas para 170 años manteniendo los niveles de consumo actuales en un horizonte de transición energética. El desafío es monetizar el gas y ver la forma de abastecer el mercado interno y exportarlo como GNL”, señaló Pablo González, presidente de YPF, ante diputados en una reunión informativa. Sobre el diseño de un marco legal que promueva la inversión en plantas de producción de Gas Natural Licuado (GNL), que permitan su comercialización en un marco de competitividad global, versó la reunión en diputados. “Hoy el único país competitivo en shale gas por fuera de Estados Unidos es Argentina” recalcaron desde la petrolera.
Desde la oposición de Juntos por el Cambio cuestionaron que el proyecto fuese a medida de una empresa, dado que la información presentada refiere puntualmente al acuerdo firmado en septiembre de 2022 entre YPF y la malaya Petronás, cuarta productora de GNL en el mundo. No obstante se trata de un proyecto de ley que cuenta con la aprobación del sector y de distintos referentes energéticos.
Los legisladores oficialistas se entusiasmaron al señalar que el sector es “otra pampa húmeda sin riesgo climático”. En efecto, González puso números a esa afirmación: “entre 17 y 27.000 millones de dólares podrían generarse por la exportación del GNL”, dependiendo del valor del combustible, que es muy volátil.
El Régimen de Promoción del GNL abarca la integración vertical del recurso, desde la producción del gas no convencional (segmento upstream), hasta el desarrollo de gasoductos e infraestructura para su traslado, la producción de GNL a partir de la construcción de una planta de capacidad escalable, su comercialización y la logística internacional.
Los ductos sumarán 640 kilómetros, desde Neuquén hasta la localidad de Bahía Blanca donde estará la planta, con un diámetro similar al gasoducto Néstor Kirchner de 36 pulgadas. La producción máxima estimada de la planta de Bahía Blanca es equivalente a la carga de 465 barcos metaneros.
“El saldo exportable aparecerá luego de la construcción del primer tramo del ducto”, indicó Pablo González. Esa obra requiere una inversión de 10.000 millones de dólares y con la reinversión de los recursos generados, el resto de la obra estaría financiada, aseguró.
El salto cualitativo es notable: “YPF pasará de explotar 500 pozos en Vaca Muerta en la actualidad a 2.500 en total al finalizar el proyecto.” La producción final estimada en 25 millones de toneladas al año colocará a Argentina en un nivel competitivo a escala global en un mercado de 400 millones de toneladas estimadas actualmente, según datos brindados por el presidente de YPF.
Argentina presenta una desventaja en términos logísticos por la distancia respecto a mercados relevantes como el asiático, “si bien no podremos competir con el GNL de Qatar, por ejemplo, sí lo haremos contra la costa americana”, aseguró Pablo Iuliano, CEO de la compañía.
Los beneficios para la inversión
El texto de la ley establece beneficios fiscales por un plazo de 30 años a partir de la primera exportación y la libre disponibilidad de un 50 por ciento de las divisas obtenidas (es decir que no deberán liquidarse en el mercado oficial) al tiempo que prevé “estabilidad cambiaria para normas de endeudamiento financiero por 30 años” y la posibilidad de acceder a divisas para importaciones.
Es casi una Argentina paralela, y fue el diputado Martín Tetaz de Juntos por el Cambio el encargado de formular la pregunta por la asimetría de este sector respecto del resto de la economía. Ellos quieren unificar o devaluar a nivel macroeconómico. Desde YPF se anticiparon a la mención y enumeraron otros regímenes a la producción vigentes: “para la producción automotriz, para energías renovables, economía del conocimiento, biotecnología” e hidrocarburos.
A nivel impositivo se prevé reducir la alícuota del Impuesto a las Ganancias a un 30 por ciento, si bien se mantiene el ratio de 7 por ciento para los dividendos, la devolución del IVA y el establecimiento de derechos a la exportación variables (“las retenciones no existen en los países donde compite Argentina”, agregaron). También la exención de tributos a la importación y otros beneficios financieros.
De acuerdo a las estimaciones presentadas por Pablo González, se espera licitar la construcción del primer tramo del gasoducto para finales de año y firmar la Decisión Definitiva de Inversión en 2024, la cual permitirá a partir de allí salir a buscar el financiamiento necesario. Descontó que, con el prestigio de Petronas y la performance de YPF,en la bolsa norteamericana estos objetivos sean asequibles.