El ex jefe de asesores del presidente Alberto Fernández, el empresario Antonio Aracre, volvió a hablar de su polémica salida del Gobierno y su alejamiento de la política tras un breve paso por la función pública y aseguró le hubiera gustado "influir más en algunas cosas”. Cuestionó a Fernández y afirmó que “se anima a tironear, pero no a romper”.
“Me incomodaban algunas situaciones de las que creía que se podía salir. Pero no lograba influir en quienes tenían que tomar esas decisiones. Por ejemplo, en el tema de la distribución. Yo venía hablando de la suma fija. Eso es algo que no se puedo modificar y se sigue sin querer hacerlo", explicó el exfuncionario en declaraciones a la AM750.
Por eso, aseguró que le sienta mucho mejor su nueva posición, nuevamente fuera de la política partidaria: “Me siento más cómodo como un librepensador, hablando en mis redes o en los medios que con la disciplina partidaria que te exige la política. Claramente, yo no tengo esa disciplina partidaria. Creo que eso es lo que generó mi salida del Gobierno”.
De la devaluación a su pelea con Massa
Lo cierto es que la salida de Aracre estuvo marcada a nivel mediático por el tire y afloje que tenía constantemente con el ministro de Economía, Sergio Massa. Aparentemente, por una diferencia sustancial respecto a la visión de la economía. Mientras el titular de Hacienda buscaba evitar a toda costa una devaluación brusca, el exCEO de Syngenta le proponía al Presidente un desdoblamiento cambiario y suba en el valor del dólar.
De todos modos, Aracre desmintió que su renuncia haya sido producto de esta pelea o alguna “cama” contra Massa. “Yo tenía diálogo. Muchas veces me consultaron qué se podía hacer. Mientras estuve en el Gobierno, con Massa no me llevé mal para nada. Hubo un cortocircuito a partir que él interpretó que en la charla que tuve con Alberto ese documento se filtró y generó malestar”, insistió.
“Massa tenía en su WhatsApp un mes antes el programa que le mostré al Presidente. Me había pedido que lo vea con Cleri, cosa que hice. Les parecían razonables las propuestas”, agregó.
El centro del malestar
De hecho, Aracre volvió a insistir con la necesidad de una devaluación y desdoblamiento cambiario. “Seamos sinceros. Con el fin de sostenerle a las empresas la salida vía contado con liqui a un dólar acomodado, este gobierno se endeuda con China a una tasa que posiblemente sea mayor que la del FMI para la misma cosa”, inició.
A lo que agregó: “En un contexto de dólares escasos, administrarlos de la manera más eficiente sería una buena política. Y no me parece que sea intervenir constantemente en el mercado. Si lo que querés es proteger la canasta básica, desdoblá el tipo de cambio y dejá que el resto vuele o haga lo que tenga que ser”.
Finalmente, sobre el tema, sentenció: “El tipo de cambio está retrasado por donde lo veas. Eso genera distorsiones. El tema es con qué plan ponés en práctica un reordenamiento cambiario para que la gente se recienta la menos posible. La gente se reciente porque su actualización salarial es tardía. La devaluación siempre es la consecuencia de algo”.