Como ya lo demostró en otras oportunidades, el larretismo parece convencido de que la lógica tradicional para traccionar votos no necesariamente se produce desde las categorías más extremas de la elección, en este caso, la que lleva los nombres de los precandidatos a la Presidencia y la intendencia. En una jugada estratégica que volvió a generar enojos desde el sector de Patricia Bullrich, la boleta que lleva como candidato presidencial al jefe de Gobierno porteño en la Provincia de Buenos Aires destaca el tramo para la gobernación: los nombres de Diego Santilli y Gustavo Posse aparecen sobre un fondo de rojos y amarillos que lo diferencian de los demás.
De esa manera, se busca que la buena imagen del diputado nacional, el opositor mejor ubicado en las encuestas provinciales, termine generando una tracción general que termine beneficiando al espacio en las primarias.
Por si eso no fuese un buen argumento para explicar el destacado de la fórmula provincial, en las encuestas bonaerenses también se viene observando desde hace tiempo un crecimiento sostenido de la figura de Bullrich, que no se llega a replicar en la intención de voto para su candidato a la gobernación provincial, Néstor Grindetti. A sabiendas de ese contexto, Larreta, Santilli y el resto de los integrantes del armado provincial acordaron destacar la dupla que buscará quedarse con la candidatura a la gobernación y, de esa manera, también favorecer a los intereses de las listas nacionales del larretismo. La Provincia de Buenos Aires es el único distrito en que la estrategia echa mano a esa alternativa.
A pesar del enojo de Bullrich, que no pudo traducirse en un movimiento interno para evitar la movida, no es la primera vez que esto sucede. En el año 2019, con Mauricio Macri encabezando la boleta desde el tramo nacional, la imagen de Horacio Rodríguez Larreta se diferenciaba desde la imagen con el resto, emparentando la figura jefe de Gobierno, entonces aspirante a la reelección, con la de la fórmula que integraron Macri y Miguel Ángel Pichetto. Lo mismo sucedió en la Provincia de Buenos Aires, con una técnica similar aunque con la figura de María Eugenia Vidal, sola, sin vice a la vista, como elemento destacado en la por entonces oferta oficial.
Más allá de las encuestas, desde el palomar del PRO insisten en que la figura de Santilli sostiene un continuo crecimiento desde la elección del 2021, cuando la lista que encabezó el actual diputado nacional se impuso en las primarias frente a la propuesta que llevaba como primer candidato a Facundo Manes y luego se llevó el triunfo en la elección general derrotando, apenas por poco más de un punto, al Fente de Todos que tuvo como principal figura a la ministra Victoria Tolosa Paz. Esa experiencia es la que Santilli aspira a replicar, tanto en las PASO como en la general, en este 2023.
Fortalecer el territorio
Con el objetivo de sostener y engordar la aceptación por parte del electorado provincial, Santilli y su equipo continuarán recorriendo los distritos bonaerenses durante los casi 40 días que faltan para la primaria que lo enfrentará a Grindetti. El objetivo es llegar a reunirse con 70 referentes locales antes del 13 de agosto y, de esa manera, fidelizar el voto opositor que lo termine parando ante Axel Kicillof el 22 de octubre.
Como ya contó BuenosAires/12, el apoyo de los intendentes e intendentas aparece como una de las estrategias claves para la estrategia del diputado nacional y el jefe comunal de San Isidro, que parecen disputar una carrera de postas con la lista interna que los enfrenta, también lanzado a recorrer la provincia en el sprint final de la campaña. En esa tarea, lanzó el pasado sábado un spot de campaña en el que aparece recorriendo diferentes barrios del conurbano con un mensaje focalizado sobre las tres temáticas sobre los que viene asentando sus propuestas: la Seguridad, el Trabajo y la Educación.