Argentina, Perú, Uruguay y Bolivia parten de un escenario macroeconómico con múltiples coincidencias: hiperinflación a finales de los 80, debilidad de la moneda y dolarización de parte de su economía. Sin embargo las recetas para hacerles frente fueron distintas. Perú tiene la inflación más baja de la región, Uruguay la economía más dolarizada y Bolivia, que estaba dolarizado al 100 por ciento en la década de 1990, pudo revertir la situación logrando que el 87 por ciento de los créditos sean en moneda local. Las claves de la economía boliviana.
Las Jornadas Monetarias y Bancarias que organizó para 2023 comenzaron con el panel "Desafíos para la estabilidad macroeconómica y financiera en el actual contexto internacional", en la que un panel de economistas jefe de bancos centrales de la región expusieron particularidades de su macroeconomía. Adrián Armas de Perú, Gerardo Licandro del Banco Central del Uruguay, Rolando Sergio Colque Soldado del Banco Central de Bolivia y Germán Feldman expusieron algo de la historia y desafíos de política monetaria.
Llamó particularmente la atención el caso boliviano, país que en la década de 1990 se encontraba dolarizado. Según informó el asesor principal del BCB, el país logró revertir ese proceso de dolarización y avanzo en lo que él mismo denominó la "bolivianización" de su economía. Hoy en día, el resultado es que el 87 por ciento de los créditos son en moneda local y todas las transacciones -incluso los inmuebles- se realizan en moneda local.
La clave fue trabajar en la "remonetización de la economía. Si bien los inmuebles se cotizan en dólares, se tranzan en moneda local", ejemplifica. Además, enfatizó que Bolivia tiene niveles de inflación en torno al 3 por ciento anual y explicó que el ancla nominal de los precios de es el agregado monetario. "Logramos reducir el desempleo del 10 al 3 por ciento gracia a políticas de coordinación de lo monetario y lo fiscal", enfatizó Colque Soldado.