Una nueva postal de unidad para Sergio Massa: en el séptimo piso del Consejo Federal de Inversiones (CFI), el candidato presidencial de Unión por la Patria se reunió con un grupo de gobernadores peronistas y escenificó así el respaldo de los mandatarios a la fórmula que encabeza junto a Agustín Rossi. En el encuentro, que se extendió por dos horas, participaron 13 representantes provinciales, muchos de los cuales habían sido actores centrales en las negociaciones que derivaron en la candidatura de "unidad" de Massa. Si bien hubo un reconocimiento a la candidatura de Juan Grabois, todos los gobernadores cerraron filas detrás de la fórmula Massa-Rossi. La reunión, además, sirvió para presentar oficialmente a Eduardo "Wado" de Pedro como el jefe de campaña del armado nacional, un gesto de Massa al ministro de Interior que se consensuó con todos los gobernadores y que ratifica, así, su alianza política con el kirchnerismo.
Sergio Massa arribó pasadas las 13.30 en una camioneta negra acompañado por el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos. Un alfil del kirchnerismo y un alfil del albertismo, pero fundamentalmente los dos nombres que habían estado circulando como posibles jefes de campaña. Olmos había sido el arquitecto del acuerdo entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner que permitió llegar a una fórmula de unidad, obligando así a Daniel Scioli y Wado de Pedro a bajar sus candidaturas. El vicejefe de Gabinete, hombre muy cercano al Presidente, había logrado posicionarse como interlocutor entre todas las terminales del oficialismo, llegando incluso a mantener un vínculo aceitado con el cristinismo (en donde los contactos con Alberto Fernández son más bien escasos). "Es el mejor de ellos", les dice CFK a los propios en la intimidad.
De Pedro, mientras tanto, es uno de los principales emisarios de la vicepresidenta --además de su candidato natural si hubiera habido PASO, tal como ella lo contó públicamente-- y se rumoreaba que Massa venía hablando con él para que se pusiera al hombro la campaña electoral. Finalmente, en el hall de entrada del CFI, los gobernadores lo confirmaron. "Wado para los gobernadores representa el trabajo cotidiano de esta Argentina. Él conoce perfectamente lo que pasa en todas las provincias. Cuando uno piensa en un jefe de campaña que entienda el federalismo, que entienda las necesidades de cada argentino argentina, Wado de Pedro es esa persona", explicó el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, en una conferencia de prensa que dieron algunos mandatarios al finalizar el encuentro.
La reunión, que terminó cerca de las 16, tuvo asistencia casi perfecta, con presencia de representantes de 13 provincias. Estuvieron los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Juan Manzur y Osvaldo Jaldo (Tucumán), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Mariano Arcioni (Chubut), Raúl Jalil (Catamarca), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gustavo Melella, Analia Rach Quiroga (vice de Chaco) y Antonio Marocco (vice de Salta). Solo había una ruidosa ausencia: la de Sergio Uñac, quien venía de protagonizar una dura derrota electoral en San Juan. Tampoco había estado presente el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, quien se distanció hace tiempo de la Liga de Gobernadores. El puntano, sin embargo, se había reunido más temprano con Massa y Rossi en Casa Rosada, en donde les manifestó su apoyo a la fórmula presidencial que ambos encabezaban.
Sentado en la cabecera, Massa abrió la reunión trazando un panorama pormenorizado de la situación económica, marcado por la escasez de divisas, la escalada inflacionaria, la presión cambiaria y la soga al cuello del acuerdo con el FMI. "Sergio nos pintó un panorama muy complejo y nos dijo que aunque estemos en campaña tenemos que entender el momento crítico que estamos viviendo y que no podemos hacer locuras", relató uno de los gobernadores que había participado en el encuentro. Los mandatarios se pusieron a disposición del ministro de Economía y, en un momento, ofrecieron incluso colaborar en las negociaciones que Massa y su equipo técnico viene manteniendo para modificar los términos del acuerdo con el FMI. "No podemos seguir sometidos al Fondo", cuestionó un mandatario mientras se apuraba a salir del edificio.
El encuentro sirvió, además, para poner en común el estado de situación de UP en cada uno de los distritos y comenzar a diagramar, así, una estrategia de campaña nacional. Se discutió puntualmente la situación de los PJ provinciales de Catamarca y Jujuy, así como la mejor manera de hacer campaña en las provincias en donde el peronismo no es gobierno. "Nos pidió el compromiso de los gobernadores para salir a trabajar y militar la campaña", precisó un mandatario de una provincia sureña. Se planteó, a su vez, un primer objetivo: que Massa salga de las PASO como el candidato más votado. Es decir, pensar las internas como si fueran las finales y consolidar cada voto peronista de cara al 13 de agosto. "Hay que jugar la final en las PASO", se escuchó decir a Axel Kicillof en la cumbre del séptimo piso del CFI.
"Nuestra propuesta política tiene que ver con generar oportunidades, inclusión y evitar por todos los medios las políticas de ajuste. Al ajuste no lo queremos", declaró Juan Manzur, otro de los heridos del cierre de listas (ya que el tucumano iba a ser el compañero de fórmula de De Pedro), en la conferencia de prensa. Aquel será uno de los principales ejes de la campaña de UP: el contraste de los modelos de país del peronismo y de Juntos por el Cambio, haciendo especial énfasis en diferenciar su lograda "unidad" con la interna sanguinaria entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Una de esas muestras de unidad se dará el próximo domingo, cuando Sergio Massa, Cristina Fernández de Kirchner y (seguramente también aunque aún no hay confirmación oficial) Alberto Fernández se muestren juntos en un acto en Salliqueló por la inauguración oficial del primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner.