El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, brindaron una conferencia de prensa para hacer un balance de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de ayer. Desestimaron las denuncias de irregularidades en la carga de datos y el recuento; respondieron con chicanas a los planteos de la ex Presidenta y candidata a senadora Cristina Kirchner, y relanzaron el tema del voto electrónico.
“No tuvimos ninguna denuncia en ninguna provincia, han sido elecciones muy transparentes”, aseguró Frigerio, quien justificó que se haya finalizado el escrutinio provisorio de los votos de la provincia de Buenos Aires con el 95,68 por ciento de las mesas contabilizado: “No teníamos más telegramas válidos para cargar”, afirmó. Sostuvo que el porcentaje que quedó fuera del recuento representa a telegramas ilegibles, con errores de confección o que fueron insertados en la urna, y dijo que la Justicia Electoral será la que defina si los incluye en el escrutinio definitivo.
El ministro del Interior también buscó desmentir un sesgo en la carga de los datos, que durante las primeras horas mantuvieron con una amplia ventaja al precandidato a senador del oficialismo, Esteban Bullrich. Ventaja que con el correr de las horas llegó a achicarse hasta apenas un 0,08 por ciento en favor del postulante de Cambiemos sobre CFK, de Unidad Ciudadana. A pesar de ello, el funcionario destacó hoy que “a las 21 todos los argentinos pudimos conocer la tendencia de la elección”. Agregó que no hubo especulación y que “los telegramas se fueron cargando en la medida que fueron llegando”.
En la conferencia de prensa, Frigerio se encargó de deslindar la responsabilidad del Ejecutivo por las fallas en el escrutinio y el jefe de Gabinete Marcos Peña fue quien se dedicó a las chicanas políticas. “Aquellos que hicieron el sistema, ahora lo denuncian”, expresó y dijo que el reclamo de CFK “es parte de una estrategia electoral”.
Peña también aprovechó para insistir con el voto electrónico y culpó a “un puñado de senadores”, a quienes catalogó como cercanos a la ex presidenta, por el fracaso de ese debate en el Congreso. En realidad el tema naufragó allí ante las múltiples fallas de seguridad demostradas por especialistas informáticas en el sistema propuesto por el Ejecutivo. “Estamos absolutamente tranquilos que este proceso electoral fue más transparente, más veloz y con menos problemas que las elecciones que manejaba el kirchnerismo”, sostuvo Peña sobre la jornada de ayer y reiteró el pedido para que los legisladores peronistas “lleven el debate al recinto de la reforma política”.
En tanto, consultado por el pedido de un recuento total de los votos, Frigerio dijo que “es la justicia electoral la que va a ocuparse de que todos los argentinos estemos muy tranquilos” y lanzó una chicana para Cristina Kirchner: “Que se quede tranquila que hace 19 meses vivimos en una verdadera república con división de poderes”. Sin embargo, hay que recordar que el Gobierno logró imponer a Juan Manuel Culotta como subrogante al frente del juzgado electoral bonaerense, que se encarga del escrutinio definitivo. Se trata de un hombre de confianza del macrismo, ex alumno del colegio Cardenal Newman, que pertenecía a otra jurisdicción y nunca concursó para la especialidad electoral. El nombramiento fue declarado inconstitucional en primera instancia pero luego confirmado por la Cámara Federal platense. De hecho, la subrogancia de Culotta expira en noviembre. El don de la oportunidad.