Me encontrarás en lo profundo del abismo 6 puntos
Argentina/, 2022
Dirección y montaje: Matías Rispau
Guión: Boris C.Q. y Matías Rispau
Duración: 104 minutos
Intérpretes: Martín Rispau, Germán Baudino, Demián Salomón, Chucho Fernández, Paula Brasca, Jorge Alagastino.
Estreno: Disponible exclusivamente en Cine Gaumont, Av. Rivadavia 1635.
Un interesante paso dentro del prolífico (pero no siempre efectivo) cine fantástico argentino es el que da Matías Rispau con Me encontrarás en lo profundo del abismo, su cuarto trabajo. No es que se trate de una película perfecta, pero si de una que conoce sus límites y fortalezas. Conciencia que le permite avanzar con confianza sobre un relato que, también es cierto, se mueve dentro de los estándares del género. Por un lado maneja de forma impecable los recursos técnicos, de la fotografía al sonido y de los efectos especiales al diseño de arte. Por otro, vuelve a contar una historia posapocalíptica con ambigua sobriedad y sin necesidad de argumentos extravagantes.
La película toma la acción in media res, con el planeta sumido en un fin del mundo de origen incierto, sobre el que la información irá llegando a cuentagotas. En una ciudad bajo las sombras y regada por una lluvia constante, un hombre joven intenta mantenerse a salvo. Su camino sigiloso a través de distintos edificios abandonados es también la vía que Rispau elige para aportar datos: el agua se ha vuelto intomable y escasa; unos seres gigantes de aspecto arácnido avanzan a la distancia entre los edificios y otras criaturas atacan a las personas en la oscuridad.
Hay dos grandes decisiones virtuosas que el director sostiene. En primer término, no abordar un relato del fin del mundo de forma barroca y expansiva, sino desde un minimalismo que se concentra en seguir a su protagonista como un compañero de viaje. En segundo lugar, utilizar de forma consciente las posibilidades cinematográficas que ofrece el fuera de campo. Esto no quiere decir que eluda mostrar aquello que está presente en este tipo de películas. Me encontrarás en lo profundo del abismo recurre con eficacia y buen sentido de la oportunidad al maquillaje y a los efectos especiales, tanto analógicos como digitales. Pero sus criaturas, cuyos diseños evocan las fantasías literarias de H.G. Wells o H.P. Lovecraft e incluso las esculturas de Louise Bourgeois, siempre se mueven entre los oportunos velos de la lluvia, el humo y la noche.
La confluencia de estos elementos alcanza para crear una atmósfera tensa que el relato utiliza en su provecho. Por otro lado, Rispau, que además de dirigir, montar y coescribir es uno de los responsables de la fotografía, construye una serie de secuencias oníricas que colaboran a afirmar un registro visual que confirma que austeridad y atractivo no solo no se oponen, sino que pueden coexistir. En el debe queda cierto exceso de vaguedad en el desarrollo del guion, dentro del cual algunos elementos parecen algo desconectados, como si su aporte en términos visuales fuera más importante que el que realizan en el campo argumental.