Pocas horas después de las elecciones primarias, un noticia vinculada al Ministerio de Cultura de la Nación sorprendió a todos. Se trata de la renuncia del secretario de Cultura y Creatividad de aquella cartera, el gestor cultural Enrique Avogadro, que comunicó su salida mediante un comunicado en el que alegó cuestiones personales. Su salida es sorpresiva pero sobre todo muy resonante porque se trata del hombre que hasta ayer fue número 2 del ministerio que conduce Pablo Avelluto, pero fundamentalmente quien tenía vínculo real y concreto con la comunidad cultural y los trabajadores de la cultura, que hace tiempo se declararon en repudio del ministro. Si bien desde que se conoció la noticia dieron vueltas varias hipótesis, entre ellas que Avelluto lo había despedido tras una discusión, el ex funcionario dijo a Página/12 que la decisión fue de mutuo acuerdo, aunque confirmó que con el ministro "la relación laboral no funcionó".
"Hubo diferencias. No hubo una pelea puntual pero tratamos de que funcionara y no funcionó", admitió a este diario el hombre cercano al jefe de gabinete Marcos Peña, que en la comunidad cultural era visto como el verdadero ministro, frente a uno completamente desdibujado y testimonial. "Es un tema de vínculos. A mí me parece bien que Pablo arme su equipo y siga trabajando con su gente y que yo pueda focalizar mi energía en algo que sienta que pueda tener impacto, algo que hace un tiempo sentía menos", agregó, a tono con su comunicado de algunas horas antes, en el que había afirmado que seguirá colaborando con el espacio (de Cambiemos) "desde el lugar en el que pueda ser de mayor utilidad".
De la secretaría que manejaba Avogadro (una de las tres que tiene la cartera), dependen, entre otros organismos, la Subsecretaría de Cultura Ciudadana, la Subsecretaría de Economía Creativa, la Dirección Nacional de Mecenazgo, la Dirección de Coordinación de Gestión, el Fondo Nacional de las Artes, el Instituto Nacional del Teatro, el Teatro Cervantes, la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares y el Instituto Nacional de la Música. Si bien se trata de una gran tarea, desde el ministerio confirmaron que el ex funcionario no será reemplazado, sino que los programas y equipos quedarán bajo responsabilidad del también secretario de Integración Federal y Cooperación Internacional, Iván Petrella, que ocupará ambas funciones.
El comunicado del ministerio, que ni siquiera firmó Avelluto, fue frío y concreto: "Este ministerio agradece a Enrique su compromiso y el trabajo llevado a cabo juntos a lo largo de estos primeros diecinueve meses de gestión. Por su parte, Enrique ha anunciado su propósito de concentrarse en una serie de proyectos personales en los cuales le deseamos el mayor de los éxitos", rezó el texto, que recordó al comunicado en el que Horacio Rodríguez Larreta anunciaba la salida de Lopérfido, alegando cuestiones personales y desafíos laborales del renunciado, sin hacer mención a ningún tipo de polémica.
Pero la de Avogadro -quien durante 2014 y 2015 fue subsecretario de Economía Creativa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires teniendo a su cargo el Centro Metropolitano de Diseño- no fue la única salida que se dio en el ministerio ayer. También confirmó su renuncia la hasta ahora subsecretaria de Cultura Ciudadana, la reconocida Débora Staiff, que en un comunicado en sus redes sociales afirmó que "es momento de buscar nuevos desafíos". "Me voy orgullosa del trabajo realizado junto a un gran equipo, al que sólo le debo palabras de agradecimiento", expresó la gestora cultural sin mayores precisiones y con agradecimientos a Avogadro, que la llevó al ministerio. Al cierre de esta edición, todavía no había especificaciones sobre quién la reemplazaría a ella, o cómo se reestructuraría su área.
Por supuesto que estos dos movimientos no pasaron inadvertidos para la comunidad cultural. Durante todo el día de ayer salieron a flote viejas especulaciones e informaciones. Las más grave se enmarca en una situación de recorte y achicamiento y tiene que ver con la sospecha de que el gobierno disolvería el ministerio de Cultura, que pasaría a tener rango de secretaría nuevamente y a depender del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos que maneja Hernán Lombardi, otro funcionario que estuvo encargado de Cultura (en la ciudad, por dos mandatos) y que cosechó el repudio del sector cultural.
Al cierre de esta edición, ningún funcionario del gobierno abonó a estas hipótesis e incluso el viceministro saliente lo negó en comunicación con este diario. "No me consta para nada que eso sea así, no hay discusión de ese tipo dentro del ministerio. Es un rumor que no tiene ninguna base de realidad", dijo, a la vez que aseguró que en la cartera "hay una discusión intensa sobre cómo debería ser la gestión cultural pública a nivel nacional". Sin embargo la comunidad se mantiene alerta y varios colectivos culturales preparaban al cierre alguna declaración sobre todo el asunto.