Personal de un equipo especializado de antropología forense de la Universidad Nacional de Buenos Aires exhumó este jueves un cadáver del cementerio de la capital de Mendoza, para extraer muestras para tratar de confirmar si se trata de Paulo Christian Guardati, un joven desaparecido el 23 de mayo de 1992 en la localidad de Godoy Cruz, cuando tenía 21 años.


Christian Guardati, quien hace 31 años acompañaba a un amigo a la salida de un festival solidario de una escuela del barrio La Estanzuela, en el Gran Mendoza, cuando por un incidente con un agente de civil, lo llevaron a la repartición policial del barrio y nunca más se supo de él. Su ingreso no se registró en el destacamento.

Hubo un caso, hace más de 30 años, en que se produjo el hallazgo de un cuerpo, y luego de haber sido analizado e identificado a través de huellas dactilares, se confirmó que no era Guardati, que se trataba de otra persona.

Su madre, Hilda Lavizzari, quien nunca dejó de buscarlo, tiene esperanzas de que los resultados sobre el cadáver exhumado confirmen que se trate de su hijo y así poder cerrar un largo ciclo de misterio y dolor.

Hoy, 31 años después, Enoc Ortiz abogado de la familia Guardati, confirmó la exhumación y la toma de muestras a un cadáver "y los resultados del examen se conocerán en unos días".

Según la causa, Christian Guardati habría sido "aprehendido por una persona de género masculino que sería personal policial". Los únicos imputados en el caso fueron los agentes Walter Rubén Godoy, José Aracena y Walter Rolando Páez y el cabo Oscar Ramón Luffi, quienes prestaban servicios en la repartición de La Estanzuela la noche de la desaparición del joven, pero finalmente resultaron sobreseídos.

Desde que se denunció, como una desaparición forzada de persona, el caso ha tenido gran cantidad de versiones y búsquedas infructuosas.

En tanto el fiscal federal Daniel Rodríguez, explicó que la medida obedece "a un impulso de la mamá sobre restos que en el pasado ya habían sido sometidos a pericias precarias y a un relato relevante que se sumó a otros elementos".

"Estos restos están identificados como correspondientes a otra persona, pero con pericias con inconsistencias de otra época. Y dado que la mamá tiene la firme convicción de que podría ser su hijo, procedimos a la búsqueda", explicó.

El fiscal Rodríguez expresó que "las expectativas son moderadas".

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