En medio de una serie de negociaciones que culminaron con el levantamiento, ayer por la tarde, del lock out patronal de colectivos que tuvo sin servicio por más de 24 horas a buena parte del país, el ministro de Economía, Sergio Massa, salió a jugar con dureza contra los empresarios del sector, culpándolos de guardarse la plata de los subsidios, extorsionar y fomentar que el gremio Unión Tranviario Automotor (UTA) vaya a una medida de fuerza por falta de pago de salarios que debían saldarse con los depósitos de dinero que había transferido el Estado a las empresas. "Son parásitos del Estado que pretenden extorsionar, pero no les tenemos miedo, los vamos a enfrentar para defender el derecho de la gente para viajar e ir a trabajar", dijo sobre los privados el también pre candidato presidencial de Unión por la Patria. Y agregó que "no permitiremos que se hable con el revolver arriba de la mesa". En paralelo, anunció que desde el lunes habrá una mesa con el sector para evitar a futuro estos problemas.
Las exposiciones de Massa por el tema tuvieron dos escenarios. Por la mañana, en el marco de un acto de inauguración de obras de AYSA en San Fernando, aseguró que los dueños de las líneas de ómnibus urbanos buscan que el Gobierno "les garantice la rentabilidad" de sus ganancias. Y le puso números al fenómeno de los subsidios y el pago de salarios del sector. Por la tarde, promediando las 17 y tras largas horas de negociación, armó el ministro una conferencia de prensa en Hacienda con la UTA, las cámaras empresarias (Jose Troilo, de CEAP; Mario Vaca, CETUBA; Fabián Ferreira Ceutpba y Roberto Rodríguez, CTPBA) y los ministros de Trabajo, Kelly Olmos, y de Transporte, Diego Giuliano, en la cual volvió a cruzar muy fuerte a los empresarios, anunció el levantamiento del lock out y le pegó duros palos al Gobierno de la Ciudad, por no haberse sentado a la mesa de la negociación siendo que se trata de un tema que afecta al Área Metropolitana.
"No permitimos que se hable con el revolver arriba de la mesa. Se levanta la medida de fuerza", dijo Massa en la conferencia, dispuesta como una puesta en escena para mostrar cómo y quiénes habían fomentado la extorsión. En ese contexto, les habló a los ceos y les dijo que el Estado no puede "permitir que tomen de rehén a los pasajeros y los trabajadores”. Asimismo, aclaró que el Gobierno “hace un esfuerzo enorme de más de $500 mil millones para sostener el sistema de transporte de pasajeros” y que la cuestión de disputa no eran los salarios. De todos modos, agregó, hubo "4 millones de personas perdieron presentismo, turnos médicos, dejaron de ir al médico o,peor aún, tuvieron que pagar un Uber”.
En esa línea, Massa anunció que, desde el lunes, "va a haber una mesa tendida para ir buscando solución a los problemas que tienen las empresas de transporte. Queremos empresas fuertes, queremos servicios públicos que la gente pueda pagar, queremos trabajadores con buenos salarios. Y queremos que todo sea fruto y producto del consenso y del diálogo, no de la extorsión. No de la presión, sí de una discusión sana y sincera donde aparezcan los problemas y el Estado pueda aportar soluciones".
"Un paro extraño"
El ministro aseguró que "se trata de un paro extraño porque lo forzaron los empresarios", a quienes acusó de "retener la plata de los sueldos para forzar a los trabajadores a salir a la calle". A continuación, Massa detalló la mecánica que forzó la medida de fuerza: "el Estado les transfirió la plata de los sueldos a los empresarios pero algunos retuvieron la plata de los sueldos para forzar a los trabajadores a salir a la calle", advirtió. Y agregó que, "en realidad, los empresarios no están discutiendo el salario que estaba acordado en paritarias ni tampoco están discutiendo tarifas porque no les importa la tarifa".
"Hay dos grupos empresarios que pretenden tomar de rehenes a los trabajadores para discutir el sistema de compra de carrocería y pretenden que el Estado les garantice la rentabillidad", expresó el funcionario, y les puso nombres al mencionar a "un señor Faijá y uno Zbikoski, al que le dicen el amarillo", en referencia a los dueños del Grupo DOTA, la empresa más grande colectivos del AMBA y que el jueves adelantó a las 16 horas un paro que debía arrancar a las 24 horas; y a los hermanos Zbikoski, dueños del Grupo Metropol. "No usen la plata del Estado para la timba financiera, acá hay dos modelos, y no puede ganar el de cuatro vivos que le roban al Estado y se la quieren llevar afuera".
En esa línea, recordó que "cada vez que toman el colectivo, de cada 100 pesos que ustedes pagan 80 los pone el Estado. Y estos empresarios no pretenden mejorar las condiciones de los trabajadores con mejores salarios; es más nunca fueron a firmar el acta. Nosotros queremos que a final la plata vaya derecho al trabajadores”.
Los hermanos Faijá y "amarillo"
El ministro de Economía decidió exponer dos casos puntuales de empresarios a los que consideró detrás de lock out patronal. Por un lado, José y Ángel Faijá, los dueños del Grupo Dota, que ostenta la línea 60 y buena parte de las interurbanas. La DOTA tiene actualmente un parque de 3000 colectivos de un total de 18 mil que trabajan en toda la región y están atomizados en diferentes firmas.
El Grupo paso de tener el 6 por ciento de los coches totales en el año 2000 a llegar a más del 20 por ciento en 2020. Eso, también, es multiplicación de subsidios e ingresos, y poder de lobby político. Un dato más importante: la DOTA tiene toda la cadena integrada. Además de operar el servicio fabrica sus propios coches a través de la empresa Megacar; y vía la compañía TodoBus produce las carrocerías no sólo para su flota, sino para otras. Un verdadero pulpo empresario.
Por otra parte, mencionó a Javier Zbikoski, dueño junto a su hermano del Grupo Nueva Metropol. De orígen misionero, manejan varias líneas urbanas, entre ellas la 65 y la 165, además de hacer el viejo recorrido a La Plata de la vieja Costera. Metropol es conocida por haber transformado en servicios especiales servicios comunes, para seguir cobrando subsidios del Estado. Según fuentes de Transporte, la firma de los Zbikoski percibió del Estado, esta semana, más de 2200 millones de pesos.
Los que conocen el paño aseguran que ambas firmas heredaron lo que quedó vacante luego del fin del Grupo Plaza, al cual le compraron varias líneas.