Las elecciones descomprimieron tensiones en el mercado cambiario y el dólar minorista cerró ayer en 17,49 pesos, con una baja de 52 centavos. El mayorista se ubicó en 17,17 pesos, con un retroceso de 56 centavos, y el tipo de cambio ilegal descendió a 18,10 pesos, al bajar 38 centavos. El Banco Central por primera vez en una semana no vendió dólares para controlar la cotización de la divisa. Pero igualmente volvió a perder 461 millones de dólares de las reservas internacionales, una reducción que se explicó por el pago de una deuda pública de Córdoba. Economistas de la oposición indicaron que, pese a la tranquilidad que puede observarse en el corto plazo, los desequilibrios estructurales del país volverán a impulsar la volatilidad financiera.
La reacción de los inversores ante el resultado electoral fue frenar la compra de dólares para refugio permitiendo al Central recuperar algo de margen. En las últimas dos semanas se habían vendido 1800 millones de dólares de las reservas para mantener la cotización en 18 pesos y evitar que la escalada de la divisa intensificara la incertidumbre a unos pocos días de las elecciones. Si la autoridad monetaria continuaba sacrificando divisas al ritmo que llevaba hasta el viernes (300 millones de dólares), las reservas se hubieran agotado en menos de cuatro meses.
El mercado apuesta ahora por un dólar más tranquilo al menos hasta octubre. El precio del dólar mayorista operado en el mercado de futuro Rofex se ubicó ayer en 17,99 pesos para ese mes, anotando un descenso del 3,75 por ciento. Economistas del establishment plantearon que las elecciones ayudarán al Gobierno a mejorar las expectativas y dar cierta sostenibilidad al rebote que anota la economía desde mayo.
“Claramente los números de las PASO sacaron un montón de dudas al mercado, que tenía incertidumbre sobre lo que iba a pasar con el rumbo político. Los brotes verdes cada vez son más sólidos y de acá a octubre vamos a ver tasas de crecimiento económico más altas. La economía le va a jugar a favor al Gobierno”, planteó Fausto Spotorno, de la consultora Orlando Ferreres & Asociados. Su colega de Elypsis, Gabriel Zelpo, fue más prudente. “Se despejó el riesgo electoral y traerá menores tensiones cambiarias. Van a seguir las mejoras progresivas pero no creemos que se vea un cambio radical del esquema económico. No va a haber un boom de inversiones”, mencionó el economista de la consultora dirigida por Eduardo Levy Yeyati.
Para economistas heterodoxos la situación es diferente. Plantean que el aumento de los activos bursátiles y la moderación de la demanda de divisas son circunstanciales, pero no un proceso que pueda sostenerse en el mediano plazo. Aseguran que las tensiones del país de las últimas semanas no fueron sólo especulación política sino que estuvieron vinculadas con importantes desequilibrios estructurales. Los investigadores del área de Economía de la Universidad de Avellaneda (Undav) indicaron ayer que uno de los factores más importantes de distorsión para los próximos meses será el elevado nivel de vencimientos en Lebac. Mañana se deberán renovar 535 mil millones de pesos de estas letras y en los próximos 3 meses el 90 por ciento del stock (ver aparte).
La deuda de Lebac del Central no es el único problema para la economía local, que registra importantes desequilibrios en varios frentes. El sector externo es uno de los que muestra las mayores tensiones con un déficit comercial que ya es de 700 millones de dólares al mes y no bajaría de 4000 millones de dólares en el año. La mayoría de los sectores productivos pierde divisas y las únicas actividades de la economía real que compensan parte del déficit son primarias (demandan menos empleo y generan menor valor agregado). Es una economía que no sólo se endeuda sino que se reprimariza y no activa motores de crecimiento genuino para los próximos años. El plano fiscal es otro de los factores de tensión. La economía gasta más de lo que recauda y ese gasto es ineficiente, puesto que no colabora para impulsar el mercado interno y generar trabajo. Las estimaciones de déficit fiscal para este año superan los 450 mil millones de pesos, una cifra que se ubica en torno de 5 puntos del PBI.