Juan Cuattromo es el presidente del Banco Provincia, tiene 40 años y lleva casi cuatro al frente de la entidad. A lo largo de la charla con Buenos Aires/12 combinará palabras como derechos, cercanía e inclusión con otras como producción, eficiencia y rentabilidad. Y no faltarán los números: un 80 por ciento más de clientes de 2019 a la actualidad, el crédito a las empresas que pasó del 28 al 57 por ciento del total otorgado y el fortalecimiento de la billetera digital Cuenta DNI, un servicio con casi siete millones de usuarios y que suma más de cien mil nuevos clientes mensuales.

—Recientemente, en Lomas de Zamora se lanzó una línea de créditos a tasa subsidiada para comercios. Eso es rentable para el banco?

--Si. El modelo de banca de desarrollo es rentable porque existe una visión integral del Estado. En el caso del banco, se trata de desarrollar no sólo créditos a tasa competitiva, que sería el rol usual de una banca privada, sino poder desarrollar créditos con márgenes en la estructura de tasa que a veces son negativas. Pero esto va de la mano con el desarrollo de productos y servicios para las empresas que trabajan con el banco generando otro tipo de ingresos, mejorando la administración de los pasivos del banco, de la liquidez que, en conjunto, con una mirada global, le ha hecho crecer un 80% la cantidad de clientes al banco desde el 2019. Ese crecimiento, visto en el volumen de negocios de la entidad a partir de que las personas y las empresas nos elijan como banco principal, nos permite fortalecer el patrimonio de la entidad. La realidad es que en 2020, 2021 y 2022 el banco fue rentable. Nosotros pensamos en ser una banca de desarrollo, es decir, una banca que entiende que el crédito es una palanca de la actividad productiva, a la que tiene que ayudar a crecer y no ahogarla financieramente.

—¿Cuál era el vínculo con las empresas cuando asumió la presidencia del banco?

--Nos encontramos un banco que le había dado la espalda al diálogo con los sectores productivos. Por eso las primeras reuniones fueron con todos los sectores. Con comercio, con la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), la industria, el agro, la construcción y con cualquiera que nos pedía una reunión. Axel nos lo pide, dar la cara, dialogar y discutir y, si no podemos dar una respuesta, explicar por qué. Pero no escondernos detrás de un escritorio. Todos los que se acercaron nos decían que el banco no ocupaba su rol.

—¿Qué decidieron cambiar para mejorar la relación?

--Crear los mecanismos de diálogo institucional ya que si las herramientas le sirven a las dos partes, le sirve al pueblo bonaerense. Relanzamos la experiencia de Consejos Consultivos Regionales, un ámbito creado en el banco que se reúne de forma regular con las diferentes cámaras regionales en base a dos ejes: sectoriales y regionales. Porque la diversidad de la provincia hace que la problemática del sudeste no sea la misma que la del norte. Siempre decimos que no es una ventanilla de atención, sino un espacio para pensar en qué necesitan los sectores. Con el sector agropecuario, cuando nos manifestaron en noviembre del año pasado que iban a tener problemas con la sequía, hicimos una reunión con todas las ramas del sector, con los grandes productores hasta quienes desarrollan la economía familiar. Los recibió al gobernador. De ahí surgió la línea de financiamiento por la sequía, con la cual se benefició a más de 3500 productores y lleva entregados 23 mil millones de pesos en crédito. Todo en muy poco tiempo. Cualquier cámara con la que hables te va a decir que esa línea estuvo y con periodo de gracia para pagar. Fue una línea que el banco no tenía. Había una sobre desastres naturales pero estaba más pensada para inundaciones. No especulamos con las políticas públicas.

—En algunas conversaciones con dirigentes del agro, manifiestan que se encuentran con trabas burocráticas para acceder a estos créditos, ¿Cómo responde a esas críticas?

--Yo invitaría a cualquier representante del sector a que nos cuente si alguna vez recibieron, en términos de cantidad de operaciones y velocidad de asistencia, una atención como la que brindó el Banco Provincia durante la sequía. El grueso de los créditos se colocó entre diciembre y marzo de este año. Asistimos a casi 4 mil productores en tiempo récord con una línea que recién creamos porque no existía. Vos podés incrementar el volumen de colocación de créditos dándole mucho crédito a productores grandes con pocas operaciones, o podés hacer un anuncio y no colocar, o podés trabarlo burocráticamente. Acá nada de eso pasó.

—¿Qué pasó entonces?

--Me parece que a veces, en determinadas consideraciones públicas, pesan más las cuestiones políticas. Muchos de estos enunciados son genéricamente definidos. Vos preguntás específicamente cuál es el problema a quienes habían tenido esas manifestaciones, y a nosotros nos dicen que no había ningún problema. A nosotros no nos comunican lo mismo. Pero si existe algún inconveniente, nos juntamos las veces que haga falta y vamos a mejorar donde haya que mejorar. Siempre hay que tener en cuenta que somos un banco público y que estamos regulados como cualquier otro banco. Trabajamos como banca de desarrollo, pero no tenemos la normativa de un banco de desarrollo.

—¿Cómo hicieron para abordar ese volumen de créditos durante la sequía?

--Por ejemplo, nosotros desarrollamos un sistema de gestión de empresas íntegramente realizado por empleados del banco. Hoy el crédito del banco no se evalúa con una carpeta física, sino que es digital. Antes los expedientes se trasladaban en una camioneta, hoy se hace digital, garantizando la transparencia. Hoy yo puedo entrar a cualquier crédito que una empresa solicita, ver que documentación le falta, ver por qué se aprobó o no, e incluso con el legajo digital del trabajador que lo está supervisando. Financiar a las Pymes implica mucho trabajo. Vos podés colocar mucho crédito en pocas empresas, pero con el riesgo, como paso con Molinos Cañuelas o Vicentín, con grandes tenedores de crédito del banco que defaultearon en 2019. Hoy, los créditos los toman los productores. Tuvieron una asistencia del Estado de la banca pública cuando lo necesitaron. Eso corresponde a la dimensión que tenemos del Banco Provincia. Cuando llegamos, el 70 por ciento del crédito estaba en empresas grandes. Actualmente, el 59 por ciento está en manos de pequeñas y medianas empresas.


—¿Cómo fue el día que se dijo: "vamos con Cuenta DNI"?

--Nosotros sabíamos que uno de los grandes desafíos que debía asumir la banca pública era la innovación digital y de productos tecnológicos pensados desde la entidad. Cuenta DNI se había lanzado, pero no era una billetera digital y no cumplía con los atributos que queríamos que tenga para ponerse en la vanguardia de lo que se veía en el mercado. Y es como dice Axel: “obra que esta empezada, obra que se termina y se desarrolla”. No importa quien la empieza. El enrolamiento estaba resuelto, que significa que la gente podía abrir una cuenta, pero faltaba el segmento de transaccionalidad. Lo hablamos con el equipo y justo vino la pandemia. El Gobierno Nacional tenía que pagar el IFE a 1.4 millones de bonaerenses que no estaban bancarizados. Ahí básicamente vinieron semanas sin dormir para tratar de achicar el tiempo para pagar el IFE. Podía usar el enrolamiento, pero solo podía cobrar y después tenía que pasar por el cajero. Hablamos con nuestros socios digitales para hacer las modificaciones correspondientes y los fuimos buscando uno por uno.

—¿Cómo uno por uno?

--Sí. ANSES nos acercó los mails de los beneficiarios y les escribimos uno por uno pidiendo que se bajaran la aplicación y explicando que iban a poder consumir, ir al cajero, comprar en el supermercado o cargar el celular. Ésa fue la primera gran etapa. Hoy cuenta DNI tiene entre 100 y 150 mil usuarios nuevos por mes. Y hasta lanzamos nuestro portal de ventas, el portal Provincia Compras: Del 15 de marzo a hoy hicimos 350 mil transacciones. El otro día fuimos invitados por la fábrica Whirlpool y nos contaban el impacto en la producción de la planta a partir de que se lanzó la plataforma de ventas. Se ve el circulo virtuoso.

—Hay grandes empresas. ¿Qué pasa con las pymes?

--Hay que entender también que para una pyme de menor escala vincularse con las ventas digitales requiere una serie de transformaciones. Entonces dijimos: creemos los ámbitos. Hablamos con el subsecretario de Comercio del Ministerio de Producción, Ariel Aguilar, el equipo del banco y buscamos las herramientas para que más pymes puedan vender por canales digitales. Vos no podés tener en la innovación una brecha de exclusión. Como así mucha gente que se vincula naturalmente con herramientas digitales, a otros les cuesta más. Hay empresas y pymes a las que le cuesta más. Ahí tenemos que estar con muchísimo dialogo y transparencia y ellos lo saben. Queremos que crezcan, que creen empleos formales y fortalecer la distribución del ingreso, incluyendo a todos los sectores. Y eso lo vamos a defender.

—Mencionaba al Ministerio de Producción, ¿existe la articulación con los ministerios para definir estrategias?

--En nuestro caso es una manera de concebir el Estado y sus herramientas. Desde el equipo de Axel tenemos una visión común sobre el rol del Estado que es trabajando con integralidad y que el Banco Provincia es el banco público. La herramienta financiera del estado provincial, por lo que debe ser un vehículo de las políticas públicas que se hacen bien cuando se desarrollan en conjunto. Se habla muchas veces de equipos o trabajo en equipo y después se sientan en su función y no hablan con las otras áreas. Nosotros cuando tuvimos que desarrollar una línea como la de sequía hablamos con el Ministerio de Desarrollo Agrario porque tiene un conocimiento que complementa lo que el banco hace. Así le damos más eficiencia a los recursos que tenemos. Cuando llegamos, vimos que los ministerios que tenían que generar una línea de asistencia, lo hacían internamente, desde el organismo. El propio ministerio era el que te daba el préstamo. El problema de eso es que hacía que la escala de la operación fuera más chica porque el capital lo está poniendo el propio presupuesto del Estado. Y además, por otro lado, tenías al banco público entregando créditos. Mucho más eficiente es ponerse de acuerdo, definir a qué sectores y cómo trabajarlos y que el presupuesto público funcione como subsidios.

—Pero, ¿cuál es la mejora financiera?

--Que te permite bajar muchos puntos la tasa e incrementar las operaciones y así el banco hace la operación con un sentido estratégico y en condiciones financieras mucho más favorables. A los sectores beneficiarios los define el ministerio y también determinan el protocolo de elegibilidad. Eso ingresa a nuestro sistema de gestión de empresas a través del cual sabemos si la empresa es elegible, por ejemplo, en la línea Provincia en Marcha. Después, si la tasa es subsidiada, llegan al banco los recursos de la cartera correspondiente. Todo se hace de manera interna y digital. Eso se hace trabajando en serio en equipo, con roles diferentes y con un Estado que se complemente para dar el mejor servicio financiero del Banco Provincia.